Durante su intervención, Jáuregui consideró que “la sostenibilidad social y ambiental en las empresas junto al buen gobierno son los pilares de la competitividad para una salida justa e inteligente de la crisis”.

En este mismo sentido, el ministro subrayó que “precisamente la inserción laboral de las personas con alguna discapacidad forma parte del núcleo de la sostenibilidad empresarial”, y aseguró que la cultura de responsabilidad social hace a las empresas más competitivas.

Además, Jáuregui se mostró favorable a incluir cláusulas sociales en los procedimientos de contratación en las administraciones públicas.

Por último, el ministro recordó que el Gobierno ha impulsado durante los últimos años una intensa política de igualdad. “El objetivo del Gobierno es el empoderamiento ciudadano. Es decir, ha fomentado derechos que hacen iguales a personas que por circunstancias adversas son desiguales”.

El funcionario subrayó que la Administración central ha aumentado el porcentaje de contratación de personas con discapacidad del 5% al 7% desde la entrada en vigor de la Ley LISMI. En el sector privado, si bien casi el 70 por ciento de las empresas con más de cincuenta empleados ha contratado a personas con discapacidad, "sólo el 14 por ciento de estas empresas cumple con el porcentaje previsto de la ley", cerró.

Desde su diputación Ramón Jáuregui fue uno de los políticos españoles que más empujó la temática de la RSE en España, impulsando iniciativas como el Consejo Estatal de RSE y diversos proyectos no de Ley vinculados con la sustentabilidad empresaria.

Días atrás, durante un acto público, observó que en la RSE en los últimos años hay “signos preocupantes de agotamiento, no sólo como consecuencia de la crisis económica”. A su juicio, hay “demasiadas voces” que creen que en este aspecto ya se ha avanzado lo suficiente y existen “resistencias al cambio que esta cultura empresarial comporta”.

“La RSC no es una meta, es un camino. Un camino de perfección, un camino de excelencia. Se trata de concebir a la empresa como una entidad vinculada a cada vez más protagonistas, más agentes públicos y privados”, afirmó el ministro, que criticó a las empresas que dejan la confección de sus memorias de RSC a compañías subcontratadas.

“Me parece un retroceso, porque la memoria, cuando se iniciaron las prácticas de RSC, era una oportunidad extraordinaria para que las compañías se desnudaran, abrieran sus puertas y mostraran lo que tenían dentro”, subrayó.

"Hay que tratar de ordenar, configurar cláusulas más o menos comunes y tratar de homologar las actuaciones de las cláusulas en las diferentes administraciones", ha asegurado, al tiempo que ha reconocido que se trata de "un terreno amplio y complejo, pero muy importante".