António Guterres llama al G20 a minimizar el impacto social y económico de COVID-19 con políticas expansivas

25.03.2020 | Articulación Público-Privada

El secretario general de la ONU dirigió una carta a los líderes del G20 donde los convoca a concertar una acción decisiva para responder “a los desafíos catastróficos” planteados por la pandemia COVID-19. Según sus palabras “una recesión está en perspectiva. La pregunta es: cuánto durará y cuánto dañará las capacidades productivas de nuestras economías y medios de vida de nuestros ciudadanos”.


Para Guterres el COVID-19 requerirá una respuesta como ninguna antes: un plan de "tiempo de guerra" en tiempos de crisis humana. “El liderazgo del G-20 tiene una oportunidad extraordinaria dar un paso adelante con un paquete de respuesta fuerte para abordar las diversas amenazas de COVID-19. Esto demostraría solidaridad con los pueblos del mundo, especialmente los más vulnerables”, afirmó.

Guterres pide a los líderes del G-20 que establezcan un mecanismo de respuesta articulado guiados por la Organización Mundial de la Salud, para lograr la eliminación del virus juntos. Tal mecanismo fortalecería la respuesta global y proporcionaría a los países con capacidades más fuertes para detener la transmisión: prueba, rastreo, cuarentena, tratamiento de enfermos y coordinar medidas para restringir el movimiento y el contacto. También ayudar a mejorar la colaboración científica en la búsqueda de una vacuna y terapéutica tratamiento.

El secretario general de la ONU considera que “debemos crear las condiciones y movilizar los recursos necesarios para asegurar que los países en desarrollo tengan las mismas oportunidades para responder a esta crisis en sus comunidades y economías. Cualquier cosa menos que esto llevaría a una pandemia de proporciones apocalípticas que nos afectaría a todos”. Debido a ello, instó a los líderes del G-20 a comprometerse a prohibir aranceles, cuotas o medidas no arancelarias, y eliminar las restricciones al comercio transfronterizo que afectan el despliegue de equipo médico, medicamentos y otros bienes esenciales para combatir la epidemia. “Este es el momento de la solidaridad, no de la exclusión”, agregó.

Con respecto a la necesidad de minimizar el impacto social y económico de COVID-19 y estimular una recuperación más rápida, sostiene que “para fines de este año, es probable que se mida el costo de esta pandemia en billones de dólares. La respuesta de los líderes del G-20 debe ser decisiva y debe inyectar recursos masivos en las economías, llegando a dos dígitos puntos porcentuales en el PBI mundial. Debemos reconocer que las reglas económicas de hacer “negocios como siempre” y las herramientas de política ya no se aplican. Estos son tiempos sin precedentes”.

“A diferencia de 2008, esto no es una crisis bancaria. Mientras que la liquidez de la el sistema financiero debe estar garantizada, debemos centrarnos en las personas: familias, trabajadores de bajos salarios, pequeñas y medianas empresas y el sector informal. Los países desarrollados ya han dado pasos importantes en esta dirección. Esto debe ser ampliado”, afirmó.

Debido a ello, insta a los líderes del G-20 a considerar el lanzamiento urgente de un paquete de estímulo coordinado a gran escala en billones de dólares para apuntar la provisión directa de recursos a empresas, trabajadores y hogares en esos países que no pueden hacerlo solos. Esto incluiría ampliar la transferencia de efectivo medidas, protección social, reducción de impuestos, estímulo fiscal, bajas tasas de interés, acceso a créditos, seguros y planes de apoyo salarial. Y estas políticas expansivas deben ir acompañadas de un claro repudio al proteccionismo.

Guterres considera que el G-20 puede ayudar a proporcionar alivio de liquidez inmediato a los privados y al sector financiero en el mundo en desarrollo en forma de créditos comerciales, líneas de liquidez y esquemas de garantía.

El mundo ha acordado un marco de acción: la Agenda 2030 para Desarrollo sostenible y el Acuerdo de París sobre cambio climático, y ellos continuar ofreciendo una luz de guía para las personas y el planeta. Debemos asegurarnos de que la estrategia de recuperación de esta crisis nos mantiene en el camino hacia estos a largo plazo objetivos, construyendo una economía sostenible e inclusiva”, concluyó.

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