Apoyo a proyecto de conservación detrás de un nuevo Parque Nacional

29.03.2016 | Ambiente

(Enviado especial) Invitados por Toyota Argentina, ComunicaRSE formó parte de un grupo de 17 personas (entre periodistas, editores y fotógrafos) que viajó a Santa Cruz, para conocer el Proyecto Macá Tobiano y la creación del nuevo Parque Nacional Patagonia.


En qué consiste el Proyecto Macá Tobiano:

  • El Macá Tobiano (Podiceps gallardoi) es un ave, una especie de zambullidor, que habita los lagos y las lagunas de altura de las mesetas del noroeste santacruceño durante su período reproductivo (de noviembre a marzo) y en invierno, cuando estas lagunas se congelan, se desplaza hacia la costa Atlántica de la misma provincia, en los estuarios de los ríos Santa Cruz-Chico, Coyle y Gallegos.
     
  • Es endémica de Santa Cruz, o sea que no se la encuentra en ninguna otra parte del país ni del mundo.
     
  • Hasta el año 1974 había permanecido oculta para la ciencia y fue el naturalista Mauricio Rumboll junto a su ayudante de campo, quienes la vieron por primera en la laguna de Los Escarchados, a 750 msnm, al sureste del Lago Argentino.
     
  • En ese momento se estimaba que la población de Macá Tobiano era de 3000 a 5000 individuos, pero posteriormente su estudio cayó en el olvido y veinte años más tarde su población se redujo un 80%, pasando a ser una especie en peligro crítico de extinción. Actualmente se estiman unos 750 individuos.
     
  • La principal amenaza que tiene fue causada por el hombre, con la introducción de dos especies exóticas a la provincia: el Visón Americano y la Trucha Arco Iris. La especie Arco Iris (Oncorhynchus mykiss) fue introducida para estimular la pesca deportiva y para consumo humano en las lagunas de la meseta del Strobel donde se concentraba la mayor parte de la población de Macá Tobiano, modificando su habitat, compitiendo por el alimento y produciendo cambios en el agua que interviene en el desarrollo y floración de la Vinagrilla (Myriophyllum quitensis), una planta acuática que el Macá utiliza para construir su nido flotante. Sin la Vinagrilla, no hay nidos; si no hay nidos, no hay generaciones futuras y la especie se extingue.
     
  • El Visón Americano (Neovison vison) es un mustélido que fue introducido con fines peleteros y que gracias a ser un excelente nadador, ataca fácilmente los nidos, los pichones y los adultos de Macá Tobiano. En el año 2011 un solo Visón destruyó una colonia activa, matando a más de 30 individuos.
     
  • Otra amenaza biótica, pero en este caso nativa, es la Gaviota Cocinera (Larus dominicanus) que es común de las costas, pero sus poblaciones han aumentado considerablemente, extendiendose hasta la meseta, debido a la mala distribución de los basurales creados por el hombre. La gaviota preda sobre los huevos y pichones de Macá Tobiano.
     
  • Otros factores que afectan a la especie son las sequías en las lagunas por falta de precipitaciones, congelamiento de los lagos y aumento de la velocidad de los vientos.

La creación del nuevo Parque Nacional Patagonia:

Debido a estos factores es que surgió la necesidad de crear un área protegida donde hubiera personal especializado permanente. Fue así que gracias a los esfuerzos liderados por las ONG Aves Argentinas, Asociación Ambiente Sur y Flora y Fauna Argentina, el 17 de diciembre de 2014 se sancionó la Ley Nacional 27.081 por la creación del Parque Nacional Patagonia (PNP).

A través de la Fundación Flora y Fauna se compraron campos privados que fueron  donados al Estado Nacional con la única condición que fueran Parque Nacional. En forma paralela se gestionaron tierras fiscales de la provincia de Santa Cruz que  gracias a una notable labor de articulación realizada entre el Municipio de Los Antiguos y la Legislatura en Río Gallegos, permitieron ampliar la base de decisión territorial para la creación de este nuevo Parque, que se ubica en la meseta del Lago Buenos Aires, en el noroeste de la provincia de Santa Cruz.

Con sus 52.000 hectáreas se protegerá a casi la mitad de la población actual de Macá Tobiano, y a tantas otras especies amenazadas, como el Chinchillón Anaranjado (Lagidium wolffsohni) y se resguardará la presencia de importantes manifestaciones arqueológicas y arte rupestre como son los Petroglifos (diseños simbólicos grabados en roca), realizados por los pueblos originarios.

En noviembre de 2015 se adquirieron 25.000 nuevas hectáreas que incluyen a la mundialmente conocida Cueva de las Manos y que pronto pasarán a enriquecer aún más el patrimonio natural y cultural del Parque Nacional Patagonia.

Toyota Argentina apoya el proyecto Macá Tobiano, colaborando con sus Hilux la posibilidad de traslado en todo el nuevo Parque Nacional Patagonia a los biólogos, científicos, ambientalistas y guardaparques, donde el terreno es más que áspero y las distancias casi infinitas; y sin estos vehículos pick-up sería muy difícil llevar a cabo un proyecto de estas características.

Mi conclusión

Cuando el viaje se terminaba, los lugares por donde habíamos pasado apenas cuatro día antes ya no eran los mismos. Todo tenía un sentido de unidad, todo lo que miraba formaba parte de algo más grande que antes no lo había podido apreciar en su magnitud y ahí me di cuenta que el que había cambiado era yo. Esos días me habían dado la oportunidad de entender que ayudando a una especie, una sola y pequeña especie, que, como nosotros, habita este planeta, nos estamos ayudando a nosotros mismos y que las soluciones a los problemas ambientales llegan cuando cambiamos nuestras propias conductas.

Una anécdota que lo ilustra: en una de las paradas que tuvo el viaje, el  guardaparques y encargado del proyecto, Pablo Hernández,  nos dio a cada integrante una punta de hilo de un obillo que tiene en sus manos. Unidos todos, formamos una estrella donde en cada punta estamos nosotros. Cada uno era una parte del ecosistema; uno era el agua, otro era el sol, otro una semilla, otro un ave, otro un ser humano. Si alguno de nosotros soltaba el hilo que tenía en su mano, el ecosistema perdía una parte, quedaba averiado, se rompía la cadena. Pablo nos mostró con este simple juego que depende de nosotros no soltar la punta del obillo: si una parte se cae, por más pequeña que sea, afecta a todo el ecosistema y nosotros también formamos parte del mismo, aunque a veces no nos demos cuenta.

Me sentí muy afortunado de haber podido formar parte del viaje y sentir que pude aprender gracias al inmenso trabajo de dedicación de las personas que están a cargo de este proyecto.

Damián Fidanza para ComunicaRSE


 

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