Oxfam Brasil denuncia que los trabajadores temporales de la fruticultura viven en la pobreza

22.10.2019 | Alimentos

La organización de Derechos Humanos, OXFAM, publicó el informe “Frutas Dulces, Vidas Amargas”, que describe cómo los trabajadores temporales de los cultivos de frutas en el Nordeste brasileño están sujetos a prácticas laborales degradantes y bajos salarios, mientras que el sector frutícola está compuesto por empresas estructuradas y con diversas certificaciones.


“El argumento de que cualquier trabajo es mejor que ningún trabajo pone a los trabajadores la carga de aceptar cualquier condición de trabajo y exime a los sectores económicos de sus responsabilidades. Esto no es justo. La cadena de frutas genera riqueza y es necesario que se distribuya mejor esta riqueza”, dijo Katia Maia, directora ejecutiva de Oxfam Brasil.

Existen serios problemas que deben abordarse para garantizar una vida decente a las personas que están recogiendo las frutas que llegan a nuestras mesas. “Y los supermercados tienen el deber y la responsabilidad de ayudar a cambiar este escenario preocupante al que apuntamos”, dijo.

El informe señala que los supermercados más grandes de Brasil –Carrefour, Pão de Açúcar y Grupo Big– detienen el 46,6% del mercado mayorista del país y pueden ayudar a presionar a sus proveedores para garantizar mejores condiciones de trabajo a los fruticultores temporales. Para Oxfam, condiciones de trabajo y salarios dignos deberían ser parte de los criterios de estos supermercados para elegir a sus proveedores.

“Por supuesto, no se puede eximir a los productores y ellos también deben mejorar, pero los supermercados tienen mucho poder”, dijo Gustavo Ferroni. “Los supermercados tienen el poder económico y político para influir en estos proveedores, que también son grandes productores de la región, para que mejoren sus prácticas.”

Oxfam en 2016 realizó otra investigación que revelaba los dramáticos costos sociales y ecológicos relacionados con el cultivo de estas frutas tropicales en las industrias de la piña en Costa Rica y del banano en Ecuador. “Cadenas alemanas de supermercados como Aldi, Lidl, Edeka y Rewe son corresponsables de las insostenibles condiciones de la producción de bananos y piñas. Estas utilizan su poder de mercado para presionar fuertemente los precios de los productores y los proveedores. De esta forma, a pesar de los crecientes costos de producción entre el 2003 y el 2014, los precios de importación de las piñas cayeron alrededor del 45 por ciento. Esto contribuyó a que las estructuras tradicionales de explotación en ambos países se agravaran aún más. Los salarios de los/las trabajadores/trabajadoras de las plantaciones no alcanzan para la subsistencia de una familia ni en Costa Rica ni en Ecuador y las precarias condiciones de trabajo aún prevalecen”, indicaba el informe.

Respuesta de los supermercados

El Grupo Big dijo en un comunicado que está comprometido con mantener una cadena de suministro que cumpla con la legislación social y ambiental. El grupo desarrolla un Programa de Calificación y Certificación para todos sus proveedores de perecederos, lo que incluye un programa de gestión de riesgos de residuos de pesticidas para todos los proveedores de frutas. legumbres y verduras.

El sistema, según la compañía, va más allá de la trazabilidad de los alimentos y proporciona auditorías en haciendas y análisis de residuos de pesticidas. “Respecto al estudio en cuestión, declara que todos sus proveedores de frutas del Nordeste tienen certificados reconocidos a nivel mundial, como el Global Gap Risk Assessment of Social Practice, el Global Gap, o son auditados por la WQS”, afirma el comunicado.

Carrefour informó que valora el respeto y el bienestar de todos en sus cadenas de producción y que la red tiene un Código de Ética y Social para Proveedores con cláusulas estrictas. La compañía refuerza su compromiso con la defensa de los 10 principios del pacto global de la ONU.

“En línea con las condiciones existentes en sus contratos, la compañía repudia cualquier conducta que constituya trabajo esclavo o en condiciones diferentes a las previstas por la ley. La compañía refuerza que realiza auditorías anuales con proveedores del protocolo Sabor & Qualidade y, en el caso de la marca Carrefour, las mejores prácticas de la cadena están garantizadas por Global Gap, certificación internacional del agronegocio”, indicó el comunicado.                                                        

El Grupo Pão de Açúcar no respondió la solicitud de la Agencia de Brasil.

Oxfam llama a firmar una petición para que los supermercados activen su poder de influcencia: www.oxfam.org.br/supermercados

Ingresar al estudio en este link.

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