WWF Chile propone 15 recomendaciones para lograr una COP25 ambiciosa

26.08.2019 | Cambio Climático

Ricardo Bosshard, director de WWF Chile, conversó con ComunicarSe sobre las 15 propuestas que presentó la ONG para que el gobierno chileno llegue a la COP25 con metas climáticas más ambiciosas.


WWF es una organización que a nivel global tiene 79 oficinas cuya misión es incidir en políticas públicas locales en materia de conservación y clima. En Chile, la organización es liderada por Ricardo Bosshard, quien celebra que la COP25 se quede en América Latina luego de que Brasil se retirará de la organización en diciembre pasado. Ante el anuncio del Gobierno de Chile de ser anfitrión de la COP25 y adelantar la presentación de sus metas de reducción de emisiones o Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC por sus siglas en inglés) la WWF Chile presentó 15 recomendaciones para alcanzar una “NDC ambiciosa”. Conversamos con Ricardo Bosshard sobre los alcances de esta propuesta.

¿En qué consiste la propuesta de ambición climática para Chile? ¿Qué implica tener una NDC ambiciosa?

“Chile anunció que iba  adelantar la presentación de las NDC para la COP25, en lugar de presentarla en el 2020 en la COP26 en Reino Unido, como el resto de los países. Así fue como decidimos adelantarnos y enviar una propuesta de lo que debería contener una NDC ambiciosa en Chile. Lo que nos interesa es que la NDC no sólo hable de mitigación, sino también de adaptación. Es decir, que no solo aborde las soluciones de reducción de emisiones sino también incluya las soluciones basadas en la naturaleza. El objetivo es volver a insertar la importancia de la biodiversidad  en las metas climáticas, sin desmerecer la importancia de la reducción de las emisiones. El objetivo que tuvimos fue presentar un documento trabajado en articulación con otros actores. De hecho, el documento pasó de tener 12 propuestas a 15 porque fue retroalimentado por otros actores”.

WWF espera que las nuevas NDC establezcan reducciones absolutas y no supeditadas al crecimiento económico o PBI, ¿Cuál es la diferencia? ¿Qué ventajas tiene establecer metas absolutas en reducción de emisiones?

“Para entender el concepto de metas absolutas voy a citar a Greta Thunberg, la activista de 16 años. Greta dice “si a ustedes se les rompe la economía a mí no me importa, porque están rompiendo la mía, por lo tanto tomen las decisiones necesarias”. Básicamente significa pensar en reducir emisiones en números absolutos porque el planeta necesita números absolutos aunque eso cause un shock en la economía. No importa que se caiga la economía mundial, ese es su argumento y es super potente.  Cuando una empresa dice que reducirá sus emisiones pero sólo en la medida de que crezca su negocio, entonces no está pensando en lo que necesita el planeta. La sumatoria de todos los NDC del mundo tiene que ser un 50% en 2030, es decir tenemos que reducir las emisiones a la mitad. Pero esto no basta, tenemos que ser neutrales al 2050, es decir no emitir nada. Si Chile se propone NDC ligados a su PBI significa que si le va bien y crece en los próximos años seguirá emitiendo más de lo que emite hoy. Pero necesitamos más, necesitamos llegar a cero emisiones porque no existe alternativa. Incluso si eres escéptico y no quieres llegar a la meta de no superar la temperatura en 1.5º igual deberás reducir emisiones porque si no la cosa se descontrola, después de los 2 grados los modelos científicos prometen las peores consecuencias.

Yo creo que la economía se va a transformar, los países que primero lideren el cambio serán premiados y beneficiados. Obviamente habrá perdedores pero habrá una nueva economía, no es que sea el fin de los negocios, se reconvertirán. Hasta las empresas de combustibles están cambiando. Por ejemplo, en la mesa de descarbonización, llegó Ennel a presentar su nuevo modelo de negocio. Yo me atreví a preguntarle si habían perdido dinero con este cambio y me respondieron que no, que más bien ganaron dinero.  Las empresas inteligentes ya están cambiando su modelo de negocio, no necesariamente tiene que ser una pérdida. La descarbonización también es un buen negocio”.

Una de las recomendaciones es aumentar la ambición del Plan de Descarbonización de Chile, que establece como año meta a 2040, y WWF propone que sea a 2030. ¿Qué implica esta diferencia?

“La última de las recomendaciones propone crear una Mesa de Transición Multiactores para avanzar en la descarbonización en Chile pero no en 2040 como se propone el gobierno, sino en 2030. La urgencia de las soluciones es inevitable. Nos metimos en este problema en la revolución industrial, que fueron 150 años de cambio en la humanidad, y tenemos que solucionar este problema en 20 años, por lo tanto necesitamos acciones drásticas.

Para Chile, la mejor oportunidad para reducir emisiones es en el sector carbón, porque constituye el 40% de nuestra fuente energética. Recordemos que las dos fuentes de emisiones más grandes son generación energética y transporte. Valoramos que el gobierno chileno haya logrado un acuerdo firmado con ocho centrales de carbón, un cronograma de cierre de centrales para los próximos cinco años, y metas de neutralidad para 2040. Pero creemos que el planeta necesita metas para 2030. Además, creemos que en la próxima ronda, los próximos 5 años, deben ser más ambiciosos. Nosotros creemos que es posible llegar a 2030 con cero emisiones porque en el proceso de energía 2050, que lo llevó adelante el gobierno anterior, se proponía crear alternativas energéticas renovables y logramos en 2 o 3 años generar 3GW de energía solar. Si pudimos en tan poco tiempo lograr estas metas, es posible asegurar la descarbonización”.

 ¿Cómo se lograría acelerar esta meta? ¿Qué necesita Chile para avanzar con más ambición?

“Nuestra propuesta es seguir con el cronograma de cierre de las centrales de carbón mientras se trabaja en 7 líneas de acción para la transición energética. Por un lado, proponemos trabajar en la transmisión de energía.  Si es un problema que la generación de energía solar se produzca en el norte del país pero se consuma en el sur, entonces empecemos ahora a conversar sobre transmisión pero que no se vuelva una barrera para cerrar carboneras en el futuro. Por otro lado, les proponemos hablar de energía distribuida. Quizás no necesitemos transmitir energía porque podemos generar energía renovable donde se consume y necesita. También proponemos hablar de almacenamiento, para encontrar alternativas que permitan que la energía esté las 24 horas disponible. Además, hay que abordar la electromovilidad y el nuevo contexto de líneas de tren y metro que se quieren construir que significará un 3% más de generación energética. Si no prevemos este impacto no podemos garantizar metas de descarbonización. Y por último les proponemos hablar de instrumentos de mercado para que podamos incentivar cambios. Estas 7 líneas las trabajamos con base en las conversaciones multiactorales con el objetivo de lograr una descarbonización a 2030”.

¿Qué opina de que el acuerdo con las centrales de carbón implique tener una carta bajo la manga para poder “encender” las centrales en caso de una emergencia energética?

“Nadie quiere gastar plata demás,  ni el Estado ni las empresas privadas. Si logramos la eficiencia energética y el reemplazo por energía limpia no habrá ninguna posibilidad de que prendamos las centrales otra vez. Si cumplimos con estas líneas de trabajo que mencioné antes, no vamos a tener que hacer nada para que las centrales dejen de funcionar. Si logramos que Santiago se vuelva una ciudad eficiente, y logramos desacoplar su crecimiento con el consumo de energía, entonces no será necesario prenderlas. Pero si este verano, con las promesas de aumento de temperatura, todos van a comprarse un aire acondicionado, entonces será imposible no caer en emergencia. Mi postura es que no ganamos nada diciendo que apaguen las centrales de carbón si no trabajamos en soluciones para no necesitarlas de nuevo”.

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