1,8 millones de personas son víctimas de trabajo forzoso en América Latina

04.06.2012 | América Latina

Cerca de 21 millones de personas son víctimas de trabajo forzoso en todo el mundo, atrapadas en empleos que les han sido impuestos por medio de la coacción o del engaño y que no pueden abandonar, según un nuevo informe de la OIT.
La región de Asia y el Pacífico representa el número más alto de trabajadores forzosos en el mundo- 11,7 millones (56 por ciento) del total general, seguida por África, con 3,7 millones (18 por ciento), y América Latina, con 1,8 millones de víctimas (9 por ciento).


“Hemos recorrido un largo camino en el curso de los últimos siete años, desde cuando presentamos las primeras estimaciones sobre el número de personas en trabajo o servicios forzosos en el mundo. También hemos progresado en asegurar que la mayoría de los países tengan una legislación que penalice el trabajo forzoso, la trata de seres humanos y las prácticas similares a la esclavitud”, declaró Beate Andrees, Directora del Programa Especial de Acción para Combatir el Trabajo Forzoso de la OIT.

Trabajo forzoso es el término utilizado por la comunidad internacional para denominar situaciones en las cuales las personas involucradas – mujeres y hombres, niñas y niños – tienen que trabajar contra su voluntad, obligadas por sus contratistas o empleadores, a través de, por ejemplo, la violencia y amenazas de violencia, o de medios más sutiles como la acumulación de deudas, la retención de documentos de identidad o las amenazas de denuncia ante las autoridades de inmigración.

Estas situaciones pueden además incluir casos de trata de seres humanos y prácticas similares a la esclavitud, los cuales son términos similares pero no idénticos desde el punto de vista legal. La legislación internacional establece que exigir a alguien el trabajo forzoso es un crimen, y debe ser castigado a través de penas que reflejen la gravedad del delito. 

Las nuevas estimaciones sobre los desplazamientos, que no se habían calculado anteriormente, ponen en evidencia que los movimientos transfronterizos están estrechamente relacionados con la explotación sexual forzada, mientras que una mayor proporción de víctimas del trabajo forzoso con fines no sexuales es explotada en su lugar de residencia.

Un nuevo e interesante dato que se desprende de las estimaciones es que el período medio durante el cual las víctimas son sometidas a trabajo forzoso, sin distinción entre las distintas modalidades y regiones, es aproximadamente de 18 meses, existiendo variaciones entre las diferentes modalidades de trabajo forzoso.