Avances de la igualdad de género en el marco del trabajo decente

09.11.2011 | América Latina

En el marco de la 17ª Conferencia Interamericana de Ministros y Ministras de Trabajo que tuvo lugar esta semana en San Salvador, se celebró el primer dialogo interministerial de alto nivel entre las más altas autoridades gubernamentales de trabajo y de la mujer de los Países Miembros de la OEA. Durante el dialogo en San Salvador se lanzó el estudio de la CIM “Avance de la igualdad de género en el marco del trabajo decente”, que indica que la igualdad de género es componente fundamental de cada uno de estos objetivos.


Presidido por el Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza; el Ministro de Trabajo y de Previsión Social de El Salvador, Humberto Centeno; la Presidenta de la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM), Roció García Gaytán; y la Ministra de Trabajo de Costa Rica, Sandra Pisk, el diálogo concretó recomendaciones de políticas y programas para avanzar los derechos de las mujeres y la igualdad de género en el contexto del trabajo decente. 

Durante el dialogo en San Salvador se lanzó el estudio de la CIM “Avance de la igualdad de género en el marco del trabajo decente”, que indica que la igualdad de género es componente fundamental de cada uno de estos objetivos.

La participación de las mujeres en la fuerza laboral en América Latina y el Caribe ha pasado de un 36% en 1980 al 52% en 2009, según cifras del Banco Mundial, lo que ha permitido a las mujeres incrementar su autonomía económica. Sin embargo, las mujeres – particularmente las mujeres pobres - entran todavía al mercado laboral en condiciones de desigualdad y desprotección marcadas por el subempleo, la inestabilidad, la falta de cobertura de la seguridad social y los bajos ingresos.

Las mujeres perciben entre el 90% y el 60% del ingreso medio de los hombres. Al mismo tiempo, el porcentaje de mujeres jefas de hogar ha pasado del 22% en 1990 al 31% en 2008, según Naciones Unidas. Las mujeres dedican mayor tiempo que los hombres al trabajo no remunerado, que a menudo imposibilita su entrada al mercado laboral. Esto es de particular relevancia para las mujeres pobres que no tienen acceso a educación o a la salud reproductiva.

Los resultados de este diálogo de alto nivel consolidaron la presencia de la igualdad de género y los derechos de las mujeres en la agenda de las Conferencias Interamericanas de Ministros y Ministras de Trabajo, y contribuirán a asegurar que las mujeres puedan participar de manera plena e igualitaria en el mundo del trabajo en las Américas.