Código Ético y de Conducta

29.07.2011 | Contratapa

La empresa de servicios financieros de España Grupo Caja Navarra ha editado su 'Código Ético y de Conducta', un conjunto de principios de actuación y normas de conducta profesional que afectan a todas las personas que integran el grupo. La cultura empresarial del Grupo Can ya se reflejaba en unas pautas de comportamiento implícitas, que ahora se han recogido en una guía que ya está en manos de todos los profesionales de la entidad financiera, Corporación y Fundación Caja Navarra. Esta guía recoge los principios de actuación y normas de conducta que afectan a todos los profesionales del grupo. Destaca la obligación de servir a los clientes, ofreciéndoles la mayor rentabilidad y un trato excelente. Entre estas normas, destaca el respeto a los principios de igualdad de oportunidades y no discriminación por razón de raza, religión, edad, nacionalidad, sexo, ideología o cualquier otra condición  personal o social ajena al mérito o la capacidad.


 

La calidad del servicio y la excelencia en la atención al cliente son los objetivos últimos que deben perseguir los profesionales del grupo, además de garantizar el respeto de los derechos de las personas, procurar la integración laboral de las personas con discapacidad o minusvalías, no permitir cualquier forma de violencia, acoso o abuso, promocionar el capital intelectual, fomentar el trabajo en equipo y la transparencia en la organización.
En la gestión práctica de clientes, todos los profesionales del Grupo Caja Navarra tienen la obligación de ofrecerles las mejores soluciones financieras, las que mejor se ajusten a su perfil y que procuren la máxima rentabilidad a sus inversiones. Las relaciones entre clientes y asesores financieros están basadas en la confianza, confidencialidad y transparencia.
Por tanto, el tratamiento de los datos de los clientes del grupo garantiza el derecho a la intimidad y el cumplimiento de la legislación sobre protección de datos personales. Este principio incluye, por ejemplo, prácticas como la de 'mesas limpias', que promueve que jamás esté a la vista documentación que afecte a operaciones concretas de clientes, así como una estricta política de destrucción de documentos.
Tal y como recoge el 'Código Ético y de Conducta', todos los clientes deben ser tratados en iguales condiciones de amabilidad, respeto y diligencia, sin distinción ni tratos preferentes. Los clientes de Caja Navarra constituyen, junto con las personas que trabajan en la entidad, la principal riqueza del Grupo Caja Navarra.
Además, Caja Navarra y su grupo empresarial asumen el compromiso de crear valor económico, social y ambiental para todos los colectivos con los que se relacionan. Esta asunción de responsabilidad se manifiesta en la cesión de derechos del grupo a sus clientes, una realidad demostrada en 'Tú eliges: tú decides', por la que los clientes deciden los proyectos sociales que reciben financiación de Fundación Caja Navarra; 'Viálogos', por el que los clientes marcan la estrategia de Caja Navarra; la estructura organizativa de Caja Navarra, que pone en el centro a los clientes; las oficinas 'Cancha', que convierten los espacios físicos de Can en lugares para uso de los clientes; o la composición del Consejo de Caja Navarra, que da voz y voto a las principales partes interesadas: clientes, empleados, organizaciones de relevancia social y administraciones públicas.
En su aspecto más formal, el 'Código Ético y de Conducta' recoge la obligación de cumplir las normas de conducta del mercado de valores, prevención de blanqueo de capitales, protección de datos de carácter personal, normas sobre consumo de productos financieros, normas fiscales y cualquier otro tipo de normas que resulte de aplicación en una entidad financiera.

La calidad del servicio y la excelencia en la atención al cliente son los objetivos últimos que deben perseguir los profesionales del grupo, además de garantizar el respeto de los derechos de las personas, procurar la integración laboral de las personas con discapacidad o minusvalías, no permitir cualquier forma de violencia, acoso o abuso, promocionar el capital intelectual, fomentar el trabajo en equipo y la transparencia en la organización.
En la gestión práctica de clientes, todos los profesionales del Grupo Caja Navarra tienen la obligación de ofrecerles las mejores soluciones financieras, las que mejor se ajusten a su perfil y que procuren la máxima rentabilidad a sus inversiones. Las relaciones entre clientes y asesores financieros están basadas en la confianza, confidencialidad y transparencia.
Por tanto, el tratamiento de los datos de los clientes del grupo garantiza el derecho a la intimidad y el cumplimiento de la legislación sobre protección de datos personales. Este principio incluye, por ejemplo, prácticas como la de 'mesas limpias', que promueve que jamás esté a la vista documentación que afecte a operaciones concretas de clientes, así como una estricta política de destrucción de documentos.

Tal y como recoge el 'Código Ético y de Conducta', todos los clientes deben ser tratados en iguales condiciones de amabilidad, respeto y diligencia, sin distinción ni tratos preferentes. Los clientes de Caja Navarra constituyen, junto con las personas que trabajan en la entidad, la principal riqueza del Grupo Caja Navarra.
Además, Caja Navarra y su grupo empresarial asumen el compromiso de crear valor económico, social y ambiental para todos los colectivos con los que se relacionan. Esta asunción de responsabilidad se manifiesta en la cesión de derechos del grupo a sus clientes, una realidad demostrada en 'Tú eliges: tú decides', por la que los clientes deciden los proyectos sociales que reciben financiación de Fundación Caja Navarra; 'Viálogos', por el que los clientes marcan la estrategia de Caja Navarra; la estructura organizativa de Caja Navarra, que pone en el centro a los clientes; las oficinas 'Cancha', que convierten los espacios físicos de Can en lugares para uso de los clientes; o la composición del Consejo de Caja Navarra, que da voz y voto a las principales partes interesadas: clientes, empleados, organizaciones de relevancia social y administraciones públicas.
En su aspecto más formal, el 'Código Ético y de Conducta' recoge la obligación de cumplir las normas de conducta del mercado de valores, prevención de blanqueo de capitales, protección de datos de carácter personal, normas sobre consumo de productos financieros, normas fiscales y cualquier otro tipo de normas que resulte de aplicación en una entidad financiera.