Cuestionan al Fondo de Pensiones del Gobierno Noruego por no limitar las inversiones en combustibles fósiles

17.12.2014 | Europa

Un grupo de 6 expertos presentaron un informe sobre las inversiones en combustibles fósiles en el Fondo de Pensiones del Gobierno Noruego. Organizaciones sociales como Greenpeace Noruega y la ONG alemana Urgewald cuestionan este informe por no considerar los llamados de organizaciones especializadas como el IPCC y el Banco Mundial para desinvertir en carbón y petróleo.


El informe se publicó tan sólo dos semanas después de que el mayor fondo privado de pensiones de Noruega KLP anunciara la desinversión de los principales servicios y empresas basadas en carbón.

"Es una vergüenza que los mayores fondos de pensiones privadas de Noruega esten mucho más dispuestos a tomar medidas responsables sobre el cambio climático y que el fondo soberano de Noruega no lo haga", dijo Truls Gulowsen de Greenpeace Noruega. "Las recomendaciones del Grupo de Expertos no instan a la desinversión en la industria de los combustibles fósiles, el informe nos dice que la propiedad activa es la respuesta. Se ignora por completo el hecho de que de la participación activa del Norges Bank en el clima hasta ahora no muestran resultados perceptibles." 

El informe del principal Fondo gubernamental de inversiones de Noruega aboga por un enfoque limitado que evalúa caso por caso las inversiones y solo excluye aquellas que son el caso extremo. El grupo de expertos considera que se podría contar con una nueva directriz que permitiría la exclusión de aquellas empresas en las que existiese “un riesgo inaceptable” de que contribuye o es responsable de acciones gravemente perjudiciales para el clima. En cualquier caso, no se trataría de una exclusión generalizada de las empresas que componen estos sectores empresariales a diferencia de la política adoptada por el fondo KLP, que hasta el momento ha desinvertido de 27 empresas del carbón.

Las ONGs cuestionan este enfoque por ser completamente inaceptable ya que en el mejor de los casos solo lleva a la exclusión de un puñado de empresas. "Es demasiado poco y demasiado tarde para abordar realmente las cuestiones relativas del clima", agrega Gulowsen.

Greenpeace Noruega y la ONG alemana Urgewald publicaron hace unas semanas el informe "Dirty & Dangerous", que propone criterios concretos para una desinversión del Fondo de Pensiones del Gobierno Noruego en el sector del carbón.

"Es difícil tomar el informe del Grupo de Expertos en serio", comenta Heffa Schücking, director de Urgewald. Critica que el Grupo de Expertos agrupa los diferentes temas que afectan a los sectores de transporte y energía, y no diferencia entre el carbón y el petróleo. "No tiene sentido la creación de un Grupo de Expertos, si todo lo que hace es mantener el status quo y la demanda en los combustibles fósiles. En lugar de explorar diferentes opciones para la desinversión, el Grupo de Expertos se limita a afirmar que sería demasiado difícil conceptualizar criterios consistentes - algo que hemos hecho en nuestro propio estudio. El Grupo de Expertos no logró  hacer sus deberes", añade.

Por esta razón, la aplicación de este criterio debe ser interpretado y aplicado por el Consejo de Ética del fondo, y se propone una mayor coordinación entre este organismo con los gestores del fondo y su comisión de control.

Las organizaciones sociales sostienen que el Grupo de Expertos, el Ministerio de Finanzas Noruego y el Norges Bank fallan en reconocer que las inversiones del Fondo de Pensiones están ayudando a alimentar el actual auge de la industria del carbón y de la minería lo que puede socavar todas las posibilidades de mantener la estabilidad del clima.

"El Fondo de Pensiones se invierte actualmente en empresas responsables de 42% de la producción mundial de carbón. En la compra de nuevas acciones de la minera Coal India o por los bonos emitidos por Sinopec para financiar $ 10.000 millones para la instalación de carbón a gas, el Fondo de Pensiones del Gobierno está ayudando a poner a todos en la carretera al infierno", dice Schücking.

"Por suerte, la decisión final corresponde al Parlamento de Noruega", dice Gulowsen. “La mayoría está a favor de la desinversión de carbón. Haremos todo lo posible para garantizar que esta mayoría no se tambalee cuando se trata de una decisión definitiva en la próxima primavera."