Dificultades para las mujeres en el mundo laboral

29.10.2011 | Contratapa

Dos recientes estudios demuestran que la desigualdad de oportunidades laborales para la mujer todavía está lejos de estar reduciéndose. El Foro Económico Mundial (WEF, por las siglas en inglés de World Economic Forum) elaboró un ranking por países, que muestra un panorama global de la brecha entre géneros. La Argentina: bien en acceso en la educación, y mal en salarios. Por otra parte, el IDESA analizó datos del INDEC que demuestran que en nuestro país  el 46% de los varones consigue un empleo de calidad mientras que esta proporción es del 27% para las mujeres.


 

El Foro Económico Mundial (WEF, por las siglas en inglés de World Economic Forum) elaboró el ranking mundial  "El fortalecimiento de las mujeres: midiendo la brecha mundial entre los géneros",  estudiando la situación laboral de las mujeres en 58 países. El estudio analiza el grado de igualdad entre géneros en cinco áreas críticas: 
- Participación económica: salarios iguales por el mismo trabajo. 
- Oportunidad económica: acceso al mercado laboral.
- Fortalecimiento político: representación femenina en las estructuras de toma de decisiones. 
- Acceso a la educación. 
- Salud y bienestar.
Según este informe, los países que cuentan con un mayor grado de igualdad entre hombres y mujeres son Suecia, Noruega, Islandia, Dinamarca y Finlandia, mientras que Corea, Jordania, Paquistán, Turquía y Egipto presentan el peor panorama de la disparidad de géneros.
El reporte cubre a 30 países de la OCDE y a otros 28 países en desarrollo. Se utilizaron estadísticas de organismos internacionales y opiniones cualitativas surgidas de encuestas a los líderes de negocios, recogidas en el Forum de Davos.
Estados Unidos quedó 17° en esta clasificación elaborada por el WEF, a la vez que Costa Rica, un lugar por detrás de los norteamericanos, se erigió en la nación latinoamericana mejor ubicada.
De los sudamericanos, el mejor considerado resultó Colombia (30°), seguido por Uruguay (32°). La Argentina quedó en el puesto 35° y , después de ella, Perú (47°), Chile (48°), Venezuela (49°), Brasil (51°) y México (52°).
En América Latina, Costa Rica quedó en primer lugar, ocupando el puesto 18 en el global, seguido por Colombia (30), Uruguay (32) and Argentina (35). Peru (47), Chile (48), Venezuela (49), Brazil (51) and Mexico (52) midiendo su performance en los cinco campos. Chile (20) y Brasil (21) quedaron bien  parados en cuanto a oportunidades económicas.
La Argentina quedó en el lugar 35° en el ranking general, pero obtuvo un positivo tercer lugar  en “acceso a la educación”, sólo superado por de Suecia y Uruguay. 
El informe resultó muy crítico respecto de las posibilidades económicas para las mujeres argentinas: ocupó el 55° lugar en este punto, marcando una gran diferencia entre los salarios que ganan los hombres con respecto a las mujeres. En salud y bienestar nuestro país obtuvo un muy flojo puesto 54.
En otro orden, en Argentina el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA) realizó un estudio basado en datos del INDEC, que también muestran que la distribución de las oportunidades laborales entre el hombre y la mujer es muy desigual. En un análisis desagregado se encuentra que: 
- El 46% de los varones consigue un empleo de razonable calidad mientras que esta proporción es del 27% para las mujeres en edad activa. La diferencia se explica por el empleo asalariado registrado que es de 37% para los varones y 23% para las mujeres. 
- Entre el 54% de varones con dificultades de inserción laboral se destacan los asalariados “en negro” (21%), los cuentapropistas no profesionales (17%) y, en menor proporción, los desempleados y los inactivos (9% y 7% respectivamente). 
- En cambio, en el 73% de las mujeres con dificultades laborales, el empleo no registrado y el cuentapropismo es más bajo que en los hombres (17% y 8%) pero el desempleo llega a 13%. Sin embargo, lo que prevalece son las mujeres inactivas, que representan el 35% del total de mujeres entre 25 y 65 años de edad.
Una tendencia casi universal es la creciente incorporación de la mujer en el mercado laboral. En los países desarrollados el fenómeno ha sido particularmente intenso. Los casos mas notables son los países escandinavos (Suecia, Finlandia, Noruega y Dinamarca) donde, entre los mayores de 25 años, la diferencia es cada vez menor. La participación masculina en la fuerza laboral ronda el 90% y la de la mujer el 84%.
Como tendencia estructural, la Argentina no escapa al fenómeno de una creciente incorporación de la mujer al mercado laboral. Sin embargo, el deficiente funcionamiento del mercado de trabajo ha puesto límites muy restrictivos a este proceso. Para las mujeres son escasas las oportunidades de inserción laboral y aunque los niveles educativos entre la población urbana son similares al de los hombres (en rigor, hay menos mujeres con secundaria incompleta y más con educación superior), es notable cómo los hombres desplazan a la mujer de las oportunidades laborales. 
El fenómeno se presenta de manera bastante solapada ya que no se tratan de diferencias extremas en las tasa de desempleo entre el hombre y la mujer, sino fundamentalmente en una muy desigual tasa de participación laboral. Aunque hay otros factores, el hecho de que el 35% de las mujeres en edad de trabajar se declaren inactivas encubre, en gran parte, las graves distorsiones que sufre el mercado de trabajo argentino y cómo la legislación castiga con mayor intensidad a las mujeres.
* Se puede requerir el informe en formato word a: info@idesa.org

El Foro Económico Mundial (WEF, por las siglas en inglés de World Economic Forum) elaboró el ranking mundial  "El fortalecimiento de las mujeres: midiendo la brecha mundial entre los géneros",  estudiando la situación laboral de las mujeres en 58 países. El estudio analiza el grado de igualdad entre géneros en cinco áreas críticas: 
- Participación económica: salarios iguales por el mismo trabajo. - Oportunidad económica: acceso al mercado laboral.- Fortalecimiento político: representación femenina en las estructuras de toma de decisiones. - Acceso a la educación. - Salud y bienestar.
Según este informe, los países que cuentan con un mayor grado de igualdad entre hombres y mujeres son Suecia, Noruega, Islandia, Dinamarca y Finlandia, mientras que Corea, Jordania, Paquistán, Turquía y Egipto presentan el peor panorama de la disparidad de géneros.
El reporte cubre a 30 países de la OCDE y a otros 28 países en desarrollo. Se utilizaron estadísticas de organismos internacionales y opiniones cualitativas surgidas de encuestas a los líderes de negocios, recogidas en el Forum de Davos.Estados Unidos quedó 17° en esta clasificación elaborada por el WEF, a la vez que Costa Rica, un lugar por detrás de los norteamericanos, se erigió en la nación latinoamericana mejor ubicada.
De los sudamericanos, el mejor considerado resultó Colombia (30°), seguido por Uruguay (32°). La Argentina quedó en el puesto 35° y , después de ella, Perú (47°), Chile (48°), Venezuela (49°), Brasil (51°) y México (52°).
En América Latina, Costa Rica quedó en primer lugar, ocupando el puesto 18 en el global, seguido por Colombia (30), Uruguay (32) and Argentina (35). Peru (47), Chile (48), Venezuela (49), Brazil (51) and Mexico (52) midiendo su performance en los cinco campos. Chile (20) y Brasil (21) quedaron bien  parados en cuanto a oportunidades económicas.
La Argentina quedó en el lugar 35° en el ranking general, pero obtuvo un positivo tercer lugar  en “acceso a la educación”, sólo superado por de Suecia y Uruguay. El informe resultó muy crítico respecto de las posibilidades económicas para las mujeres argentinas: ocupó el 55° lugar en este punto, marcando una gran diferencia entre los salarios que ganan los hombres con respecto a las mujeres. En salud y bienestar nuestro país obtuvo un muy flojo puesto 54.
En otro orden, en Argentina el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA) realizó un estudio basado en datos del INDEC, que también muestran que la distribución de las oportunidades laborales entre el hombre y la mujer es muy desigual. En un análisis desagregado se encuentra que: 
- El 46% de los varones consigue un empleo de razonable calidad mientras que esta proporción es del 27% para las mujeres en edad activa. La diferencia se explica por el empleo asalariado registrado que es de 37% para los varones y 23% para las mujeres. 
- Entre el 54% de varones con dificultades de inserción laboral se destacan los asalariados “en negro” (21%), los cuentapropistas no profesionales (17%) y, en menor proporción, los desempleados y los inactivos (9% y 7% respectivamente). 
- En cambio, en el 73% de las mujeres con dificultades laborales, el empleo no registrado y el cuentapropismo es más bajo que en los hombres (17% y 8%) pero el desempleo llega a 13%. Sin embargo, lo que prevalece son las mujeres inactivas, que representan el 35% del total de mujeres entre 25 y 65 años de edad.
Una tendencia casi universal es la creciente incorporación de la mujer en el mercado laboral. En los países desarrollados el fenómeno ha sido particularmente intenso. Los casos mas notables son los países escandinavos (Suecia, Finlandia, Noruega y Dinamarca) donde, entre los mayores de 25 años, la diferencia es cada vez menor. La participación masculina en la fuerza laboral ronda el 90% y la de la mujer el 84%.
Como tendencia estructural, la Argentina no escapa al fenómeno de una creciente incorporación de la mujer al mercado laboral. Sin embargo, el deficiente funcionamiento del mercado de trabajo ha puesto límites muy restrictivos a este proceso. Para las mujeres son escasas las oportunidades de inserción laboral y aunque los niveles educativos entre la población urbana son similares al de los hombres (en rigor, hay menos mujeres con secundaria incompleta y más con educación superior), es notable cómo los hombres desplazan a la mujer de las oportunidades laborales. 
El fenómeno se presenta de manera bastante solapada ya que no se tratan de diferencias extremas en las tasa de desempleo entre el hombre y la mujer, sino fundamentalmente en una muy desigual tasa de participación laboral. Aunque hay otros factores, el hecho de que el 35% de las mujeres en edad de trabajar se declaren inactivas encubre, en gran parte, las graves distorsiones que sufre el mercado de trabajo argentino y cómo la legislación castiga con mayor intensidad a las mujeres.
* Se puede requerir el informe en formato word a: info@idesa.org