El desafío de la sostenibilidad es entrar a la agenda de los CEOs

06.10.2014 | Gestión

La consultora internacional McKinsey presenta los resultados de su encuesta sobre inclusión de estrategias de sustentabilidad como parte de los objetivos de las empresas entre los años 2011 y 2014. El sondeo reveló que solo para el 13% de los CEOs la sostenibilidad es lo más prioritario de la agenda. Si bien esta cifra aún es baja, se ha cuadruplicado en los últimos tres años.


El informe “Sustainability’s strategic worth” de la consultora McKinsey muestra que el principal obstáculo que se encuentra a la hora de implementar estrategias de sustentabilidad es justamente su gestión. La ejecución, transparencia y sostenibilidad de los programas son los puntos que deben ser mejorados para lograr el impacto deseado.

Para la investigación se entrevistaron a 3.344 ejecutivos de diversos grupos de industrias y de todas las regiones del mundo.

Según los ejecutivos entrevistados, la sostenibilidad se está convirtiendo en una parte primordial de su planificación. De hecho, el porcentaje de quienes asignan un importante valor al “alineamiento hacia una estrategia sostenible” ha crecido de 21% a 43% en el periodo estudiado. En cuanto a la sostenibilidad como “estrategia para mejorar la reputación” 35% de los sondeados la encuentran muy relevante. Finalmente, la “reducción de costos como estrategia de sostenibilidad”, ha variado en porcentaje a través de los años pero en 2014 es significativo para el 26%.

La posición estratégica de Sostenibilidad en la agenda CEO

Para el 13% de los directores de empresa (CEO, por sus siglas en inglés) la sostenibilidad es lo más prioritario de la agenda. Si bien esta cifra aún es baja, se ha cuadruplicado en los últimos tres años. Por otra parte, otro 36% de los directores sitúan esta estrategia entre las 3 más prioritarias para sus organizaciones. La sumatoria de estos dos segmentos representa casi el 50% del total de la muestra. Esto muestra claramente el desafío que la agenda de sostenibilidad debe afrontar para instalarse en la mesa de la toma de decisiones del mundo corporativo. La sostenibilidad parecería ser un elemento que se promueve de abajo hacia arriba o desde la presión social, pero que aún está muy lejos de ser asumido por las cabezas de las empresas.

Drivers de la sustentabilidad

La mejora de la reputación es uno de los objetivos predominantes a la hora de adoptar una estrategia de sustentabilidad para las empresas. Al analizar el desglose de las acciones que se llevan a cabo para impulsar dicha estrategia resulta notoria las preferencias  por comunicar las acciones de la empresa  a los consumidores y por mantener la relación con las partes interesadas (públicos externos que ven afectados sus intereses directa o indirectamente, como los clientes, las comunidades donde se insertan las empresas, etc.). Sin embargo, los resultados varían según de industria a industria, como lo demuestra el siguiente cuadro. 

Un dato interesante surge de la comparación del cuadro precedente que mide las acciones que mejoran la reputación y el gráfico que sigue, orientado a evaluar las acciones que sirven para maximizar el valor financiero. Si bien dos de las tres acciones mejor evaluadas son coincidentes en ambos cuadros (Comunicar sus acciones a los consumidores y mantener la relación con las partes interesadas), en la consulta referida a la perspectiva financiera, la acción de cambiar las prácticas empresariales básicas, que resultó entre las dos menos tenida en cuenta entre las acciones que mejoran la reputación, fue ponderada como la segunda acción de importancia desde el encuadre de la optimización de las finanzas.

Para comprender mejor los rasgos que definen el buen desempeño de los programas de sostenibilidad en las empresas, es necesario analizar las prácticas organizativas que se llevan adelante. En este sentido, los encuestados señalan que para lograr el éxito se debe trabajar integralmente en la ejecución de los programas, incluyendo aspectos como la motivación de los empleados, la creación de capacidades y la coordinación del trabajo.