Los problemas de salud, la imposibilidad de pasar más tiempo con la pareja, el cuidado de familiares o el de los hijos son algunas de las razones que señalan las personas encuestadas por la imposibilidad de conciliar la vida personal con la laboral. Concretamente, un 7,65% de los hombres encuestados aseguran que podrían dedicarle más tiempo a sus parejas si existiera una mejora de los horarios laborales. 

En opinión de Francisco Mesonero, Director de la Fundación Adecco, y experto en integración laboral “está demostrado que la conciliación laboral es un valor añadido que ayuda a retener el talento y atrae a los mejores profesionales. Por tanto, es una ventaja para la empresa y para el trabajador”. 
En palabras de Roberto Martinez, director de Fundación Másfamilia, que ha participado en una mesa redonda junto a

Pilar Nieto, directora de Organización y Personas de KPMG, “si existiera un mercado de trabajo más flexible y respetuoso con la conciliación se podría capitalizar un volumen de hasta tres millones de nuevos agentes, de los que un millón serían de alta cualificación”. 

Con respecto a otras formas de trabajo innovadoras, Roberto Martínez ha asegurado que con fórmulas como el teletrabajo habría un ahorro en tiempos de desplazamientos al lugar de trabajo y una disminución de CO2' ya que un 33,5% de los encuestados valoran positivamente la posibilidad de trabajar en remoto. De ese porcentaje, el 65% serían personas en puestos directivos. 

Por otra parte, entre los talentos más jóvenes, un 60% desearía trabajar menos de ocho horas diarias. El estudio revela que con esta reducción de jornada se incrementarían los puestos de trabajo. Además, y según palabras de Roberto Martínez en su ponencia, 'existen experiencias en empresas efr que acreditan una disminución significativa en absentismo y productividad con la implantación de otros formatos de jornadas de trabajo como podría ser la jornada continua'. 

Por su parte, Pilar Nieto, directora de Organización y Personas de KPMG, ha destacado cómo del estudio se deduce la gran oportunidad que aún se tiene para incrementar el grado de aplicación de medidas de conciliación por parte de las empresas privadas e instituciones nacionales, manifestando el largo camino por recorrer (y por aprender de experiencias previas europeas). Para ello, se hace necesario analizar los factores de dinamización e incentivación clave a través de un trabajo conjunto entre sector público, privado y agentes sociales que lleve a la implantación efectiva de las mismas.