El INTI participa del desarrollo de un envase plástico 100% biodegradable

04.03.2013 | Tendencias

Se trata de un proyecto destinado a desarrollar un envase plástico en cuya fabricación no se emplean derivados del petróleo sino aguas residuales. El nuevo material será 100% biodegradable y tendrá conservantes destinados a alargar la vida de los alimentos. Busca dar respuesta a dos de problemáticas claves de la industria alimentaria: la gestión de sus aguas residuales, y la generación de materiales biodegradables para sus envases.


El INTI participa activamente de un proyecto denominado PHBottle que tiene por fin crear una botella de plástico fabricada a partir de los azúcares contenidos en las aguas residuales de la industria de jugos. Se busca desarrollar un polímero totalmente biodegradable al finalizar su vida útil y que contenga propiedades antioxidantes que permitan conservar por más tiempo su contenido.

En el proceso de investigación se utilizarán fibras vegetales como las de algodón, trigo, maíz, soja, caña de azúcar, malta, cereales, cascarilla de avena, banana, maní y cebada.

El proyecto PHBottle es coordinado por el Centro Tecnológico español Ainia y financiado por el Séptimo Programa Marco de la Unión Europea. Se encuentra en su fase inicial, que consiste en la identificación de las bacterias que generarán el plástico biodegradable. Para alcanzar esas metas aplica los últimos avances en biotecnología, tecnologías del envase y microencapsulación.

El INTI ya está trabajando en la segunda etapa del proyecto que contempla dos instancias fundamentales: mejorar las propiedades del bioplástico obtenido en la primera fase, y desarrollar los conservantes que se incorporarán a la botella para que alarguen la vida útil de los productos que contenga.

En una tercera fase, este material reforzado y mejorado en sus propiedades se moldeará y será utilizado en plantas piloto de empresas plásticas que forman parte del consorcio del proyecto, y luego, en el proceso industrial de fabricación de botellas para jugos.

Así se cierra el ciclo que apunta a ser virtuoso: en el estadío inicial, se reciclan aguas que eran residuales y se convierten en materia prima. Durante la vida útil de la botella, se da respuesta a los consumidores de jugos que demandan alimentos con menor contenido de aditivos, ya que los conservantes los contendrá el envase y no la bebida. Y por último, al finalizar su vida útil, la PHBottle podrá ser descartada e incorporada en una planta de compostaje industrial para producir humus (abono), que será empleado en el enriquecimiento del suelo para el cultivo de frutales.

El grupo responsable de ejecutar el PHBottle en Argentina está conformado por los Centro INTI-Plásticos e INTI-Química. Además del INTI, participan del proyecto otras instituciones, provenientes de ocho países. Estas son, el centro tecnológico Ainia, Cítricos y Refrescantes (CITRESA) y el Instituto Tecnológico del Plástico Aimplas de España; la Asociación Europea de Zumos de Frutas (AIJN) y Omniform de Bélgica; el Centro Tecnológico TNO de Holanda; Silvel Limited de Bulgaria; Logoplaste Innovation Lab de Portugal; Mega Empack de México; Logoplaste do Brasil, y Vanguardia SD de RL de Honduras.