El sector textil y de indumentaria en Argentina

22.09.2011 | Contratapa

La Fundación El Otro, como integrante de Red Puentes Argentina, realizó un estudio sobre el sector textil y de indumentaria, la segunda industria del país en cantidad de empleados, donde se detectó un alto grado de precarización del trabajo, gran desigualdad entre hombres y mujeres, bajo control de proveedores y muchas trabajadoras a domicilio en negro.


 

El estudio fue realizado entre abril 2005 y marzo 2006 con el propósito de contribuir al desarrollo y fortalecimiento de la Responsabilidad Social Empresaria (RSE) desde la perspectiva de la sociedad civil. Es un nuevo aporte para avanzar en el desarrollo de una cultura empresaria responsable, profundizando el conocimiento existente y analizando cuáles son los aspectos críticos de cada sector.
Para la investigación se contactó a las Cámaras Empresarias del sector, sindicatos, trabajadoras y organismos oficiales, que permitieron formular hipótesis, recabar información y realizar algunas conclusiones.
Los aspectos más destacados son los siguientes (ver punto 4 del estudio):
- Tanto las cámaras como los sindicatos entrevistados manifestaron su intranquilidad frente a la existencia del mercado de trabajo "informal" o "en negro".
- La facilidad con que las empresas ilegales pueden operar, dificulta los controles sobre la producción de indumentaria.
- La situación más crítica dentro del sector se encuentra en la confección de indumentaria, principalmente en las condiciones del trabajo a domicilio y de los talleres clandestinos.
- Hay una gran tercerización del trabajo en la confección y poco control de proveedores por parte de las empresas.
- Las mujeres se encuentran en desventaja. El trabajo femenino se concentra en la confección de prendas, sector que presenta los salarios más bajos.
- Trabajan entre 12 y 16 hs diarias y cobran por pieza terminada entre $0.50 y $2, o entre $1.50 y $2 por hora.
- Gran cantidad de mujeres trabajan en su domicilio, generalmente en villas de emergencia, que no están registradas ni reconocidas como empleadas por las empresas que las contratan.
- Existe una ley de trabajo a domicilio que los trabajadores ignoran y que muchas empresas desoyen.
- El mercado ilegal afecta tanto la comercialización como la producción.
Según el representante de la Federación Argentina de Industrias Textiles (FAIT), "uno de los mayores problemas que enfrenta el sector es la salida de la informalidad", lo que implica serios problemas a la hora de exportar productos textiles. "El problema es que es más fácil destruir puestos de trabajo que crearlos o pasarlos en blanco. Los trabajadores en negro fueron afectados también porque los salarios que aumentaron con los decretos y bonificaciones ulteriores fueron solo los salarios en blanco".
Desde el Sindicato de Empleados Textiles de la Industria y Afines (SETIA), dijeron: "es un sector camaleónico porque es muy fácil cambiar de nombre, y mucho más el de fantasía. Este es el caso de la venta en La Salada. Todavía existen `camas calientes`, son nómades y cambian la razón social. Esto es sencillo porque hoy se puede poner un taller en cualquier lado. Antes era necesaria una gran infraestructura pero hoy no. Muchos talleres están detrás de un negocio o en una casa, por ejemplo. No es fácil detectarlos".
En la Unión de Cortadores de la Indumentaria (UCI), reconocieron que el sindicato encuentra difícil el acceso a esos lugares. "Para que se revierta la situación del trabajo en negro tiene que haber un cambio de mentalidad en los que trabajan y en los empresarios. Muchos trabajadores no lo dicen porque tienen miedo de quedarse sin trabajo y los empresarios lo estiran para achicar costos. Lo que pasa también es no hay reglas por igual para los empresarios. No existen penalidades para el que contrata en negro".
Para ver el informe completo, pulsar aquí:

El estudio fue realizado entre abril 2005 y marzo 2006 con el propósito de contribuir al desarrollo y fortalecimiento de la Responsabilidad Social Empresaria (RSE) desde la perspectiva de la sociedad civil. Es un nuevo aporte para avanzar en el desarrollo de una cultura empresaria responsable, profundizando el conocimiento existente y analizando cuáles son los aspectos críticos de cada sector.
Para la investigación se contactó a las Cámaras Empresarias del sector, sindicatos, trabajadoras y organismos oficiales, que permitieron formular hipótesis, recabar información y realizar algunas conclusiones.

Los aspectos más destacados son los siguientes (ver punto 4 del estudio):
- Tanto las cámaras como los sindicatos entrevistados manifestaron su intranquilidad frente a la existencia del mercado de trabajo "informal" o "en negro".
- La facilidad con que las empresas ilegales pueden operar, dificulta los controles sobre la producción de indumentaria.
- La situación más crítica dentro del sector se encuentra en la confección de indumentaria, principalmente en las condiciones del trabajo a domicilio y de los talleres clandestinos.
- Hay una gran tercerización del trabajo en la confección y poco control de proveedores por parte de las empresas.
- Las mujeres se encuentran en desventaja. El trabajo femenino se concentra en la confección de prendas, sector que presenta los salarios más bajos.
- Trabajan entre 12 y 16 hs diarias y cobran por pieza terminada entre $0.50 y $2, o entre $1.50 y $2 por hora.
- Gran cantidad de mujeres trabajan en su domicilio, generalmente en villas de emergencia, que no están registradas ni reconocidas como empleadas por las empresas que las contratan.
- Existe una ley de trabajo a domicilio que los trabajadores ignoran y que muchas empresas desoyen.
- El mercado ilegal afecta tanto la comercialización como la producción.
Según el representante de la Federación Argentina de Industrias Textiles (FAIT), "uno de los mayores problemas que enfrenta el sector es la salida de la informalidad", lo que implica serios problemas a la hora de exportar productos textiles. "El problema es que es más fácil destruir puestos de trabajo que crearlos o pasarlos en blanco. Los trabajadores en negro fueron afectados también porque los salarios que aumentaron con los decretos y bonificaciones ulteriores fueron solo los salarios en blanco".

Desde el Sindicato de Empleados Textiles de la Industria y Afines (SETIA), dijeron: "es un sector camaleónico porque es muy fácil cambiar de nombre, y mucho más el de fantasía. Este es el caso de la venta en La Salada. Todavía existen `camas calientes`, son nómades y cambian la razón social. Esto es sencillo porque hoy se puede poner un taller en cualquier lado. Antes era necesaria una gran infraestructura pero hoy no. Muchos talleres están detrás de un negocio o en una casa, por ejemplo. No es fácil detectarlos".

En la Unión de Cortadores de la Indumentaria (UCI), reconocieron que el sindicato encuentra difícil el acceso a esos lugares. "Para que se revierta la situación del trabajo en negro tiene que haber un cambio de mentalidad en los que trabajan y en los empresarios. Muchos trabajadores no lo dicen porque tienen miedo de quedarse sin trabajo y los empresarios lo estiran para achicar costos. Lo que pasa también es no hay reglas por igual para los empresarios. No existen penalidades para el que contrata en negro".
Para ver el informe completo, pulsar aquí: