En memoria de Ray Anderson

16.08.2011 | Destacadas

El lunes 8 de agosto una noticia triste sacudió el mundo de la RSE y la sustentabilidad: Ray Anderson, fundador de Interface, líder y pionero de la sustentabilidad a nivel global, falleció en Boston, víctima del cáncer a los 77 años de edad. Alguna vez llamado “the greenest CEO in America”, había iniciado una verdadera revolución en el mundo corporativo cuando en 1994 asumió públicamente que su empresa tenía un comportamiento “depredador” y que se había propuesto cambiar su modelo productivo por otro sustentable. Lo logró.


“La razón principal por la que se destacó fue que él salió de su modelo de negocio, y pudo ver el mundo desde una perspectiva externa. Muchos de los líderes empresariales se han manifestado a favor de un futuro con negocios sustentables. Él era el único que comenzó con la descripción de sí mismo como "un saqueador", escribió Mallen Baker, editor de Business Respect.

“Ray comprendió la importancia del propósito colectivo para una verdadera sustentabilidad. Él nos proporcionó este sentido de propósito; él trajo significado para nuestras vidas laborales, no estamos solamente fabricando alfombras. Él nos decía que podríamos hacer la diferencia, y que colectivamente, podríamos ser parte de la solución”, lo recuerda Claude Ouimet, vicepresidente de Interface para América Latina y Canadá.

“Para mí ha sido un héroe en el campo de la RSE y la Sustentabilidad", compartió Fabian Pattberg, de la organización AccountAbility.

Anderson siempre contaba que en 1994 leyó el libro de Paul Hawken "La ecología del comercio", y que le dio una nueva comprensión de cómo las prácticas de negocios podrían dañar el medio ambiente. "Fue como una lanza en el pecho- le dijo al Atlanta Journal-Constitution- me consideré un saqueador de la Tierra", confesó.

En otra entrevista, en 1999,  le dijo a un periodista de la revista Fortune que en el futuro gente como él podría ir a la cárcel. En la famosa película The Corporation amplió la explicación de aquella frase cuando sostuvo que el daño al medio ambiente era “robarle el futuro a nuestros hijos, y eso algún día será penado”. 

A partir de aquel momento, Interface inició un proceso de reconversión productiva conocido como Mision Zero que incluyó dejar de utilizar materiales derivados de petróleo para la confección de sus alfombras, introducir energías renovables en sus plantas, reducir drásticamente el consumo de agua y reciclar y reutilizar sus propias alfombras usadas para fabricar nuevas. Mision Zero se convirtió en un distintivo de competitividad para Interface que continúa siendo una de las empresas líderes de su industria.

Tuve la oportunidad de conocer a Ray durante una de las Conferencias del Instituto Ethos que me tocó cubrir como periodista. Llamó la atención de todos que pese a su edad y algunos signos de fatiga que ya mostraba, se había tomado el avión desde Los Angeles para estar allí en San Pablo y hablarnos a todos con un enstusiasmo y una fuerza persuasiva fuera de lo común. Durante una breve conferencia de prensa que brindó luego de su panel, pude preguntarle cómo veía la sustentabilidad en América Latina. Me respondió que la región estaba llamada a liderar el tema debido al poder de sus recursos humanos y naturales.

Casualmente, la noticia de su muerte me encontró otra vez en San Pablo, participando de otra de las Conferencias de Ethos.

Ray Anderson, quizás junto a Anita Rodick, forma parte de una generación de empresarios globales pioneros que han legado al mundo ideas inspiradoras y empresas que servirán de ejemplo para nosotros y para las futuras generaciones. 

Interface ha lanzado esta semana http://raycandersonblog.com/ , un blog desde el que seguirá compartiendo y discutiendo su legado. Allí estaremos.

Por Alejandro Langlois (Director de ComunicaRSE)