Fondo para la Conservación Ambiental

05.05.2011 | Destacadas

El Banco Galicia creó el Fondo para la Conservación Ambiental con el objetivo de otorgar estímulos a investigaciones vinculadas con el medio ambiente. Esta primera edición, en concordancia con el Año Internacional de la Biodiversidad declarado por la ONU, el Banco Galicia orientó el Fondo para la Conservación Ambiental a proyectos de investigación que involucran a especies de la flora y fauna amenazada o en riesgo de extinción. Se presentaron 162 proyectos que involucran a diferentes zonas y especies de la Argentina de los cuales se seleccionaron 6 que recibirán $30.000 cada uno.


Durante la ceremonia, el Contador Antonio Garcés, presidente de Banco Galicia, destacó que “con la creación de este Fondo, Banco Galicia consolida su compromiso ambiental” a la vez que recordó que “fue el primer banco en la Argentina en adherirse a los Principios de Ecuador y certificar con la norma ISO 14000 su sistema de gestión ambiental”.

Por su parte, Constanza Gorleri; gerente de Responsabilidad Social Corporativa de Banco Galicia; destacó la calidad, interés e importancia de los proyectos presentados.
Los galardonados fueron:

Román Baigún, investigador de la Fundación de Historia Natural Félix de Azara. El proyecto se dirige al estudio, conservación y manejo del Cauquén Colorado. Al mismo tiempo se propone realizar un relevamiento de los humedales de la provincia de Buenos Aires que son de gran importancia para la conservación y el estado sanitario de esta ave. Debido a los excesos de la caza deportiva, el Cauquén Colorado pasó de ser considerado plaga a convertirse en una especie en extinción.

Paula Campanello, investigadora de la UN Misiones y el CONICET. Su proyecto está dirigido a estudios de distribución, regeneración, trabajo con pobladores y recuperación del Palo Rosa. El proyecto involucra a una de las zonas más amenazadas y biodiversas del país: la selva misionera. El Palo Rosa es una de las especies emblemáticas de árboles gigantes de la selva.

Humberto Capozzo, investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MACN) y CONICET. Su proyecto está destinado a la ecología y conservación del Delfín Franciscana. Este mamífero habita el sur de la provincia de Buenos Aires, incluso es posible verlo en las aguas del Río de la Plata. Es una de las pocas especies de delfines que habitan en agua dulce.

Victoria Carman González, investigadora de la Fundación AquaMarina. A las costas del mar argentino suelen arribar tortugas marinas Laúd y Cabezona. Por lo general estos animales llegan lastimados, enfermos o exhaustos. Mediante este proyecto se realizará un programa de salvataje, rehabilitación y devolución a su hábitat natural. Además se les colocará transmisores satelitales para poder realizar estudios sobre las rutas migratorias.

Gustavo Porini, investigador de la Fundación de Historia Natural Félix de Azara. El proyecto se dirige a la conservación del Tatú Carreta, una especie amenazada que habita en las provincias de Chaco y Santiago del Estero.

Marcela Uhart, investigadora de la Wildlife Conservation Society (WSC). Todos los años, miles de turistas se acercan a contemplar a la Ballena Franca Austral en Península Valdés, Chubut. A pesar que la Ballena fue declarada “Monumento Natural de La Nación” y la Península Valdés recibió la distinción de “Patrimonio de la Humanidad”, la especie presenta un alto índice de mortandad en las costas del lugar. El proyecto se plantea estudiar las posibles causas de la muerte de estos mamíferos.

Por otra parte el jurado recomendó a otros 6 proyectos y los distinguió con una Mención; corresponden a:


Teresita Lomáscolo, investigadora de la Fundación Pro Yungas. El proyecto busca la conservación de especies amenazadas en paisajes productivos protegidos por Yungas. Se presenta como una visión innovadora para la conservación de mamíferos y selvas pedemontanas dentro de sistemas productivos, convirtiéndose en una contribución directa a la posibilidad de evaluar la sustentabilidad de dichos sistemas y su grado de contribución a dicha conservación.

Bettina Malher, investigadora del CONICET, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (FCEyN) UBA. El proyecto está enfocado en la conservación del Cardenal Amarillo, una de las especies de pájaros más amenazadas de la Argentina. Categorizada como “En Peligro” a nivel nacional por Aves Argentinas y SAyDS debido a la caza para su venta como mascota y a la pérdida de su hábitat natural.

Andrés Novaro, investigador de Wildlife Conservation Society (WSC). El Gato Andino de la Patagonia es una especie que se encuentra amenazada. El proyecto está dirigido a la conservación de una reciente población descubierta de este felino que habita en la estepa patagónica. El Gato Andino fue declarado como “Vulnerable” por SAREM y SAyDS en la resolución 1030/2004.

Eduardo Ramilo, investigador de la Administración de Parques Nacionales (APN). Su proyecto está dirigido a la aplicación de medidas para la mitigación de amenazas a la conservación del Huemul Andino. Este cérvido autóctono fue declarado “En Peligro” a nivel nacional por la Sociedad Argentina para el Estudio de los Mamíferos (SAREM) y SAyDS. Por otra parte fue declarado Monumento Natural a nivel nacional por la ley 24702 y monumento provincial por cada una de las provincias en la cuales habita.

Heber Sosa, investigador del Instituto de Educación Física Dr. Jorge Coll. Su proyecto está dirigido a la recuperación de una de las tres especies de flamencos que habitan en la Argentina, la phoenicoparrus jamesi. Este ave, que habita en Laguna Brava en la provincia de La Rioja, fue declarada “En Peligro” a nivel nacional por Aves Argentinas y la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable (SAyDS)

Graciela Verzino, investigadora de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Córdoba. Su proyecto está dirigido a la conservación ex situ de recursos forestales nativos en Argentina mediante el Banco Nacional de Gernoplasma de Prosopsis. El género Prosopis, dentro del cual se encuentra el Algarrobo, comprende varias especies de árboles, cuyas poblaciones han sido tremendamente afectadas tanto por la tala para uso de su madera como por los desmontes para uso agrícola.