Incumplen código de autorregulación publicitaria

15.07.2011 | Europa

El 62,5 por ciento de los anuncios publicados en diarios y revistas incumple las restricciones del código de autorregulación publicitaria de la Federación Española de Bebidas Espirituosas (FEBE) y de la Asociación de Cerveceros de España, según los resultados de un estudio elaborado por la Asociación de Usuarios de la Comunicación (AUC) presentado en Madrid.


 

Concretamente, de los 4.800 anuncios de bebidas alcohólicas publicados en diarios y revistas que analiza el estudio, 3.000 no indican la graduación de la bebida, 600 asocian el consumo de la bebida con el éxito social o sexual y 190 están ubicados en las portadas o contraportadas de las publicaciones, una práctica que prohíben expresamente los códigos de autorregulación citados.
Las conclusiones del estudio ponen de relieve algunas prácticas de "dudosa legalidad", especialmente en televisión y en la publicidad exterior de vallas y marquesinas, "evidenciando la ineficacia" de los acuerdos de buenas prácticas vigentes. "Primero porque no incluyen a los productores de vino; segundo porque no se adhieren a ellos todas las marcas de bebidas con alcohol y tercero porque son incumplidos sistemáticamente por los fabricantes que sí han suscrito estos acuerdos", sentenció la principal responsable del estudio, Ángeles Pérez.
En este sentido, la investigación cuestiona algunas prácticas publicitarias como el 'product placement' en las series televisivas, que "puede considerarse publicidad encubierta"; la publicidad en recintos deportivos, donde está prohibida la venta y el consumo de alcohol; o la publicidad en vallas y fachadas "a pesar de que en la mayoría de las comunidades autónomas está prohibido el consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública", destaca el informe.
"LA CERVEZA Y EL TINTO DE VERANO NO SON REFRESCOS"
La AUC critica especialmente el caso de la cerveza por su "elevada presión promocional" en televisión; por incumplir la normativa en algunas de sus acciones publicitarias y por buscar un posicionamiento como "bebida refrescante y alimenticia", "minimizando su carácter alcohólico" y aprovechando "cierta confusión" entre versiones 'clásicas', 'mixers', 'sin', '0,0', 'light' o sus combinaciones. "No se debe olvidar que el tinto de verano y la caña contienen alcohol y no pueden ser considerados como un refresco más", afirmó la directora del estudio.
Asimismo, no debe olvidarse la "intensa actividad" de patrocinio deportivo y musical que llevan a cabo este tipo de productos y la "fuerte influencia" que ejercen sobre los jóvenes a consecuencia de ello, "algo a tener en cuenta si se observa el grave problema que supone el consumo temprano y abusivo de alcohol en menores y adolescentes", explicó la experta. Por ello, "es del todo necesaria una regulación más firme de la publicidad de bebidas alcohólicas que vincule legalmente a todas las marcas y productos para que cumplan las normas que hoy son voluntarias", aseguró Ángeles Pérez.
"Una buena opción" para minorar la presión publicitaria que ejerce esta industria sobre los jóvenes sería la de "extender las limitaciones legales televisivas al resto de medios con el fin de evitar que se asocie el consumo de bebidas como el vino o la cerveza a la obtención de propiedades terapéuticas, estimulantes o sedantes", aseveró.
(Europa Press)

Concretamente, de los 4.800 anuncios de bebidas alcohólicas publicados en diarios y revistas que analiza el estudio, 3.000 no indican la graduación de la bebida, 600 asocian el consumo de la bebida con el éxito social o sexual y 190 están ubicados en las portadas o contraportadas de las publicaciones, una práctica que prohíben expresamente los códigos de autorregulación citados.

Las conclusiones del estudio ponen de relieve algunas prácticas de "dudosa legalidad", especialmente en televisión y en la publicidad exterior de vallas y marquesinas, "evidenciando la ineficacia" de los acuerdos de buenas prácticas vigentes. "Primero porque no incluyen a los productores de vino; segundo porque no se adhieren a ellos todas las marcas de bebidas con alcohol y tercero porque son incumplidos sistemáticamente por los fabricantes que sí han suscrito estos acuerdos", sentenció la principal responsable del estudio, Ángeles Pérez.
En este sentido, la investigación cuestiona algunas prácticas publicitarias como el 'product placement' en las series televisivas, que "puede considerarse publicidad encubierta"; la publicidad en recintos deportivos, donde está prohibida la venta y el consumo de alcohol; o la publicidad en vallas y fachadas "a pesar de que en la mayoría de las comunidades autónomas está prohibido el consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública", destaca el informe.

"LA CERVEZA Y EL TINTO DE VERANO NO SON REFRESCOS"
La AUC critica especialmente el caso de la cerveza por su "elevada presión promocional" en televisión; por incumplir la normativa en algunas de sus acciones publicitarias y por buscar un posicionamiento como "bebida refrescante y alimenticia", "minimizando su carácter alcohólico" y aprovechando "cierta confusión" entre versiones 'clásicas', 'mixers', 'sin', '0,0', 'light' o sus combinaciones. "No se debe olvidar que el tinto de verano y la caña contienen alcohol y no pueden ser considerados como un refresco más", afirmó la directora del estudio.

Asimismo, no debe olvidarse la "intensa actividad" de patrocinio deportivo y musical que llevan a cabo este tipo de productos y la "fuerte influencia" que ejercen sobre los jóvenes a consecuencia de ello, "algo a tener en cuenta si se observa el grave problema que supone el consumo temprano y abusivo de alcohol en menores y adolescentes", explicó la experta. Por ello, "es del todo necesaria una regulación más firme de la publicidad de bebidas alcohólicas que vincule legalmente a todas las marcas y productos para que cumplan las normas que hoy son voluntarias", aseguró Ángeles Pérez.
"Una buena opción" para minorar la presión publicitaria que ejerce esta industria sobre los jóvenes sería la de "extender las limitaciones legales televisivas al resto de medios con el fin de evitar que se asocie el consumo de bebidas como el vino o la cerveza a la obtención de propiedades terapéuticas, estimulantes o sedantes", aseveró.

(Europa Press)