Ingresa en el Senado Ley de equidad del género

29.08.2011 | Destacadas

La senadora nacional por el Partido Justicialista de la provincia de Salta, Sonia Escudero presentó esta semana en el Congreso argentino un proyecto de ley para hacer efectiva la igualdad de oportunidades y de trato entre varones y mujeres. De prosperar, y para lograr una presencia equilibrada de varones y mujeres en los distintos ámbitos de toma de decisiones, los poderes públicos promoverán, a través de medidas oportunas, que en los órganos administrativos "los dos sexos estén   representados al menos al 40%", indicó la legisladora.


 

Además, " los cargos directivos y gerenciales de todas las empresas prestadoras de servicios públicos deberán tener una representación equilibrada de varones y mujeres", a excepción de las Micro y Pequeñas Empresas.
La iniciativa prohíbe toda discriminación de la mujer, cualquiera sea su condición y la forma utilizada para hacerlo, e impone una serie de obligaciones para el Estado y a todas las persona físicas y jurídicas existentes en la Argentina.
Se busca que los poderes públicos lleven a cabo una serie de acciones positivas a fin de dar cumplimiento a la igualdad de género, y corregir las situaciones de inequidad subsistentes. Entre otros aspectos, propugna la eliminación de roles y estereotipos en función del sexo.
La igualdad de oportunidades y de trato debería aplicarse tanto en el ámbito del empleo privado como en el público, a los efectos de garantizar el acceso al mismo, la formación profesional, las condiciones de trabajo, y de afiliación. A su vez, el Estado debería crear programas de mejora de la empleabilidad de las mujeres.
Se procuran reformas, también, en el sistema educativo, que deberá observar incluir en la currícula el respeto por la igualdad de derechos y oportunidades entre varones y mujeres. Y se deberá eliminar todo concepto estereotipado de los papeles masculino y femenino en todos los niveles y en todas las formas de enseñanza.
"La violencia de género, la discriminación salarial, el mayor desempleo femenino, la todavía escasa presencia de las mujeres en puestos de responsabilidad política, social o económica, o los problemas de conciliación entre la vida personal, laboral y familiar muestran como la igualdad plena, efectiva, entre mujeres y hombres, es todavía hoy una tarea pendiente que precisa de nuevos instrumentos jurídicos", argumentó Escudero.
"Lograr la igualdad de oportunidades entre las mujeres y los varones no sólo interesa a las mujeres, sino que es cuestión de extraordinaria importancia para alcanzar el desarrollo de la sociedad en su conjunto", justificó Escudero en los fundamentos de su iniciativa. "Es innegable que la mujer ha sido y sigue siendo objeto de diversas formas de discriminación por el sólo hecho de ser mujer".
Situaciones desiguales deben tratarse de manera diferente para poder llegar a la igualdad buscada. "Resulta necesaria entones una acción normativa dirigida a combatir todas las manifestaciones aún subsistentes de discriminación", sostuvo la legisladora y autora del proyecto.
"Tengamos presente que sólo después de la "ley de cupos" (para cargos electorales), que aseguró un mínimo de mujeres en cargos electivos, fue que ingresamos explícitamente a la política. Así fue que legislamos sobre violencia, acoso sexual, anticoncepción, parto humanizado, nuevas tecnologías reproductivas,   entre otros tantos temas" -recordó, por último, Escudero.
En mayo de 2003, considerando las contraprestaciones del Plan Jefes/as de Hogar Desocupados, sólo el 45% de las mujeres de entre 15 y 65 años de edad se encontraban ocupadas, mientras que entre los varones, el 65% accedía a un empleo remunerado (según datos del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social. INDEC-EPH).
Asimismo, las mujeres presentan mayores niveles de subocupación, es decir, trabajan una jornada menor a la habitual. Mientras para la población en su conjunto el subempleo horario es de 19,3%, entre las mujeres es de 24,7%.
A su vez, las mujeres se concentran en ramas de ocupación "típicamente femeninas": el servicio doméstico, la enseñanza, servicios sociales y de salud, otros servicios personales y la industria textil. En estas ramas, las mujeres representan más del 50% del total de ocupados.
En cuanto a la diferencia de salarios por el mismo tipo de trabajo e igual capacitación, los varones ganan -en promedio-, 37,6% más que las mujeres. Dato que se confirma en todas las categorías ocupacionales.
En los sindicatos, la cantidad de mujeres dirigentes representa sólo un 5,5% del total. En 2004, por primera vez, una mujer accedió a la dirección tripartita de la CGT. Si bien se ha sancionado la ley 25.674 de Cupo Sindical Femenino –que establece desde el año 2002 cuotas en las listas de los cargos directivos de los gremios–, de un total de 26.304 cargos en Órganos Directivos, sólo el 16,9% corresponden a mujeres.

Además, " los cargos directivos y gerenciales de todas las empresas prestadoras de servicios públicos deberán tener una representación equilibrada de varones y mujeres", a excepción de las Micro y Pequeñas Empresas.
La iniciativa prohíbe toda discriminación de la mujer, cualquiera sea su condición y la forma utilizada para hacerlo, e impone una serie de obligaciones para el Estado y a todas las persona físicas y jurídicas existentes en la Argentina.
Se busca que los poderes públicos lleven a cabo una serie de acciones positivas a fin de dar cumplimiento a la igualdad de género, y corregir las situaciones de inequidad subsistentes. Entre otros aspectos, propugna la eliminación de roles y estereotipos en función del sexo.

La igualdad de oportunidades y de trato debería aplicarse tanto en el ámbito del empleo privado como en el público, a los efectos de garantizar el acceso al mismo, la formación profesional, las condiciones de trabajo, y de afiliación. A su vez, el Estado debería crear programas de mejora de la empleabilidad de las mujeres.
Se procuran reformas, también, en el sistema educativo, que deberá observar incluir en la currícula el respeto por la igualdad de derechos y oportunidades entre varones y mujeres. Y se deberá eliminar todo concepto estereotipado de los papeles masculino y femenino en todos los niveles y en todas las formas de enseñanza.

"La violencia de género, la discriminación salarial, el mayor desempleo femenino, la todavía escasa presencia de las mujeres en puestos de responsabilidad política, social o económica, o los problemas de conciliación entre la vida personal, laboral y familiar muestran como la igualdad plena, efectiva, entre mujeres y hombres, es todavía hoy una tarea pendiente que precisa de nuevos instrumentos jurídicos", argumentó Escudero.
"Lograr la igualdad de oportunidades entre las mujeres y los varones no sólo interesa a las mujeres, sino que es cuestión de extraordinaria importancia para alcanzar el desarrollo de la sociedad en su conjunto", justificó Escudero en los fundamentos de su iniciativa. "Es innegable que la mujer ha sido y sigue siendo objeto de diversas formas de discriminación por el sólo hecho de ser mujer".

Situaciones desiguales deben tratarse de manera diferente para poder llegar a la igualdad buscada. "Resulta necesaria entones una acción normativa dirigida a combatir todas las manifestaciones aún subsistentes de discriminación", sostuvo la legisladora y autora del proyecto.
"Tengamos presente que sólo después de la "ley de cupos" (para cargos electorales), que aseguró un mínimo de mujeres en cargos electivos, fue que ingresamos explícitamente a la política. Así fue que legislamos sobre violencia, acoso sexual, anticoncepción, parto humanizado, nuevas tecnologías reproductivas,   entre otros tantos temas" -recordó, por último, Escudero.

En mayo de 2003, considerando las contraprestaciones del Plan Jefes/as de Hogar Desocupados, sólo el 45% de las mujeres de entre 15 y 65 años de edad se encontraban ocupadas, mientras que entre los varones, el 65% accedía a un empleo remunerado (según datos del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social. INDEC-EPH).
Asimismo, las mujeres presentan mayores niveles de subocupación, es decir, trabajan una jornada menor a la habitual. Mientras para la población en su conjunto el subempleo horario es de 19,3%, entre las mujeres es de 24,7%.
A su vez, las mujeres se concentran en ramas de ocupación "típicamente femeninas": el servicio doméstico, la enseñanza, servicios sociales y de salud, otros servicios personales y la industria textil. En estas ramas, las mujeres representan más del 50% del total de ocupados.

En cuanto a la diferencia de salarios por el mismo tipo de trabajo e igual capacitación, los varones ganan -en promedio-, 37,6% más que las mujeres. Dato que se confirma en todas las categorías ocupacionales.
En los sindicatos, la cantidad de mujeres dirigentes representa sólo un 5,5% del total. En 2004, por primera vez, una mujer accedió a la dirección tripartita de la CGT. Si bien se ha sancionado la ley 25.674 de Cupo Sindical Femenino –que establece desde el año 2002 cuotas en las listas de los cargos directivos de los gremios–, de un total de 26.304 cargos en Órganos Directivos, sólo el 16,9% corresponden a mujeres.