La culpabilidad por “salir a las seis" merma la productividad

11.07.2011 | Destacadas

La multinacional de servicios profesionales KPMG detecta un "sentido de culpabilidad por salir a las seis" de la tarde del trabajo, lo que se traduce en una menor productividad por el "cansancio acumulado", así como en una dificultad para mejorar la conciliación de la vida personal y profesional, explicó el presidente de la firma en España, John Scott.


 

Durante una conferencia en la escuela de negocios Esade de Barcelona, Scott explicó que, en España, "cuando se les dice a los trabajadores que se pueden ir a las seis, no se van", debido a un freno "cultural" por las tradicionales jornadas largas.
El directivo instó a las empresas a "cambiar" este freno cultural, haciendo saber a los empleados que "lo que cuenta es el trabajo que haces, y no el que te ven que haces", ya que "no hay premio por trabajar hasta las nueve o las diez de la noche".
En su intervención, centrada en el liderazgo, destacó la evolución que deben seguir los directivos con las nuevas generaciones de empleados, pasando "de la autoridad a la motivación", en especial en un entorno donde la rotación de empleos es cada vez más frecuente y la mano de obra tiende a reducirse por el estancamiento demográfico.
Scott recordó las previsiones de futuro que apuntan a una "escasez" de profesionales en el horizonte de 2012, y en la "guerra por el talento" que ello conllevará entre empresas para completar sus plantillas y para evitar fugas de personal cualificado.
En este contexto, situó a España entre los países que, por el momento, tienen más trabajadores "dispuestos a estar años en la empresa". "En España hay más compromiso de carrera a largo plazo", dijo.
(Expansión & Empleo)

Durante una conferencia en la escuela de negocios Esade de Barcelona, Scott explicó que, en España, "cuando se les dice a los trabajadores que se pueden ir a las seis, no se van", debido a un freno "cultural" por las tradicionales jornadas largas.

El directivo instó a las empresas a "cambiar" este freno cultural, haciendo saber a los empleados que "lo que cuenta es el trabajo que haces, y no el que te ven que haces", ya que "no hay premio por trabajar hasta las nueve o las diez de la noche".

En su intervención, centrada en el liderazgo, destacó la evolución que deben seguir los directivos con las nuevas generaciones de empleados, pasando "de la autoridad a la motivación", en especial en un entorno donde la rotación de empleos es cada vez más frecuente y la mano de obra tiende a reducirse por el estancamiento demográfico.
Scott recordó las previsiones de futuro que apuntan a una "escasez" de profesionales en el horizonte de 2012, y en la "guerra por el talento" que ello conllevará entre empresas para completar sus plantillas y para evitar fugas de personal cualificado.

En este contexto, situó a España entre los países que, por el momento, tienen más trabajadores "dispuestos a estar años en la empresa". "En España hay más compromiso de carrera a largo plazo", dijo.
(Expansión & Empleo)