La falta de mujeres en la alta dirección dificulta su presencia en los consejos de administración

19.11.2013 | Europa

La baja presencia de mujeres en los consejos de administración de las empresas está condicionada, en buena medida, por la ausencia de mujeres ocupando puestos en la alta dirección de las mismas, según se pone de manifiesto en un estudio realizado por el Centro de Gobierno Corporativo del Instituto de Empresa. Al techo de cristal se le suma un círculo vicioso: como hay pocas mujeres en la alta dirección, es muy complicado poder seleccionar candidatas consejeras, y, como la presencia de las primeras es tan escasa, no sirven de ejemplo o incentivo para otras que puedan estar en la carrera directiva o del consejo. 


Ante la ley europea aprobada en 2012 que propone alcanzar un 40% de mujeres en los consejos de administración en el año 2020, el Instituto de Empresa se hizo la pregunta de si realmente una cuota en el máximo órgano de gobierno de una empresa cambiará la realidad y las mujeres pasarán a ocupar estos puestos.

En España, desde 2007 está en vigor la Ley de Igualdad, que tiene como uno de sus objetivos incrementar el número de mujeres en los puestos de poder, y en los consejos de administración más concretamente, se ha visto como el número de mujeres ha crecido tanto en valores absolutos como relativos, pero sigue estando lejos de estar en igualdad de representatividad con respecto a los hombres que forman parte de estos consejos. 

Según el estudio, el número de mujeres en la alta dirección apenas supone un 8 por ciento, sobre una media de 13 miembros de promedio en el número de componentes del equipo directivo de las compañías cotizadas españolas. Este dato es ligeramente inferior al 15% de presencia femenina en los consejos de administración de las organizaciones que componen Ibex 35, de acuerdo con el informe "Mujeres en los Consejos de Administración y en la Alta Dirección en España" elaborado por Patricia Gabaldón.

El aumento que se ha producido en los últimos años en cuanto a mujeres en los máximos órganos de las empresas se ha debido tanto a la Ley de Igualdad como a las recomendaciones del Código Unificado de Buen Gobierno, sin embargo se afirma que teniendo en cuenta la evolución, respecto a diversidad de género, "no parece que la legislación por sí misma vaya a ser un incentivo suficiente". 

El incumplimiento de estos cambios normativos puede hacer que "sea costoso" para las empresas, "ya sea en términos sociales o económicos". Así, se destaca que las compañías que no cuentan con mujeres "se están convirtiendo en excepciones difíciles de explicar, tanto frente a inversores, como clientes o incluso potenciales futuros trabajadores".

El estudio destaca la importancia de que haya una masa crítica de mujeres en la alta dirección, puesto que muchas de las que actualmente están en los consejos de administración en calidad de independientes son directivas procedentes de la misma o de otras empresas, más jóvenes y con una experiencia profesional relevante.

En cuanto a la posición que ocupan las mujeres en la alta dirección, de las 39 mujeres que había a mayo de 2013 en las empresas del selectivo español, un tercio de ellas se encuadraban en el departamento de finanzas, un 23 por ciento son responsables de operaciones y tan sólo un 15 por ciento son responsables de áreas de negocio. En recursos humanos y marketing y comunicación están el 12,8 respectivamente.

El reducido número de mujeres en las líneas de alta dirección puede tener diversas causas, afirma el informe. Desde el“techo de cristal”, hasta las diferencias salariales entre hombres y mujeres o incluso la menordisponibilidad de la mujer para ocupar estos puestos. Sin embargo, el estudio destaca cómo la presión legislativa ha hecho cambiar los consejos de administración, y sin embargo no parece que esté siendo totalmente permeable hacia abajo, dado que las primeras líneas de dirección son aun mayoritariamente masculinas. Así, se vuelve a cerrar el círculo vicioso de la falta de mujeres en los consejos de administración: como hay pocas mujeres en la alta dirección, es muy complicado poder seleccionar candidatas consejeras, y, como la presencia de las primeras es tan escasa, no sirven de ejemplo o incentivo para otras que puedan estar en la carrera directiva o del consejo. Y esto parece ser especialmente difícil en las empresas más grandes, ya que conforme se ve aumentada la muestra de mujeres directivas en empresas con menor capitalización, las cifras de mujeres directivas aumenta. 

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