La industria de alimentación y bebidas expone retos de sostenibilidad medioambiental de cara a 2020

18.06.2014 | Europa

La Federación Española de Industrias de la  Alimentación y Bebidas (FIAB) realizó el congreso “Alimentamos un futuro sostenible: Retos ambientales de la Industria Alimentaria a 2020”. Se presentaron cinco desafíos para el sector, entre ellos la seguridad alimentaria, la gestión del agua, dependencia energética y el impacto ambiental de los envases y el cambio climático.


El Director General de FIAB, Horacio González Alemán, ha sido el encargado de exponer los desafíos de la industria en esta materia. Gónzalez Alemán ha señalado que “sólo es posible avanzar en los objetivos marcados si todos en la cadena alimentaria tenemos una visión comprometida con el medio ambiente y trabajamos conjuntamente”.

El primero de los retos es “Alimentar a una población creciente en un entorno de escasez de recursos”. Todas las previsiones apuntan que para el año 2030 será necesario aumentar en un 50% el suministro de alimentos para satisfacer las demandas de la creciente población mundial. Si el modelo actual de producción continúa, este incremento provocará una presión cada vez mayor sobre los ya escasos recursos naturales disponibles.

Para avanzar en la sostenibilidad de los alimentos la industria se propone, entre otras medidas: contribuir al desarrollo de un abastecimiento sostenible de materias primas; reducir el desperdicio de alimentos; colaborar con asociaciones de consumidores e instituciones o sectores interesados en la promoción de la sostenibilidad medioambiental y promover el cálculo de la huella ambiental de los productos.

El segundo reto es “Gestionar el agua de forma más sostenible”. Aunque el sector ha conseguido reducir su consumo anual en un 33% de 2006 a 2010, la industria quiere continuar disminuyéndolo mediante la optimización de los procesos y su reutilización sin afectar la calidad y seguridad de los productos, así como mejorar la calidad de los vertidos finales.

“Mantener la competitividad industrial en un entorno de incertidumbre jurídica y dependencia energética” es el tercer reto. España se caracteriza por tener una estructura de consumo energético con una dependencia muy elevada. Además, en el ámbito nacional hay una gran incertidumbre en cuanto al marco regulatorio de estas actividades. La industria se marca como objetivo mejorar la eficiencia de los procesos de producción y envasado y el uso de fuentes de energía más limpias y eficientes.

Otro de los objetivos que la industria plantea es la “Mejora de la eficiencia de procesos y mitigación del cambio climático”. Para ello quiere impulsar la colaboración con los proveedores para optimizar el transporte y la distribución de materias primas y productos y reducir, de este modo, las emisiones de gases de efecto invernadero.

El último reto consiste en “Minimizar el impacto ambiental de los envases”. En España se reciclan 7 de cada 10 envases puestos en el mercado. La idea es promover la innovación en envases más sostenibles; evitar los residuos; trabajar en el diseño y el ciclo de vida del envase y promover la mejora de los procedimientos de elaboración y presentación de informes en los Estados Miembros.

En el marco del congreso, hemos conocido también algunos de los ejemplos del compromiso con el medio ambiente de la industria alimentaria como el caso de Nestlé y su estrategia de gestión del agua; Unilever España y su Guía Unilever desperdicios alimentarios; la empresa Calidad Pascual y su Plan de Gestión de impacto ambiental; y  la Asociación de Bebidas Refrescantes y Refrescos (ANFABRA).

Además todos estos puntos se incluyeron en el Marco Estratégico para la Industria de la Alimentación y Bebidas que FIAB presentó el pasado mes de marzo.