“La nutrición inadecuada de los trabajadores implica pérdidas de productividad cercanas al 20%”

14.05.2015 | Gestión

La OIT convocó a expertos de la academia para estudiar el impacto de la nutrición en el trabajo con motivo del el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo. El objetivo es resaltar la necesidad de que el ámbito laboral se convierta en un espacio para promover actividades saludables como una buena alimentación debido a sus beneficios como: aumentar el rendimiento de los empleados;mejorar su bienestar físico y mental; prevenir enfermedades no transmisibles (diabetes, hipertensión, males cardiovasculares, obesidad, cáncer); reducir los costos en salud y los del ausentismo laboral.


“Dado que el estilo de vida se puede definir como el conjunto de decisiones que toma un individuo con respecto a su salud y sobre las cuales ejerce cierto grado de control, es imprescindible crear entornos en los que se facilite que las personas tomen decisiones saludables. Así, el ámbito laboral es el lugar natural para trabajar la problemáticas relacionadas con el estilo de vida”, señala la Dra. Mónica Katz, directora de la Carrera de Especialista en Obesidad y del Posgrado en Nutrición de la Universidad Favaloro. Y agrega: “Como beneficio para el empleador se puede resaltar que una mala nutrición lleva a un menor rendimiento laboral”.

Christopher Wanjek, autor de “La alimentación en el trabajo”, un libro que le fue encargado especialmente por la OIT, coincide: “El ambiente laboral, donde muchos adultos pasan un tercio de su día, o la mitad de las horas en las que están despiertos, es un lugar lógico para realizar intervenciones de salud. Los programas de alimentación en el trabajo pueden prevenir deficiencias de micronutrientes y enfermedades crónicas como la obesidad”, asegura. Wanjek, que hizo un estudio profundo sobre la situación de la alimentación laboral en gran parte del mundo, explica que “la inversión en nutrición queda saldada porque consigue una reducción de ausentismo por enfermedad y accidentes y aumenta la productividad y la moral. Estos programas de nutrición en el trabajo son buenos para los empleados, para el negocio y para los países”. Y grafica: “La nutrición inadecuada de los trabajadores implica que en todo el mundo las empresas tengan pérdidas de productividad cercanas al 20%”.[2]

Los especialistas sostienen que las empresas podrían ser grandes aliadas para el cuidado de la salud de sus contratados. Mónica Katz recuerda que según el Instituto Nacional para la Salud y el Bienestar de Finlandia, “los empleados que comían en la empresa consumían más frutas y verduras que aquellos que traían su comida de casa o compraban en un delivery.

Wanjek acota: “Consumir alimentos de buena calidad junto a los compañeros de trabajo en un entorno tranquilo ayuda a los empleados a rendir al máximo. Cuando están relajados y se han alimentado bien son más productivos, lo que beneficia a sus empleadores y familias”. Sin embargo, Wanjek comprobó que esta hipótesis por lo general son la excepción y no la norma. Si bien no hay datos oficiales sobre la situación alimentaria y nutricional en el trabajo en la Argentina, en 2013 la OIT dio a conocer un estudio sobre lo que ocurre en Chile. Según el informe, el 39% de los trabajadores no recibe ningún beneficio para alimentarse; y un 22% no dispone de un lugar para comer. Y se quejan de que el tiempo para almorzar es insuficiente y la calidad de la comida no es óptima ya que no suele incluir verduras y frutas. Por su parte, el 12,8% de las empresas reconoce que no ofrecen una alimentación saludable a sus trabajadores por razones de costo.

Una costumbre muy difundida entre los oficinistas es la de no salir a almorzar sino que comen en sus escritorios, algo que les permite ahorrar tiempo y dinero pero que, definitivamente, atenta contra su salud. “¡Alrededor del 70% de los británicos y norteamericanos almuerzan en escritorio!”, se indigna Katz. “El problema es que cuando uno hace dos cosas al mismo tiempo, las conductas compiten entre sí. Y como el comportamiento ‘comer’ no es de alto involucramiento humano, si existe una actividad paralela al comer ésta funciona como distractor y potencia el subregistro del volumen ingerido, lo que genera consumo extra de calorías”.

Empleadores como aliados

Más allá de lo que haga el propio trabajador para mantenerse sano, los empleadores también pueden implementar medidas que ayuden a cuidarlos.

La Alimentación Saludable en el Trabajo es uno de los tres objetivos que debe cumplir una empresa para ser considerada “saludable” según las recomendaciones del Ministerio de Salud de la Nación. Y menciona varias metas fundamentales, entre ellas:

-Que la institución cuente con una oferta de alimentos saludables en su comedores, buffets y kioscos;

- Que los eventos organizados por la institución ofrezcan menúes saludables;

- Que realice acciones de promoción de alimentación saludable de acuerdo a las necesidades y problemática de sus trabajadores;

- Que facilite el acceso a un consultorio nutricional para la atención del personal que lo requiera;

- Que se ofrezca diariamente variedad de ensaladas y verduras cocidas;

- Que el menú del comedor o buffet incluya por lo menos en uno de sus platos hortalizas y verduras;

- Que se ofrezcan opciones de postre con frutas frescas o cocidas.

En cuanto a otros ‘tips’ para incorporar a la rutina diaria y contrarrestar los efectos del sedentarismo, Mónica Katz enfatiza: “Considero que TODOS los trabajadores deberían contar con un cuentapasos suministrado por el empleador”.