La obesidad le cuesta al mundo U$S 2 mil millones al año
Un nuevo documento de debate del Instituto Global McKinsey (MGI) ofrece un análisis económico inicial de la obesidad y recomendaciones para una potencial estrategia para luchar contra esta enfermedad que afecta a un tercio de la población mundial. Presenta 74 iniciativas que se están discutiendo o poniendo en práctica en el mundo para hacer frente a la obesidad.
Cerca del 30% de la población mundial tiene sobrepeso u obesidad, casi dos veces y media el número de adultos y niños que están desnutridos. La obesidad es responsable de cerca del 5% de todas las muertes al año, y su impacto económico global asciende a aproximadamente U$S 2 mil millones al año, o 2.8 % del PIB mundial, casi equivalente al impacto mundial del tabaquismo.
Estos datos fueron publicados en un nuevo documento de debate del Instituto Global McKinsey (MGI) que ofrece un análisis económico inicial del tema y una opinión independiente sobre una potencial estrategia para luchar contra la obesidad.
El estudio analiza 74 iniciativas que se están discutiendo o poniendo en práctica en el mundo para hacer frente a la obesidad, incluyendo las comidas escolares subvencionados, el etiquetado de calorías, las restricciones a la publicidad de alimentos altos en calorías y bebidas, entre otras.
“En nuestro estudio nos hemos centrado en la comprensión de lo que se necesita para hacer frente a la obesidad cambiando el balance energético de los individuos a través de ajustes en los hábitos de alimentación o en la actividad física. Sin embargo, algunas preguntas importantes que todavía no hemos abordado requieren una considerable investigación adicional. Estas preguntas incluyen el papel de diferentes nutrientes en el cambio de las hormonas de la saciedad y el metabolismo, así como la relación entre el microbioma intestinal y la obesidad.”, afirman sus autores.
El documento presenta evidencia que indica que ninguna intervención sobre la obesidad podrá tener un impacto global significativo a no ser que sea a través de acciones sistémicas, sostenidas y en escala. Toda acción identificada en el estudio ofreció ventajas financieras importantes como ahorro en los costes sanitarios y aumento de la productividad. En el Reino Unido, por ejemplo, un programa de este tipo podría revertir la creciente obesidad, ahorrando al Servicio Nacional de Salud cerca de $ 1.2 mil millones al año.
La educación y la responsabilidad personal son elementos fundamentales de cualquier programa destinado a reducir la obesidad, pero no son suficientes por sí solos. Otras intervenciones requeridas dependen menos de decisiones conscientes por parte de personas y más sobre los cambios en el medio ambiente y las normas sociales. Ellos incluyen la reducción de tamaño de las porciones, el cambio de las prácticas de comercialización, y la reestructuración de los entornos urbanos y de educación para facilitar las actividades físicas.
Ningún sector de la sociedad puede abordar la obesidad por sí solo, se necesitan acciones articuladas. Además, la implementación de un programa de reducción de la obesidad en la escala requerida no será fácil.