La reputación en la Era de la Híper Transparencia

15.09.2014 | Europa

Un reciente informe del Centro de Ideas y Tendencias de LLORENTE & CUENCA describe cuáles son las claves y las habilidades necesarias para desarrollar una buena gestión del riesgo reputacional. Presenta una tipología de estrategias para la gestión del riesgo reputacional: La estrategia incipiente, la caótica, la falsa, y finalmente la estrategia efectiva.


Los máximos ejecutivos y los consejos de administración cada día están más interesados en gestionar estratégicamente el riesgo reputacional. Según la Encuesta sobre Riesgo de Deloitte (2013), el 56% de las compañías perciben la reputación como una gran prioridad en la gestión ejecutiva. No obstante, debido a su relativa novedad y la incapacidad para entender este concepto, muchos líderes y sus organizaciones no terminan de comprender cómo abrazarse a su “reputación”, por no hablar del “riesgo reputacional”.

En este informe, LLORENTE y CUENCA examina por qué, recientemente, se ha acelerado la carrera por comprender qué es el riesgo reputacional y ofrece un marco analítico para entender cómo abordar con efectividad la gestión del riesgo reputacional en una organización.

El objetivo final es dotar a las organizaciones de las herramientas necesarias para interpretar, delimitar, mitigar y transformar sus riesgos reputacionales en valor. 

 

En el Manual del Riesgo Reputacional,
Andrea Bonime-Blanc
detalla dónde encaja el riesgo
reputacional en el Gran Olimpo
de la gestión de riesgos -tanto estructural
como sustancialmente-.
En el gráfico 4 del Manual, aquí
referido, se muestran cinco etapas
de la evolución en la gestión de
riesgos: únicamente en las últimas
etapas del desarrollo (números 3 a
5) se hace posible la gestión efectiva
del riesgo reputacional.

En el Manual del Riesgo Reputacional, Andrea Bonime-Blanc detalla dónde encaja el riesgo reputacional en el Gran Olimpo de la gestión de riesgos -tanto estructuralcomo sustancialmente-. En el gráfico 4 del Manual, aquí referido, se muestran cinco etapas de la evolución en la gestión de riesgos: únicamente en las últimas etapas del desarrollo (números 3 a5) se hace posible la gestión efectiva del riesgo reputacional.