Las eco-etiquetas, las de comercio justo y la certificación ISO 14001 aumentan la productividad y mejoran las relaciones entre empleados

19.09.2012 | Gestión

Se presentó un estudio que revela cómo el compromiso ambiental de una empresa puede afectar su productividad. Los resultados mostraron un promedio de productividad laboral en un 6 por ciento más alto en las empresas que voluntariamente adoptaron normas ambientales. El efecto de estas certificaciones en una mayor productividad se debe a la apreciación de los empleados de su lugar de trabajo. "Es un círculo virtuoso. Se atrae a los mejores, porque son empresas de mente abierta, luego se adoptan estándares verdes que atraen más gente aún, y esto sigue alimentándose. Las empresas que adoptan estas políticas tienden a ser mejor”, revela el informe. Se destacan la empresa Patagonia, que recibe un promedio de 900 aspirantes deseosos de trabajar con ellos, y el Hotel Ambrose cuyos trabajadores de limpieza reportaron menos dolores de cabeza, alergias y días de enfermedad por medidas ambientales.


El estudio “Environmental Standards and Labor Productivity: Understanding the Mechanisms That Sustain Sustainability," ("Normas ambientales y la productividad laboral: comprendiendo los mecanismos que sostienen la sustentabilidad”) acaba de ser publicado y revela cómo el compromiso ambiental de una empresa puede afectar su productividad.

La investigación realizada por la profesora Magali Delmas, economista ambiental del Instituto de Medio Ambiente y Sostenibilidad de la UCLA junto a Sanja Pekovic de la Universidad francesa París-Dauphine, ha demostrado que las prácticas de negocio sostenibles pueden generar beneficios en la relación costo-eficiencia y en la productividad de las empresas.

Se basó en una encuesta a empleados de 5.220 empresas francesas, con selección aleatoria de dos empleados de cada empresa por un total de más de 10.000 personas. Se analizaron empresas que hayan adoptado voluntariamente normas internacionales y de etiquetado ecológico como la etiqueta de "comercio justo", etiquetas orgánicas y la ISO 14001,  identificadas como “empresas verdes”.

Se determinó la productividad de cada empresa tomando un logaritmo del valor agregado (ingresos menos gastos), dividido por el número de empleados, lo que produce el valor promedio de la producción por empleado. Los resultados mostraron un promedio de productividad laboral en un 6 por ciento más alto en las empresas que voluntariamente adoptaron normas ambientales.

Las encuestas a los empleados midió la formación y capacitación de los empleados y la frecuencia de interacción con sus compañeros de trabajo.

“Es clara la diferencia en términos de productividad entre las empresas que han adoptado estas prácticas y las empresas que no tienen ", dijo Delmas, "esperaba un contraste entre ellas, pero encontré un salto en la productividad. "

Las certificaciones ambientales pueden ser utilizadas por los gerentes para aumentar la productividad, por los empleados como un signo de un mejor ambiente de trabajo, y por los inversores como un indicador de buenas prácticas de manejo, sostuvo la investigadora.

"Esta investigación es un contrapunto para la gente que piensa que las prácticas ambientales son perjudiciales para la empresa", dijo Delmas. "Las prácticas verdes hacen a una empresa más atractiva”.

Los graduados del M.B.A. demostraron a las investigadoras que ya no solo buscan el beneficio económico como meta laboral. Se evidencia un mayor compromiso social en estos jóvenes.

Las tres certificaciones estudiadas fueron las eco-etiquetas, las etiquetas de comercio justo y la certificación ISO 14001. La certificación de comercio justo exige salarios justos y no explotación ni trabajo infantil, la certificación orgánica reconoce compromisos tales como trabajar sin plaguicidas y otros productos químicos, y la certificación ISO 14001 exige a las empresas establecer una estructura organizativa para investigar la impacto medioambiental de la empresa y cómo reducirla.

El efecto de estas certificaciones en una mayor productividad se debe a la apreciación de los empleados de su lugar de trabajo. Las certificaciones ISO 14001, en particular, incluyen la educación y concientización de los empleados sobre el compromiso ambiental de la empresa y exigen a los empleados trabajar juntos para reducir el impacto ambiental de la organización. Esta educación y formación de los empleados ayuda a aumentar la identificación con su oficina, mientras que la cooperación interdepartamental aumenta el compromiso de los empleados.

"Es un círculo virtuoso", dijo Delmas - lo contrario de un círculo vicioso. "Se atrae a los mejores, porque son empresas de mente abierta, luego se adoptan estándares verdes que atraen más gente aún, y esto sigue alimentándose. Las empresas que adoptan estas políticas tienden a ser mejor. Podría ser que fueran mejores al empezar, pero hay mecanismos incorporados en estas políticas que significan seguir mejorando. "

Un ejemplo de estas empresas es Patagonia, una empresa textil conocida por sus prácticas sostenibles. Por cada oferta de trabajo recibe un promedio de 900 aspirantes deseosos de trabajar con ellos. Otro ejemplo es el Hotel Ambrose, un hotel boutique en Santa Monica, California, que ha logrado con la adopción de una amplia gama de medidas de sostenibilidad un plantel de empleados más felices y saludables. “Los trabajadores de limpieza reportaron menos dolores de cabeza, alergias y días de enfermedad después de cambiar de limpiadores químicos a productos de limpieza ecológicos.

 “La adopción de prácticas ambientales no sólo es bueno para el medio ambiente ", dijo Delmas." Es bueno para los empleados y es bueno para el resultado final. Los empleados de empresas verdes están más motivados y se benefician de mejores relaciones interpersonales. Los empleados de las empresas verdes son por lo tanto más productivos que los empleados de las empresas más convencionales. "

“Espero que las empresas piensen en esto y vean el potencial para empleados ", dijo la investigadora" Los inversores socialmente responsables dicen que las prácticas verdes son claves para una buena gestión. También es importante que los reguladores vean que algunas de las prácticas voluntarias pueden tener efectos beneficiosos".