Llevando la ética a la nube tecnológica

23.05.2012 | Gestión

En un nuevo Informe de la organización BSR se discute si el cloud computing, como se conoce a la nube tecnológica en inglés, tiene el potencial para fomentar la sostenibilidad. La organización BSR sienta posición diciendo que estos servicios pueden llegar a tener una contribución positiva a la sostenibilidad: La nube alienta aplicaciones con tecnología limpia y anima a los consumidores a utilizar servicios virtuales, como por ejemplo las conferencias virtuales que ayudan a reducir el impacto en infraestructura y transporte. Lo que sigue es una evaluación realizada por BSR que analiza cómo el cloud computing puede llegar a afectar dos temas claves de la sostenibilidad: el cambio climático y los derechos humanos.


Los avances tecnológicos han hecho posible almacenar, procesa, y suministrar información en soportes e infraestructuras virtuales a través de Internet. Este complejo sistema de centros de datos, que algunos llaman "la fábrica del siglo XXI", está dirigido por una red de empresas de servicios de tecnología informática, empresas de Internet y proveedores de servicios de telecomunicaciones que ofrecen esta forma de almacenaje desde usuarios grandes como bancos hasta individuos particulares. Desde el mundo de la responsabilidad social corporativa se plantea la cuestión de si el cloud computing, como se conoce a la nube en inglés, tiene el potencial para fomentar la sostenibilidad.

El clima en la Nube

En una Conferencia de BSR realizada en 2011, el CEO de Autodesk Carl Bass planteó la pregunta sobre la capacidad  de lo que él llama "computación infinita" en la resolución de problemas ambientales. Según él, no deberían haber dudas de que esta tecnología puede ayudar a abordar los retos de sostenibilidad, pero no hay que desestimar que esta tecnología también necesita de los recursos de la Tierra para funcionar, siendo responsable del 1 a 2% del consumo mundial de electricidad.

Según BSR, al abordar el impacto de la nube sobre el cambio climático no se puede dejar de lado su huella de carbono en aumento. El elemento clave en estos temas de impacto ambiental es la ubicación y localización de las centrales de almacenamiento.

El consumo energético de las instalaciones de estos centros de datos va en aumento y crecerá a medida que crezca el potencial comercial de Internet. Los operadores deberán enfrentarse a los elevados costos que tendrá la electricidad dentro de unos años y buscarán  localizar los centros de datos en zonas geográficas donde la energía sea más barata.

Otra dificultad a enfrentar es el silencio de los operadores acerca de dónde se encuentran sus instalaciones, BSR sostiene que esto va contra de los logros en temas de transparencia y difusión de la información sobre emisiones de carbono.

Muchas empresas buscan mantener en secreto la ubicación de sus centrales de almacenamiento de acuerdo a una política de confidencialidad y protección de datos.

El informe define a la transparencia sobre los impactos de carbono de una empresa como un elemento clave de la responsabilidad social empresaria. Las compañías estarán cada vez mas presionadas a comunicar más y, cuando no se pueda, a explicar por qué.

Por último, BSR sostiene que la cadena de valor de la nube es más compleja que el de otra industria haciendo que los sistemas actuales de contabilidad como el Protocolo de Gases de Efecto Invernadero, aún en su nuevo estándar de alcance sean de difícil aplicación. Además indican que la dificultad radica en el hecho de que las empresas de servicios de IT o tecnología informática, de Internet y telecomunicaciones son complejas y difíciles de pensar en sistema.

En el trabajo se incluyeron cuatro desafíos para aquellos proveedores de servicios de la nube que quieran ser líderes en responsabilidad social empresaria:

1. La ubicación importa. Un factor clave para la reducción del impacto ambiental de la nube es la ubicación de sus centrales, ya que el consumo de energía representa un gran porcentaje de la huella de un centro de datos. BSR recomienda alinear la sostenibilidad con la administración de operaciones y las bienes raíces. Las empresas deben concienciar a sus  clientes acerca de los impactos de la huella de carbono de sus instalaciones.

2. Las empresas tienen un papel importante en temas de energía. Debido a que los centros de datos son grandes consumidores de energía, BSR propone que los operadores tomen como objetivo promover políticas públicas a favor de fuentes de energía sostenibles. Admitiendo que esto puede sonar radical la empresa BSR remarcó que hay compañías que están negociando con el gobierno por los precios de la electricidad y sugirió que esta puede ser una estrategia más para la consolidación de fuentes no contaminantes.

3. La Transparencia fomentará la colaboración. BSR recomendó a los operadores de centros de datos promover la transparencia presentando informes siguiendo el Carbon Disclosure Project. Esta información es clave para que los investigadores y organizaciones especializadas establezcan parámetros de medición y reporte, y se logren políticas públicas que incentiven la inversión en eficiencia de carbono.

La Dimensión Humana de la Nube


BSR también se preguntó sobre cuánto afecta la nube a los derechos humanos y sugirió considerar dos dimensiones: la ubicación del centro de datos y su papel como guardianes de la información.

Estas empresas deben integrar los derechos humanos a las decisiones de localización ya que un factor clave es la jurisdicción local. Mientras unos países cuentan con estrictas leyes sobre privacidad, otros países aún están en deuda en estos temas haciendo problemático el tema de la privacidad y seguridad de datos. Según BSR, a menudo se eligen lugares con leyes de privacidad favorables a la empresa, incluso si eso significa almacenar los datos en un país distinto al de los usuarios. Yahoo, por ejemplo, decidió ubicar su central de servicios vietnamita en Singapur.

La segunda responsabilidad de estas empresas se refiere a su rol frente a un pedido de información de las autoridades judiciales de un país.  En teoría, es a menudo el cliente y no el  proveedor de servicios el que responde a una demanda judicial. Sin embargo para BSR, lo que realmente sucede es un misterio, y puede llegar el caso de que la responsabilidad pase directamente a los proveedores.

BSR insiste en que debemos reconocer que si bien en teoría estas empresas proveen servicios virtuales en cualquier lugar, sin restringirse a las fronteras geográficas, en realidad siguen conectadas a la tierra haciendo de la localización una cuestión de ética y responsabilidad.

A continuación se exponen las tres dimensiones éticas que una empresa responsable debe tener en cuenta:

1. Ubicación: La importancia de tener una estrategia de localización que considere responsablemente cuestiones jurídicas y de derechos humanos.

2. La aplicación de la ley como clave: Es necesario  que las empresas cumplan y hagan cumplir los acuerdos en relación a derechos humanos, y promover la buena gobernanza y el respeto de la ley.  La Iniciativa de la Red Global es un buen ejemplo de un enfoque responsable que apoya una mayor interacción entre empresas y gobiernos para protegen los derechos a la privacidad, la seguridad y la libertad de expresión en EEUU.

3. La importancia de la sensibilización: Estas empresas tienen la responsabilidad de asesorar y orientar a los usuarios sobre el impacto ambiental y social de la nube.

La ética de Cambio en la Nube

Frente a las anteriores indicaciones algunas empresas han comunicado sus objeciones diciendo no ser responsables de influir en la política energética, y sosteniendo que se debería evitar el involucramiento en temas de derechos humanos, y simplemente seguir las leyes y normativas de cada país.

BSR responde a estas objeciones indicando cómo la estructura descentralizada de estas empresas, al igual que lo que pasa con las multinacionales, desdibuja los límites jurisdiccionales, y plantea una interrogante ética para el futuro. Además se promete que la nube será el inicio de una de las revoluciones industriales más importantes del siglo XXI por lo que la planificación responsable sobre temas de infraestructura y administración de operaciones es clave.

Para la responsabilidad social empresaria el seguimiento de las leyes vigentes es una parte del compromiso empresarial, es necesario ir más allá de lo que se requiera legalmente para construir una sociedad sustentable.  Es el momento para las empresas más innovadoras de este siglo muestren como ser lideres en temas de sustentabilidad.