Los consumidores no están dispuestos a pagar más por la moda sostenible

22.06.2015 | Gestión

A esta conclusión llega Adam Mott, director de sostenibilidad de The North Face, luego de una prueba piloto que buscó apoyar la industria local de EE.UU. y mantener estándares sustentables. La campera con capucha se produjo con elementos e hiladores locales y el resultado fue un producto artesanal que cuestan más que el promedio. Mott afirmó que si bien los consumidores dicen preocuparse por la sostenibilidad, esta no es una prioridad cuando compran ropa.


The North Face se propuso realizar una campera deportiva con capucha con elementos- desde el algodón hasta la producción- que provengan de productores locales del Área de la Bahía de San Francisco.

“Queríamos inspirar a los consumidores a apoyar a los artesanos locales, y nuestro objetivo era eliminar los desechos [Durante la producción]. Queríamos aprender si era posible. ¿Podríamos lograr la meta de conseguir todo a 150 millas de nuestra sede? ", dijo Adam Mott, director de sostenibilidad de The North Face durante el Sustainable Brands de San Diego.

La respuesta fue negativa. Sin embargo, el proyecto generó algunas buenas lecciones sobre la creación de una cadena de suministro hiperlocal. El desafío era grande ya que se buscaba activar las redes locales para producir camperas en masa con precios competitivos.

Si bien el uso de los materiales y de artesanos locales para crear productos tiene gran acogida entre los consumidores, sobre todo cuando se trata de comida. La lección de The North Face fue que no se produce lo mismo con la ropa.

“Aunque los consumidores dicen que se preocupan por la sostenibilidad, sin embargo, no es una prioridad cuando compran ropa ya que ahí guía el precio y la moda.”, dice Mott.

La idea surgió en 2012  en una reunión con Rebecca Burgess, directora ejecutiva de Fibershed en el condado de Marin, al norte de San Francisco. Burgess comenzó su organización para promover los textiles de fabricación local, desde las fibras hasta el producto acabado.  Mott y Burgess se reunieron con productores de algodón y compraron 15.500 libras de algodón de dos fincas.

"El proyecto tiene mucho que ver las conexiones con la gente", dice Mott. "Su algodón era tan hermoso. Estábamos todos unos poco hipnotizados cuando ella presentó la muestra. Pensamos, 'vamos a tener que hacer algo de él."

Decidieron hacer una campera con capucha. Pero encontrar los hilanderos adecuados para producir el hilo resultó mucho más difícil. The North Face tuvo que cruzar el país para encontrar hilanderos en Carolina del Norte y Carolina del Sur. La idea era no tener que depender de las cadenas textiles en Asia u otro país en desarrollo sino dejar la producción en EE.UU. y así también facilitar el reciclaje de residuos.

Debido a que se produce en pequeñas cantidades, las camperas cuestan más que de costumbre, y eso se refleja en el precio de 125 dólares. Sudaderas comparables cuestan entre 55 y 80 dólares. La compañía creó un sitio web y un vídeo para ayudar a contar la historia de la campera con capucha.