Los sindicatos miran con escepticismo los nuevos marcos globales de RSE

12.03.2014 | Ponencias

Para Sharan Burrow, Secretaria General de la Confederación Sindical Internacional, el crecimiento de la cantidad reportes de sustentabilidad y las mejoras introducidas por el G4 no alcanzan para lograr que las empresas dejen de mirar el corto plazo y vulnerar los derechos laborales. Los sindicatos miran con preocupación el enfoque centrado en el inversor de la nueva herramienta del IIRC de reportes integrados y creen que hay que dejar atrás el paradigma voluntario de la RSE. 


El sector sindical siempre ha sido un apoyo del Global Reporting Initiative y representantes de los trabajadores han formado parte de su Consejo, Comité de asesoría técnica y en los grupos de trabajo del G4.

Los sindicatos creen que a pesar de legitimidad del GRI y de las mejoras hechas en el nuevo “G4” con el objetivo de producir informes de sostenibilidad más eficaces,  “la realidad es que el corto plazo en la maximización de ganancias de las corporaciones se opone a realmente a los derechos sociales, laborales y a la sostenibilidad real”.

Burrow califica de “inmoral” los movimientos empresarios que se oponen a la política de subsidios industriales para nuevas empresas, al establecimiento de un precio al carbón y la lucha de los mayores productores de combustibles fósiles contra un  acuerdo climático.

“Así y todo muchas de esas grandes compañías emiten sus informes de sostenibilidad sin ninguna conciencia y la manera de tratar a los trabajadores, cuyo trabajo multiplica sus ganancias,  sigue siendo criminal”, sostiene Burrow, y pone como ejemplo los reportes de sustentabilidad de las empresas que subcontrataban en Bangladesh.

La crítica de los trabajadores organizados se centra en que algunas empresas tienen modelos de negocios  basados en la localización de la producción en países con leyes laborales débiles y sin sindicatos para negociar colectivamente. 

La Secretaria General considera que la experiencia de estos años de  “privatizar la regulación de la RSE”  a través del concepto de que la RSE es algo voluntario, tiene inquietantes paralelismos con la autorregulación financiera que llevó al mundo a la recesión y a la quiebra.

También advierten su preocupación porque el Consejo Internacional de Informes Integrados (IIRC) no ha invitado a los sindicatos a participar en el proceso de elaboraración de su marco, y teme que el foco en los inversores determine informes basados en los riesgos para la compañía. Ven un enfoque basado en el “capital humano” que puede permitir la invalidación de los “derechos humanos”.

“Nos gustaría que reportar bajo el modelo G4 condujese a realizar los cambios en el comportamiento empresarial necesarios para integrar derechos laborales, acuerdos colectivos sindicales y normas medio ambientales en el corazón de su modelo de negocio – que los informes sobre sostenibilidad sean capaces de mejorar las condiciones laborales de los trabajadores a lo largo de toda la cadena. Desgraciadamente no podemos ser optimistas  con los esfuerzos voluntarios. Para ello, un paso necesario sería que los gobiernos impulsaran informes públicos no sólo financieros, incluyendo las referidas a derechos laborales y normativas”, concluye Sharan Burrow.

Por ello, los sindicatos ven con buenos ojos iniciativas como los Principios Ruggie, Directrices OCDE y Directivas de la UE que superan el concepto de la RSE como acciones voluntarias.

Fuente: traducción de Sustainlabor del discurso de Sharan Burrow, Secretaria General de la Confederación Sindical Internacional, en el acto de presentación de la nueva versión G4 del GRI, en  Amsterdam el 23 de Mayo de 2013.