Mercado, pobreza y negocios inclusivos en Iberoamérica

27.06.2011 | Destacadas

No hay desarrollo sin finanzas en los sectores más desfavorecidos de América Latina”. Ésta ha sido una de las conclusiones extraídas durante la jornada sobre “Mercado, pobreza y negocios inclusivos en Iberoamérica” organizada por el Instituto de Innovación Social de ESADE y la red iberoamericana SEKN, que lidera Harvard Business School. Michael Chu, profesor de Harvard Business School afirma que para hacer efectiva la intervención en países pobres “es necesario reunir un alcance masivo y crear un modelo financiero eficaz, que pasa, principalmente, por ser más barato”. Asimismo, Manuel Méndez, presidente de la Fundación de Microfinanzas BBVA, apuesta por mantener el compromiso social y el crecimiento económico como condiciones necesarias para que las microfinanzas puedan cumplir adecuadamente su misión social. Para Antonio Ballabriga, director de Responsabilidad Corporativa de BBVA, las industrias están trabajando para fomentar la autorregulación aunque “aún hay bastante por recorrer en lo referente a transparencia”.


 

Juan López de Uralde, director general de Greenpeace, Felipe Portocarrero, rector de la Universidad del Pacífico (Perú), Esther Trujillo, vicepresidenta del Gabinete Insitucional de Sol Meliá, Antoni Ballabriga, director de Responsabilidad Corporativa de BBVA y Alfred Vernis, profesor de política de empresa de ESADE
Michael Chu, profesor de Harvard Business School y considerado uno de los introductores de las microfinanzas comerciales en Iberoamérica, afirma que para hacer efectiva la intervención en países pobres “es necesario reunir un alcance masivo y crear un modelo financiero eficaz, que pasa, principalmente, por ser más barato”. Algo que, en su opinión, no pueden garantizar ni las ONG, ni las organizaciones cooperativas, ni el sector público. En este sentido, Chu afirma que “la mejor manera de servir a los pobres es crear una industria muy rentable”.
Chu se mostró preocupado por ciertos abusos que realizan algunas multinacionales cuando se implantan en países de bajos recursos. En esta línea, defiende que “la única garantía para que el beneficio no se quede en manos de inversores es la competencia, ya que ésta asegura que los precios bajen y que los créditos se ajusten mejor a los sectores de bajos ingresos”.
Asimismo, Manuel Méndez, presidente de la Fundación de Microfinanzas BBVA, apuesta por mantener el compromiso social y el crecimiento económico como condiciones necesarias para que las microfinanzas puedan cumplir adecuadamente su misión social. Para ello, sostiene que el sector debe ampliar “drásticamente” su alcance y lograr ritmos de crecimiento “muy superiores” a los actuales. Añade que “es imprescindible, por tanto, que el sector consiga la escala, el alcance y la eficiencia operativa necesarias para lograr costes unitarios bajos y poder facilitar productos y servicios accesibles para la mayoría de la gente pobre”.
La transparencia y la regulación fueron otro de los puntos de debate durante el encuentro. El director general de Greenpeace, Juan López de Uralde, se mostró negativo con la actuación de algunas empresas presentes en Latinoamérica. Afirma que “la realidad sobre terreno es que se están construyendo plantas de carbono cuando, al mismo tiempo, se habla de cambio climático”. En este sentido, asegura que el hecho de no aplicar los mismos estándares en Europa que en Iberoamérica ha supuesto la aparición de un modelo de “nuevo conquistador”: multinacionales que, a su entender, “están acelerando la destrucción ecológica en estos países en pro de sus propios intereses”.
Por el contrario, para Antonio Ballabriga, director de Responsabilidad Corporativa de BBVA, las industrias están trabajando para fomentar la autorregulación aunque “aún hay bastante por recorrer en lo referente a transparencia”, añade. Igualmente, afirma que “algunas compañías hemos pecado de tener una visión cortoplacista en la expansión internacional”, sin embargo, sostiene que la crisis económica y financiera puede servir para crear un marco regulatorio más adecuado y para tener un desarrollo financiero sostenible”.
Apuesta por cambios profundos
Durante otra de las sesiones de la jornada, el profesor de la Universidad de San Andrés (Argentina) Gabriel Berger, manifestó que las empresas deben generar un liderazgo emprendedor y replantearse la forma en que se hace el negocio. En esta línea, asegura que “no basta con las herramientas, sino que hay que ir más allá con las realidades que nos muestran los sectores pobres de la sociedad e implantar cambios profundos”.
Igualmente, Alfred Vernis, profesor de política de empresa de ESADE, opina que “estamos empezando a ver convergencia de conducta entre emprendedores sociales y organizaciones”, pero que “es importante que las corporaciones den voz a los líderes de cada comunidad iberoamericana”, concluyó.

Juan López de Uralde, director general de Greenpeace, Felipe Portocarrero, rector de la Universidad del Pacífico (Perú), Esther Trujillo, vicepresidenta del Gabinete Insitucional de Sol Meliá, Antoni Ballabriga, director de Responsabilidad Corporativa de BBVA y Alfred Vernis, profesor de política de empresa de ESADEMichael Chu, profesor de Harvard Business School y considerado uno de los introductores de las microfinanzas comerciales en

Iberoamérica, afirma que para hacer efectiva la intervención en países pobres “es necesario reunir un alcance masivo y crear un modelo financiero eficaz, que pasa, principalmente, por ser más barato”. Algo que, en su opinión, no pueden garantizar ni las ONG, ni las organizaciones cooperativas, ni el sector público. En este sentido, Chu afirma que “la mejor manera de servir a los pobres es crear una industria muy rentable”.
Chu se mostró preocupado por ciertos abusos que realizan algunas multinacionales cuando se implantan en países de bajos recursos. En esta línea, defiende que “la única garantía para que el beneficio no se quede en manos de inversores es la competencia, ya que ésta asegura que los precios bajen y que los créditos se ajusten mejor a los sectores de bajos ingresos”.

Asimismo, Manuel Méndez, presidente de la Fundación de Microfinanzas BBVA, apuesta por mantener el compromiso social y el crecimiento económico como condiciones necesarias para que las microfinanzas puedan cumplir adecuadamente su misión social. Para ello, sostiene que el sector debe ampliar “drásticamente” su alcance y lograr ritmos de crecimiento “muy superiores” a los actuales. Añade que “es imprescindible, por tanto, que el sector consiga la escala, el alcance y la eficiencia operativa necesarias para lograr costes unitarios bajos y poder facilitar productos y servicios accesibles para la mayoría de la gente pobre”.

La transparencia y la regulación fueron otro de los puntos de debate durante el encuentro. El director general de Greenpeace, Juan López de Uralde, se mostró negativo con la actuación de algunas empresas presentes en Latinoamérica. Afirma que “la realidad sobre terreno es que se están construyendo plantas de carbono cuando, al mismo tiempo, se habla de cambio climático”. En este sentido, asegura que el hecho de no aplicar los mismos estándares en Europa que en Iberoamérica ha supuesto la aparición de un modelo de “nuevo conquistador”: multinacionales que, a su entender, “están acelerando la destrucción ecológica en estos países en pro de sus propios intereses”.

Por el contrario, para Antonio Ballabriga, director de Responsabilidad Corporativa de BBVA, las industrias están trabajando para fomentar la autorregulación aunque “aún hay bastante por recorrer en lo referente a transparencia”, añade. Igualmente, afirma que “algunas compañías hemos pecado de tener una visión cortoplacista en la expansión internacional”, sin embargo, sostiene que la crisis económica y financiera puede servir para crear un marco regulatorio más adecuado y para tener un desarrollo financiero sostenible”.

Apuesta por cambios profundos
Durante otra de las sesiones de la jornada, el profesor de la Universidad de San Andrés (Argentina) Gabriel Berger, manifestó que las empresas deben generar un liderazgo emprendedor y replantearse la forma en que se hace el negocio. En esta línea, asegura que “no basta con las herramientas, sino que hay que ir más allá con las realidades que nos muestran los sectores pobres de la sociedad e implantar cambios profundos”.
Igualmente, Alfred Vernis, profesor de política de empresa de ESADE, opina que “estamos empezando a ver convergencia de conducta entre emprendedores sociales y organizaciones”, pero que “es importante que las corporaciones den voz a los líderes de cada comunidad iberoamericana”, concluyó.