Nueva Coordinadora Regional para la Erradicación del Trabajo Infantil

27.12.2011 | América Latina

Elena Montobbio de Balanzó es la nueva Coordinadora Regional del Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil - IPEC de la OIT en América Latina.


Licenciada en Derecho, con estudios de Antropología Social y de Posgrado en las materias de Gestión de políticas públicas para los Servicios Sociales y en Educación de personas adultas, así como una Maestría de Experta Europea en Formación de Formadores, se ha desempeñado en altos cargos que la han llevado a conocer ampliamente la Región.

Inició su experiencia profesional trabajando en barrios excluidos de Europa, principalmente en programas integrales de desarrollo social con población gitana en 1987. Se incorpora a trabajar en la Cooperación Internacional para el Desarrollo en 1993 trabajando en servicios jurídicos populares en Matagalpa (Nicaragua) desde donde pasa a la coordinación de programas de alfabetización de las Cumbres Iberoamericanas, de ámbito nacional para Nicaragua, a la Coordinación General de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo en el Perú y en Nicaragua - AECID. Posteriormente se incorpora al equipo directivo de la AECID en la sede como Jefa de Departamento de Cooperación Sectorial y de Género.

Cuenta con diversas publicaciones sobre desarrollo y ha sido condecorada por el Estado Español con la Orden del Mérito Civil y la de Isabel la Católica.

Elena considera que se ha avanzado muchísimo en la eliminación progresiva del trabajo infantil, pero que es indudable que el reto sigue siendo enorme. "Aún está pendiente llevar todo el trabajo en políticas públicas al terreno, a los lugares donde están los niños; debemos llegar adonde las acciones ya no tengan carácter demostrativo, sino que sean generalizables".

"Tenemos una agenda pendiente en el trabajo de sensibilización para el conjunto de la sociedad. Hasta que no condenemos culturalmente como sociedad el trabajo infantil hay mucho trabajo por hacer; no solo en los niveles de la acción directa, de la política pública, de la veeduría social, de la exigencia del cumplimiento de los derechos, si no en los cambios culturales que eso ha de conllevar, que son los cambios más lentos, más profundos y más difíciles", afirmó.