Organismos gubernamentales de RSE en EE.UU.

25.08.2011 | Destacadas

El Gobierno de los Estados Unidos tiene dos agencias gubernamentales que trabajan en la promoción de la RSE. La Oficina de Trabajo Internacional y Responsabilidad Social de las Empresas en el Departamento de Estado que trabaja en iniciativas que incluyen los Principios Voluntarios sobre Seguridad y Derechos Humanos, así como el "diálogo con las múltiples partes interesadas sobre trabajo infantil en el sector del cacao". Por otra parte existe la Fundación Interamericana (IAF) agencia ha "sido testigo de la diseminación" de RSE en América Latina. En esta conexión, indicó, "hemos tratado con éxito de persuadir a compañías líderes de América Latina y a fundaciones corporativas de que los recursos que se canalizan hacia los programas de RSE.


 

Los tiempos han cambiado desde que el famoso economista Milton Friedman escribió en su libro Capitalismo y libertad en 1962 que la única responsabilidad social de los ejecutivos empresariales era multiplicar los ingresos y riqueza de los accionistas de sus empresas.
Las empresas progresistas de hoy día, reconocen que la multiplicación de los beneficios no es todo lo que debe tener importancia al llevar a cabo sus negocios. Las empresas también deben contribuir al bien público general y tratar a sus empleados, como mínimo, con respeto y dignidad. Estas prácticas empresariales se denominan responsabilidad social de las empresas (CSR).
James Viray, director de la Oficina de Trabajo Internacional y Responsabilidad Social de las Empresas en el Departamento de Estado, dijo al Servicio Noticioso el 2 de agosto que las empresas tienen "motivaciones múltiples" para ser buenos ciudadanos en sus comunidades, países y en el mundo.
Viray comentó que algunas empresas practican CSR "porque creen que ser responsables socialmente es bueno para su negocio, ya sea porque crea una reputación sobre cierta marca, mitiga riesgos o mejora la retención y productividad de los empleados, sólo por nombrar algunos de los beneficios". Añadió que otras empresas participan en CSR "simplemente por que creen que es lo correcto", mientras que "otras lo hacen por una combinación de todas estas razones".
Viray dijo que la participación de empresas en la iniciativa de CSR del Departamento de Estado demuestra "una auténtica preocupación por los derechos humanos y de los trabajadores".
Las iniciativas del Departamento de Estado, dijo Viray, incluyen los Principios Voluntarios sobre Seguridad y Derechos Humanos, así como el "diálogo con las múltiples partes interesadas sobre trabajo infantil en el sector del cacao".
Los principios voluntarios son una serie de normas para guiar a las empresas en el mantenimiento de la integridad física y la seguridad de sus operaciones al tiempo que aseguran el respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales. El diálogo sobre trabajo infantil incluye un proyecto en África Occidental donde los fondos otorgados por Estados Unidos a las organizaciones no gubernamentales proporcionan educación y capacitación a niños que han sido forzados a trabajar en la producción de cacao. Más de 6.000 niños han sido rescatados de algunas de las peores formas de trabajo infantil por medio de este programa y están ahora matriculados en la escuela.
Larry Palmer, presidente de la Fundación Interamericana (IAF), explicó al Servicio Noticioso desde Washington que "las comunidades prósperas son buenas para los negocios", así como "las compañías de calidad que se preocupan por sus comunidades".
"Cuando las empresas y las comunidades combinan sus fuerzas a nivel local, donde la gente vive y se enfrenta a sus problemas día a día, crean sociedades más fuertes" dijo Palmer, cuya fundación es una agencia estadounidense dedicada a promover el desarrollo en América Latina y el Caribe.
Palmer explicó que su agencia ha "sido testigo de la diseminación" de CSR en América Latina. En esta conexión, indicó, "hemos tratado con éxito de persuadir a compañías líderes de América Latina y a fundaciones corporativas de que los recursos que se canalizan hacia los programas de CSR pueden ser sabiamente invertidos en esfuerzos de base que ya hemos financiado efectivamente durante cuatro décadas".
Palmer dijo que RedEAmerica, una red de fundaciones corporativas de América Latina y del Caribe que se ha unido a esta agencia para apoyar el desarrollo de base, es el principal vehículo de la Fundación Interamericana para atraer más recursos empresariales hacia los esfuerzos de autoayuda de la comunidad. Además, como parte de su programa de desarrollo de subvenciones, la IAF ha financiado proyectos que unen a las corporaciones y organizaciones no gubernamentales y de base en "asociaciones dinámicas", según Palmer.
Destacó el grupo boliviano andino Iruapana de alimentos orgánicos y naturales, que trabaja estrechamente con la organización destinataria de un subsidio de IAF Asociación Boliviana para el Desarrollo Rural (PRORURAL), que ayuda a los agricultores indígenas a mejorar la calidad de su quinua orgánica así como a cultivar amaranto para usarlo como condimento. La quinua es un cereal que se usa como sustituto del arroz.
"Un fuerte mercado mundial que exige quinua de calidad ha implicado mayores beneficios para los granjeros y para Irupana, cuyas exportaciones de quinua se han multiplicado por más de diez en solo cuatro años" comentó Palmer. Añadió que "este es un ejemplo prometedor de responsabilidad social corporativa, una organización no gubernamental efectiva y varias organizaciones de personas que trabajan con mucho esfuerzo, participando todos desde la base".
En la última década ha ocurrido un cambio dramático en las actitudes corporativas sobre CSR, dice Arvind Ganesan de la organización no gubernamental Human Rights Watch (observadores de los derechos humanos).
Ganesan, el director del programa de empresa y derechos humanos  de la organización declaró al Servicio Noticioso desde Washington que las empresas de hace diez años quizá hubieran negado sus responsabilidades hacia los derechos humanos. Hoy día, todas las empresas, hasta cierto punto, reconocen su responsabilidad en este ámbito.
Que las empresas se ocupen de hecho de sus responsabilidades en materia de derechos humanos es "un tema aparte" dijo Ganesan, que también habló sobre CSR en una conferencia sobre derechos humanos que tuvo lugar en el Departamento de Estado del 18 al 20 de julio.
Ganesan dijo que CSR puede funcionar cuando una empresa establece las políticas y procedimientos sobre derechos humanos en sus normas y se compromete a aplicarlas.

Los tiempos han cambiado desde que el famoso economista Milton Friedman escribió en su libro Capitalismo y libertad en 1962 que la única responsabilidad social de los ejecutivos empresariales era multiplicar los ingresos y riqueza de los accionistas de sus empresas.
Las empresas progresistas de hoy día, reconocen que la multiplicación de los beneficios no es todo lo que debe tener importancia al llevar a cabo sus negocios. Las empresas también deben contribuir al bien público general y tratar a sus empleados, como mínimo, con respeto y dignidad. Estas prácticas empresariales se denominan responsabilidad social de las empresas (CSR).

James Viray, director de la Oficina de Trabajo Internacional y Responsabilidad Social de las Empresas en el Departamento de Estado, dijo al Servicio Noticioso el 2 de agosto que las empresas tienen "motivaciones múltiples" para ser buenos ciudadanos en sus comunidades, países y en el mundo.
Viray comentó que algunas empresas practican CSR "porque creen que ser responsables socialmente es bueno para su negocio, ya sea porque crea una reputación sobre cierta marca, mitiga riesgos o mejora la retención y productividad de los empleados, sólo por nombrar algunos de los beneficios". Añadió que otras empresas participan en CSR "simplemente por que creen que es lo correcto", mientras que "otras lo hacen por una combinación de todas estas razones".
Viray dijo que la participación de empresas en la iniciativa de CSR del Departamento de Estado demuestra "una auténtica preocupación por los derechos humanos y de los trabajadores".

Las iniciativas del Departamento de Estado, dijo Viray, incluyen los Principios Voluntarios sobre Seguridad y Derechos Humanos, así como el "diálogo con las múltiples partes interesadas sobre trabajo infantil en el sector del cacao".
Los principios voluntarios son una serie de normas para guiar a las empresas en el mantenimiento de la integridad física y la seguridad de sus operaciones al tiempo que aseguran el respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales. El diálogo sobre trabajo infantil incluye un proyecto en África Occidental donde los fondos otorgados por Estados Unidos a las organizaciones no gubernamentales proporcionan educación y capacitación a niños que han sido forzados a trabajar en la producción de cacao. Más de 6.000 niños han sido rescatados de algunas de las peores formas de trabajo infantil por medio de este programa y están ahora matriculados en la escuela.
Larry Palmer, presidente de la Fundación Interamericana (IAF), explicó al Servicio Noticioso desde Washington que "las comunidades prósperas son buenas para los negocios", así como "las compañías de calidad que se preocupan por sus comunidades".

"Cuando las empresas y las comunidades combinan sus fuerzas a nivel local, donde la gente vive y se enfrenta a sus problemas día a día, crean sociedades más fuertes" dijo Palmer, cuya fundación es una agencia estadounidense dedicada a promover el desarrollo en América Latina y el Caribe.
Palmer explicó que su agencia ha "sido testigo de la diseminación" de CSR en América Latina. En esta conexión, indicó, "hemos tratado con éxito de persuadir a compañías líderes de América Latina y a fundaciones corporativas de que los recursos que se canalizan hacia los programas de CSR pueden ser sabiamente invertidos en esfuerzos de base que ya hemos financiado efectivamente durante cuatro décadas".
Palmer dijo que RedEAmerica, una red de fundaciones corporativas de América Latina y del Caribe que se ha unido a esta agencia para apoyar el desarrollo de base, es el principal vehículo de la Fundación Interamericana para atraer más recursos empresariales hacia los esfuerzos de autoayuda de la comunidad. Además, como parte de su programa de desarrollo de subvenciones, la IAF ha financiado proyectos que unen a las corporaciones y organizaciones no gubernamentales y de base en "asociaciones dinámicas", según Palmer.
Destacó el grupo boliviano andino Iruapana de alimentos orgánicos y naturales, que trabaja estrechamente con la organización destinataria de un subsidio de IAF Asociación Boliviana para el Desarrollo Rural (PRORURAL), que ayuda a los agricultores indígenas a mejorar la calidad de su quinua orgánica así como a cultivar amaranto para usarlo como condimento.

La quinua es un cereal que se usa como sustituto del arroz.
"Un fuerte mercado mundial que exige quinua de calidad ha implicado mayores beneficios para los granjeros y para Irupana, cuyas exportaciones de quinua se han multiplicado por más de diez en solo cuatro años" comentó Palmer. Añadió que "este es un ejemplo prometedor de responsabilidad social corporativa, una organización no gubernamental efectiva y varias organizaciones de personas que trabajan con mucho esfuerzo, participando todos desde la base".
En la última década ha ocurrido un cambio dramático en las actitudes corporativas sobre CSR, dice Arvind Ganesan de la organización no gubernamental Human Rights Watch (observadores de los derechos humanos).
Ganesan, el director del programa de empresa y derechos humanos  de la organización declaró al Servicio Noticioso desde Washington que las empresas de hace diez años quizá hubieran negado sus responsabilidades hacia los derechos humanos. Hoy día, todas las empresas, hasta cierto punto, reconocen su responsabilidad en este ámbito.
Que las empresas se ocupen de hecho de sus responsabilidades en materia de derechos humanos es "un tema aparte" dijo Ganesan, que también habló sobre CSR en una conferencia sobre derechos humanos que tuvo lugar en el Departamento de Estado del 18 al 20 de julio.
Ganesan dijo que CSR puede funcionar cuando una empresa establece las políticas y procedimientos sobre derechos humanos en sus normas y se compromete a aplicarlas.