Para el 2030 casi el 60% del bosque amazónico podría ser destruído

05.09.2011 | América Latina

El informe 'Los círculos viciosos de la Amazonía: sequía y fuego en el invernadero' realizado por WWF/Adena prevé que para el año 2030 casi el 60% del bosque amazónico podría ser destruído debido al círculo vicioso generado por el cambio climático y la deforestación.


 

El estudio revela que la deforestación en la Amazonía podría liberar de 55.500 a 96.900 millones de toneladas de dióxido de carbono, equivalente a más de dos años de emisiones globales de gases de efecto invernadero y relata las dramáticas consecuencias que se generarían sobre el clima local y global, además de los impactos sobre el modo de vida de los habitantes de América del Sur.
Señala también que las actuales tendencias en la expansión de la agricultura y la ganadería, los incendios, sequías y la explotación forestal podrían hacer desaparecer o dañar severamente el 55% del bosque amazónico, y de ser así la precipitación disminuirá en un 10% en el futuro y un 4% adicional de bosques se vería dañado por la sequía, tal y como apuntan los científicos.
De hecho, es probable que el calentamiento global reduzca las precipitaciones en el bosque amazónico en más de un 20%, especialmente en la porción Oriental de la Amazonía, haciendo que las temperaturas locales aumenten en más de 2°C.
"La importancia del bosque amazónico para el clima global no puede ser minimizada," apuntó el autor del informe y principal científico del Woods Hole Research Center en Massachusetts, Dan Nepstad. "Es esencial no sólo para enfriar la temperatura del mundo, sino que constituye, a la vez, una fuente de agua dulce de tal magnitud que podría bastar para incidir en algunas de las grandes corrientes oceánicas; además, es un almacenador masivo de carbono", añadió.
"Aún podemos detener la destrucción del bosque amazónico, pero requerimos del apoyo de los países ricos", señaló la analista de Cambio Climático de WWF-Brasil, Karen Suassuna. "Nuestro éxito en la protección de la Amazonía depende de la velocidad a la que los países ricos reduzcan sus emisiones dañinas al clima, a fin de desacelerar el calentamiento global", concluyó.
Asimismo, al progresar la destrucción de los bosques amazónicos, se prevé una reducción en las precipitaciones en India y Centroamérica, así como una disminución de las precipitaciones durante la época de cultivo en las zonas de plantación de granos en los Estados Unidos de Norteamérica y Brasil.
"El acuerdo climático 'Kioto Plus' debe incluir medidas para reducir las emisiones provenientes de bosques", subrayó el director del Programa Global de Cambio Climático de WWF/Adena, Hans Verolme, quien añadió que "fallar en proteger el bosque amazónico no sólo será un desastre para millones de personas que habitan la región, sino también para la estabilidad del clima mundial."
(Europa Press)

El estudio revela que la deforestación en la Amazonía podría liberar de 55.500 a 96.900 millones de toneladas de dióxido de carbono, equivalente a más de dos años de emisiones globales de gases de efecto invernadero y relata las dramáticas consecuencias que se generarían sobre el clima local y global, además de los impactos sobre el modo de vida de los habitantes de América del Sur.
Señala también que las actuales tendencias en la expansión de la agricultura y la ganadería, los incendios, sequías y la explotación forestal podrían hacer desaparecer o dañar severamente el 55% del bosque amazónico, y de ser así la precipitación disminuirá en un 10% en el futuro y un 4% adicional de bosques se vería dañado por la sequía, tal y como apuntan los científicos.

De hecho, es probable que el calentamiento global reduzca las precipitaciones en el bosque amazónico en más de un 20%, especialmente en la porción Oriental de la Amazonía, haciendo que las temperaturas locales aumenten en más de 2°C.
"La importancia del bosque amazónico para el clima global no puede ser minimizada," apuntó el autor del informe y principal científico del Woods Hole Research Center en Massachusetts, Dan Nepstad. "Es esencial no sólo para enfriar la temperatura del mundo, sino que constituye, a la vez, una fuente de agua dulce de tal magnitud que podría bastar para incidir en algunas de las grandes corrientes oceánicas; además, es un almacenador masivo de carbono", añadió.
"Aún podemos detener la destrucción del bosque amazónico, pero requerimos del apoyo de los países ricos", señaló la analista de Cambio Climático de WWF-Brasil, Karen Suassuna. "Nuestro éxito en la protección de la Amazonía depende de la velocidad a la que los países ricos reduzcan sus emisiones dañinas al clima, a fin de desacelerar el calentamiento global", concluyó.

Asimismo, al progresar la destrucción de los bosques amazónicos, se prevé una reducción en las precipitaciones en India y Centroamérica, así como una disminución de las precipitaciones durante la época de cultivo en las zonas de plantación de granos en los Estados Unidos de Norteamérica y Brasil.
"El acuerdo climático 'Kioto Plus' debe incluir medidas para reducir las emisiones provenientes de bosques", subrayó el director del Programa Global de Cambio Climático de WWF/Adena, Hans Verolme, quien añadió que "fallar en proteger el bosque amazónico no sólo será un desastre para millones de personas que habitan la región, sino también para la estabilidad del clima mundial."
(Europa Press)