Pocas empresas controlan el impacto de sus emisiones de CO2

23.08.2011 | Destacadas

Una de cada diez empresas en todo el mundo controla totalmente el impacto de sus emisiones de dióxido de carbono (CO2) y sólo una de cada cuatro compañías europeas cuenta ya un director que se ocupa de los temas medioambientales, según los resultados de un informe independiente de la Economist Intelligence Unit (EIU) realizado entre 634 ejecutivos de empresas de todo el mundo.


 

Según sus respuestas, las empresas encuestadas no coinciden con la creciente preocupación del público en general por las consecuencias del cambio climático, pero cada vez hay más que empiezan a tomar medidas para controlar sus emisiones. En este sentido, el informe, titulado 'A Change in the Climate' y encargado por 'UK Trade & Investment', repasa la responsabilidad corporativa frente al cambio climático.
Así, casi la tercera parte de las compañías encuestadas (32%) no vigilan sus emisiones directas de CO2, ni sus efectos indirectos, como las actividades de la cadena de oferta, ni tienen previsto hacerlo. De los 634 ejecutivos que han contestado al cuestionario, 227 son europeos.
Apenas una de cada cinco empresas (18%) mide "simplemente" su eficiencia energética, mientras que otro 25% mide algunas o todas las emisiones que generan ciertas operaciones de la empresa. Sólo una de cada diez compañías vigila todo el impacto que generan todas las operaciones de la empresa en forma de emisiones de CO2, aunque en Europa ese porcentaje sube hasta el 12%.
No obstante, hay síntomas de que se están tomando medidas. Casi una de cada cinco empresas tiene un Plan para reducir "algo" el impacto de sus emisiones de CO2 y otro 28% espera tenerlo operativo antes de 2010 Algo menos de la mitad (45%) no tienen ningún Plan.
También se observan cambios en otros aspectos corporativos: el 35% de las empresas encuestadas o han reducido sus viajes en avión o piensan hacerlo, aunque más de la mitad (54%) se resisten a ello. De la misma forma, y aunque sólo el 18% de los encuestados dicen que en sus empresas ya se utilizan vehículos de bajas emisiones, otro 26% dice que los utilizarán antes de tres años y un 40% afirma que ya utiliza energías renovables o las vana utilizar antes de tres años.
En cuanto a la conducta de cada individuo, como apagar las luces o el ordenador antes de salir de la oficina, el 54% desarrollan ya estas actividades y otro 25% dice que las pondrán en práctica antes de tres años.
En otro sentido, el aumento del número de empresas que cuenta ya con un director encargado específicamente de temas de Medio Ambiente, es especialmente notable en Europa. Una de cada cuatro empresas ya tiene una persona con esa responsabilidad y otro 12% espera tenerla en los próximos tres años.
CUMPLIMIENTO DE LA LEGISLACION
El estudio pone de manifiesto además el importante papel que tienen las normas gubernamentales para que las empresas acepten su responsabilidad en materia de emisiones. El cumplimiento de las normas es el principal factor que influye en las estrategias de reducción de éstas, sobre todo en Europa, donde casi las tres cuartas partes de los entrevistados (74%) prevén que unos adecuados incentivos fiscales "van a tener un importante impacto".
"Aunque aún hay relativamente pocas empresas que estén tomando medidas para reducir el impacto de sus emisiones de CO2, es interesante saber que las empresas quieren que los Gobiernos sean claros sobre este punto", señaló en este sentido el autor del Informe, James Watson. "No creen que la reducción de emisiones comporte un coste importante, pero quieren saber exactamente qué es lo que tiene que hacer", explica.
En palabras del director de 'UK Trade & Investment', Andrew Cahn, "este estudio pone de relieve una vez más la necesidad de que los Gobiernos sigan colaborando con las empresas para poner en marcha los incentivos adecuados y el marco legal que les permitan no perder competitividad y, al mismo tiempo, enfrentarse al cambio climático".
Pero mientras que el interés público en las emisiones de CO2 sigue siendo alto, el comportamiento de los consumidores todavía no ha cambiado. En consecuencia, la mayoría de las empresas no cree todavía que su estrategia medioambiental pueda afectar a su posición de mercado y sólo un 10% lo consideran como parte de su RSC.
En la misma línea, un 37% de los encuestados dice que un atractivo para reducir las emisiones es la mayor credibilidad ante un público cada vez más amplio, pero sólo el 15% lo considera como una oportunidad de marketing y apenas un 7% como un factor de diferenciación de sus productos. Más de la mitad (56%) dicen que las políticas de reducción de emisiones "no tienen un efecto apreciable en sus clientes".
Otras de las conclusiones de este estudio señalan que las empresas europeas quieren que los Gobiernos establezcan un marco claro para las emisiones de CO2 y algo más de la mitad de las europeas asegura que las normas tienen un efecto importante o muy importante, frente al 50% del total mundial. Un 41% de las europeas dicen que una motivación importante o muy importante es el deseo de adelantarse a los futuros requisitos.
REDUCIR EMISIONES NO TIENE POR QUÉ SER CARO
Las empresas que ya están tomando medidas para reducir sus emisiones no están gastando mucho, o al menos, eso refleja el estudio. La mayoría de las europeas gastan menos del 1% de sus costes de explotación, en línea con la media mundial. Más de la mitad (54%) espera que, para 2010, esos esfuerzos no supongan un coste para sus empresas o que, en caso contrario, su impacto positivo sea mayor, sobre todo por un ahorro en la factura energética o por un aumento de las ventas. Sólo el 12% piensan que las medidas tendrán un impacto negativo en sus costes.
Otra de las conclusiones señala que las empresas no saben mucho de la compra-venta de derechos de emisión, pero ésta sigue siendo una opción importante. Mientras las empresas europeas los consideran como una salida provisional y no como una solución permanente (46%), en todo el mundo las empresas que ya reducen sus emisiones creen que esos planes serán cada vez más importantes y un 38% de ellas espera que su esfuerzo será interno.
(Europa Press)

Según sus respuestas, las empresas encuestadas no coinciden con la creciente preocupación del público en general por las consecuencias del cambio climático, pero cada vez hay más que empiezan a tomar medidas para controlar sus emisiones. En este sentido, el informe, titulado 'A Change in the Climate' y encargado por 'UK Trade & Investment', repasa la responsabilidad corporativa frente al cambio climático.

Así, casi la tercera parte de las compañías encuestadas (32%) no vigilan sus emisiones directas de CO2, ni sus efectos indirectos, como las actividades de la cadena de oferta, ni tienen previsto hacerlo. De los 634 ejecutivos que han contestado al cuestionario, 227 son europeos.
Apenas una de cada cinco empresas (18%) mide "simplemente" su eficiencia energética, mientras que otro 25% mide algunas o todas las emisiones que generan ciertas operaciones de la empresa. Sólo una de cada diez compañías vigila todo el impacto que generan todas las operaciones de la empresa en forma de emisiones de CO2, aunque en Europa ese porcentaje sube hasta el 12%.

No obstante, hay síntomas de que se están tomando medidas. Casi una de cada cinco empresas tiene un Plan para reducir "algo" el impacto de sus emisiones de CO2 y otro 28% espera tenerlo operativo antes de 2010 Algo menos de la mitad (45%) no tienen ningún Plan.
También se observan cambios en otros aspectos corporativos: el 35% de las empresas encuestadas o han reducido sus viajes en avión o piensan hacerlo, aunque más de la mitad (54%) se resisten a ello. De la misma forma, y aunque sólo el 18% de los encuestados dicen que en sus empresas ya se utilizan vehículos de bajas emisiones, otro 26% dice que los utilizarán antes de tres años y un 40% afirma que ya utiliza energías renovables o las vana utilizar antes de tres años.
En cuanto a la conducta de cada individuo, como apagar las luces o el ordenador antes de salir de la oficina, el 54% desarrollan ya estas actividades y otro 25% dice que las pondrán en práctica antes de tres años.
En otro sentido, el aumento del número de empresas que cuenta ya con un director encargado específicamente de temas de Medio Ambiente, es especialmente notable en Europa. Una de cada cuatro empresas ya tiene una persona con esa responsabilidad y otro 12% espera tenerla en los próximos tres años.

CUMPLIMIENTO DE LA LEGISLACION
El estudio pone de manifiesto además el importante papel que tienen las normas gubernamentales para que las empresas acepten su responsabilidad en materia de emisiones. El cumplimiento de las normas es el principal factor que influye en las estrategias de reducción de éstas, sobre todo en Europa, donde casi las tres cuartas partes de los entrevistados (74%) prevén que unos adecuados incentivos fiscales "van a tener un importante impacto".
"Aunque aún hay relativamente pocas empresas que estén tomando medidas para reducir el impacto de sus emisiones de CO2, es interesante saber que las empresas quieren que los Gobiernos sean claros sobre este punto", señaló en este sentido el autor del Informe, James Watson. "No creen que la reducción de emisiones comporte un coste importante, pero quieren saber exactamente qué es lo que tiene que hacer", explica.

En palabras del director de 'UK Trade & Investment', Andrew Cahn, "este estudio pone de relieve una vez más la necesidad de que los Gobiernos sigan colaborando con las empresas para poner en marcha los incentivos adecuados y el marco legal que les permitan no perder competitividad y, al mismo tiempo, enfrentarse al cambio climático".
Pero mientras que el interés público en las emisiones de CO2 sigue siendo alto, el comportamiento de los consumidores todavía no ha cambiado.

En consecuencia, la mayoría de las empresas no cree todavía que su estrategia medioambiental pueda afectar a su posición de mercado y sólo un 10% lo consideran como parte de su RSC.
En la misma línea, un 37% de los encuestados dice que un atractivo para reducir las emisiones es la mayor credibilidad ante un público cada vez más amplio, pero sólo el 15% lo considera como una oportunidad de marketing y apenas un 7% como un factor de diferenciación de sus productos. Más de la mitad (56%) dicen que las políticas de reducción de emisiones "no tienen un efecto apreciable en sus clientes".

Otras de las conclusiones de este estudio señalan que las empresas europeas quieren que los Gobiernos establezcan un marco claro para las emisiones de CO2 y algo más de la mitad de las europeas asegura que las normas tienen un efecto importante o muy importante, frente al 50% del total mundial. Un 41% de las europeas dicen que una motivación importante o muy importante es el deseo de adelantarse a los futuros requisitos.

REDUCIR EMISIONES NO TIENE POR QUÉ SER CARO
Las empresas que ya están tomando medidas para reducir sus emisiones no están gastando mucho, o al menos, eso refleja el estudio. La mayoría de las europeas gastan menos del 1% de sus costes de explotación, en línea con la media mundial. Más de la mitad (54%) espera que, para 2010, esos esfuerzos no supongan un coste para sus empresas o que, en caso contrario, su impacto positivo sea mayor, sobre todo por un ahorro en la factura energética o por un aumento de las ventas. Sólo el 12% piensan que las medidas tendrán un impacto negativo en sus costes.

Otra de las conclusiones señala que las empresas no saben mucho de la compra-venta de derechos de emisión, pero ésta sigue siendo una opción importante. Mientras las empresas europeas los consideran como una salida provisional y no como una solución permanente (46%), en todo el mundo las empresas que ya reducen sus emisiones creen que esos planes serán cada vez más importantes y un 38% de ellas espera que su esfuerzo será interno.
(Europa Press)