Polémica en Europa por el pago de derechos de emisión de CO2 y la fuga de carbono

15.10.2014 | Europa

Europa está en medio de un debate por el pago de permisos para emitir CO2. El 23 y 24 de octubre, se iniciará la negociación sobre la nueva política climática europea que incluye precios al carbono que deberán ser pagados por el sector privado. 


Un grupo de 60 directores ejecutivos de la industria del acero, de empresas como ArcelorMittal Europa y la española Acerinox ha pedido a los líderes europeos, que se reúnen en Bruselas el 23 y 24 de octubre, que mantengan los permisos de emisión de CO2 gratuitos para las instalaciones más eficientes.

La polémica radica en que si el precio de cada permiso de emisión se elevara a treinta euros, como se está proponiendo, algunos sectores tendrían que relocalizarse en otros países para mantener su competitividad. Hoy algunos de  estos sectores  reciben gratis en la Unión Europea una proporción elevada de sus permisos. La CE ha elaborado una lista para busca proteger a algunos sectores del riesgo de fuga de carbono: empresas que deslocalizan su producción a zonas con normas ambientales menos estrictas que la Unión Europea.

Por su parte, la plataforma Eurofores, formada por eurodiputados, cuestionan el hecho que demasiadas empresas reciben gratis derechos de emisión de CO2 pese a que pueden permitirse pagar por ellos.

Bas Eickhout, eurodiputado verde de Países Bajos, presentó una propuesta de bloquear la decisión de la Comisión Europea que terminó siendo bloqueada.

En una entrevista cuestiona argumenta en contra de la idea de la fuga de carbono:

"Sectores que no están en absoluto expuestos al riesgo de la fuga de carbono están recibiendo licencias gratis. La metodología de la Comisión para identificar a los sectores que se pueden beneficiar de la atribución de permisos gratis se basa en que el precio del carbono se eleve a 30 euros por permiso. Este precio es demasiado elevado y pone en la lista a sectores que no deberían estar en ella."

"Por el contrario, en un análisis de impacto que no se hizo público, la Comisión utiliza un precio de 16,5 euros. En este caso, serían más los sectores que tendrían que comprar las licencias, los Estados de la Unión Europea recaudarían alrededor de cinco millones de euros, y varios sectores que usan el CO2 de manera intensiva tendrían un incentivo para innovar."

Bas Eickhout desmintió el riesgo de que algunos sectores que usan la energía de manera intensiva, si se les retira de la lista, deslocalicen su negocio a otras zonas. "Un estudio reciente realizado para la Comisión incluso cuestiona la existencia de la fuga de carbono. Es más, el análisis de impacto que antes he citado también concluye que se puede retirar sin problemas a algunos sectores de la lista. La lista sólo debería incluir sectores que afrontan competencia desleal. Sin embargo, en la actualidad incluye el noventa y seis por ciento de todas las industrias que participan en el sistema de comercio de emisiones.", argumenta el eurodiputado.