Promueven a la RSE como Ciencia Económica

23.08.2011 | Destacadas

El presidente de la Sección de Ciencias Económico-Contables y Financieras de la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras (RACEF), Aldo Olcese, adelantó en un desayuno de prensa en Madrid la presentación a finales del próximo mes de junio de una macro-investigación sobre RSC en la que llevan ya seis meses trabajando y que será el primer paso para dar categoría de ciencia económica a esta nueva forma de gestión empresarial, con el fin de que pase de forma definitiva y reglada a las Universidades.


 

La idea, según explicó Olcese, es que esta investigación --que se presentará oficialmente en la Sesión Solemne de Clausura del año académico de la RACEF previsiblemente con la presencia del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero-- sirva de base para la elaboración posterior de un libro de texto universitario, que después se traducirá a varios idiomas, y que sirva para proponer a la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) y al propio Ministerio de Educación la introducción de la RSC como asignatura troncal y obligatoria en las carreras empresariales y optativa en el resto.
De esta forma, Olcese consideró que "éste era el momento adecuado para que esta investigación se realizara" y sobre todo de que una institución como la Real Academia de Ciencias Económicas diera 'luz' sobre si nos encontramos o no ante una nueva economía de la empresa. Así, comenzará el proceso de elevar la RSC a la categoría de ciencia, comenzando por una definición conceptual exhaustiva de todo este proceso que aporte una constatación "científica y empírica" sobre si afecta positivamente o no a los resultados empresariales.
Con el apoyo de un grupo de trabajo formado por 20 personas y otro de consulta formado por unos 120 representantes --entre ellos el presidente del Grupo Santander, Emilio Botín o del Instituto de la Empresa Familiar, Juan Roig, presidente también de Mercadona-- la Real Academia ha tratado con este trabajo --ya finalizado y a la espera de pasar los trámites oficiales para su publicación-- de ser un 'catalizador' que demuestre que se puede generar un movimiento potente de autocontrol vinculado al concepto de autorregulación en el sector empresarial, "pero comprometida".
"Uno de los retos pendientes, precisamente, es que este ámbito auto-regulatorio se complete con actuaciones de la sociedad civil privada que debe gestionar este autogobierno acompañándose, en buena armonía, de iniciativas de tutela y fomento por parte del sector público", explicó Olcese, que estuvo acompañado del secretario del Club de Excelencia en Sostenibilidad, Juan Alfaro y del presidente de la Academia, Jaime Gil Aluja.
El documento, de 1.000 páginas de extensión y en cuya presentación oficial estarán presente junto a Olcese, Botín y Roig el presidente de La Caixa, Ricardo Fornesa, va a ser, en palabras de Aldo Olcese "un tratado sobre RSC que dará lugar a un libro de texto de una nueva asignatura que se propondrá con el nombre de 'Economía de la Empresa: Responsabilidad Social Empresarial'". Pero para ello, agregó, "primero hay que llegar a la conclusión científica de que ésta es una nueva ciencia económica".
La investigación --y el futuro libro-- se acompañará de una Guía de Recomendaciones de práctica de la RSC para las empresas y unos Indicadores de Medición, por estar convencidos de que "nada existe realmente si no se puede medir".
Estas dos partes del libro se publicarán como una 'separata' de éste para que puedan servir y ser distribuidos de forma independiente a las empresas. Olcese se refirió también a la creación de un Observatorio que realizaría ese trabajo de medición, una vez creadas las herramientas básicas para el seguimiento y que proceda del ámbito privado, no de los sindicatos.
El trabajo tiene una parte también de propuestas de políticas públicas --un sector con el que han colaborado muy estrechamente para su elaboración-- y capítulos monográficos que abordan temas como la conciliación, el buen gobierno, los códigos de conducta, la prevención de la corrupción, la comunicación de la RSC, la reputación, la innovación, la transparencia, los RRHH, las compras, la acción social, las Memorias de Sostenibilidad, el patrocinio y el mecenazgo, o las finanzas éticas.
En palabras de Olcese, que consideró la RSC como "una reformulación del capitalismo liberal", precisamente la responsabilidad social corporativa "es la incógnita que despeja la ecuación entre liberalismo y globalización", y este estudio sobre ella será "un tratado para los estudiantes, pero a la vez un manual para los dirigentes empresariales".
De él se hará una edición comercial --con los indicadores de medición y las recomendaciones en una 'separata'--, y será "una investigación aplicada", superando el ámbito teórico, que tanto gusta a las Academias y con una aplicación eminentemente "práctica y didáctica". Hasta la fecha, según han podido comprobar, "no existe a nivel ni europeo ni mundial un trabajo de investigación multidisciplinar de esta índole".
Precisamente es la transversalidad lo que lleva a defender a los responsables del estudio la idea de que la RSC a nivel público debe ir más allá de las responsabilidades del Ministerio de Trabajo --por incluir temas como el Medio Ambiente, el buen gobierno, etc-- y pasar a depender de la Presidencia, con la creación de un órgano de tutela: un consejo asesor estatal en el que estén representados todos los 'stakeholders' y que el Observatorio de medición y seguimiento dependa de este consejo.
Entre las conclusiones del estudio destacan algunas ideas como que la problemática económica, social y ambiental actual hacen que la concepción de empresa sea ya "insuficiente", que el mayor poder de las empresas conlleva una mayor responsabilidad en el entorno en el que operan, o que la sostenibilidad de la empresa es clave si ésta desea permanecer en el tiempo de forma ilimitada y crear valor para sí misma y para su entorno.
Asimismo, se destaca en estas conclusiones que la empresa es una de las instituciones sociales con mayor poder de influencia, positiva o negativa, y que las empresas del futuro son, sin duda, "empresas vivas e inteligentes", paradigma de las empresas responsables. Así, éstas se caracterizarán por lo tanto por la apertura, la sensibilidad hacia el entorno, el sentido de la comunidad, la capacidad innovadora, la consideración del largo plazo y la creación de valor.
Entre los 120 expertos que han participado en el Grupo de Consulta para la elaboración del trabajo se encuentra el director de RSC de Santander, Borja Baselga, de Red Eléctrica de España, Angel Ibisate, el director general de la Fundación Empresa y Sociedad, Francisco Abad, el secretario general de la Asociación Española del Pacto Mundial (ASEPAM), Joaquín Garralda, el presidente de Novartis, Jesús Acebillo, de Bankinter, Juan Arena, de Repsol, Antonio Brufau, o el director de Economía Social del Ministerio de Trabajo, Juan José Barrera.
Asimismo, forman parte de este Grupo el presidente de Iberia, Fernando Conte, de HP España, Santiago Cortés, de la Fundación ONCE, Alberto Durán, el Primer Secretario General Iberoamericano, Enrique Iglesias, el diputado del PSOE Ramón Jáuregui, el filósofo y escritor José Antonio Marina, el consejero delegado de Europa Press, Asís Martín de Cabiedes, la presidenta de IBM España, Amparo Moraleda, la secretaria de Estado para la Cooperación Internacional, Leire Pajín, el presidente de Fundación Entorno-BCSD España, Javier Salas o el presidente de Forética, José Manuel Velasco.

La idea, según explicó Olcese, es que esta investigación --que se presentará oficialmente en la Sesión Solemne de Clausura del año académico de la RACEF previsiblemente con la presencia del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero-- sirva de base para la elaboración posterior de un libro de texto universitario, que después se traducirá a varios idiomas, y que sirva para proponer a la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) y al propio Ministerio de Educación la introducción de la RSC como asignatura troncal y obligatoria en las carreras empresariales y optativa en el resto.

De esta forma, Olcese consideró que "éste era el momento adecuado para que esta investigación se realizara" y sobre todo de que una institución como la Real Academia de Ciencias Económicas diera 'luz' sobre si nos encontramos o no ante una nueva economía de la empresa. Así, comenzará el proceso de elevar la RSC a la categoría de ciencia, comenzando por una definición conceptual exhaustiva de todo este proceso que aporte una constatación "científica y empírica" sobre si afecta positivamente o no a los resultados empresariales.

Con el apoyo de un grupo de trabajo formado por 20 personas y otro de consulta formado por unos 120 representantes --entre ellos el presidente del Grupo Santander, Emilio Botín o del Instituto de la Empresa Familiar, Juan Roig, presidente también de Mercadona-- la Real Academia ha tratado con este trabajo --ya finalizado y a la espera de pasar los trámites oficiales para su publicación-- de ser un 'catalizador' que demuestre que se puede generar un movimiento potente de autocontrol vinculado al concepto de autorregulación en el sector empresarial, "pero comprometida".
"Uno de los retos pendientes, precisamente, es que este ámbito auto-regulatorio se complete con actuaciones de la sociedad civil privada que debe gestionar este autogobierno acompañándose, en buena armonía, de iniciativas de tutela y fomento por parte del sector público", explicó Olcese, que estuvo acompañado del secretario del Club de Excelencia en Sostenibilidad, Juan Alfaro y del presidente de la Academia, Jaime Gil Aluja.

El documento, de 1.000 páginas de extensión y en cuya presentación oficial estarán presente junto a Olcese, Botín y Roig el presidente de La Caixa, Ricardo Fornesa, va a ser, en palabras de Aldo Olcese "un tratado sobre RSC que dará lugar a un libro de texto de una nueva asignatura que se propondrá con el nombre de 'Economía de la Empresa: Responsabilidad Social Empresarial'". Pero para ello, agregó, "primero hay que llegar a la conclusión científica de que ésta es una nueva ciencia económica".
La investigación --y el futuro libro-- se acompañará de una Guía de Recomendaciones de práctica de la RSC para las empresas y unos Indicadores de Medición, por estar convencidos de que "nada existe realmente si no se puede medir".
Estas dos partes del libro se publicarán como una 'separata' de éste para que puedan servir y ser distribuidos de forma independiente a las empresas. Olcese se refirió también a la creación de un Observatorio que realizaría ese trabajo de medición, una vez creadas las herramientas básicas para el seguimiento y que proceda del ámbito privado, no de los sindicatos.
El trabajo tiene una parte también de propuestas de políticas públicas --un sector con el que han colaborado muy estrechamente para su elaboración-- y capítulos monográficos que abordan temas como la conciliación, el buen gobierno, los códigos de conducta, la prevención de la corrupción, la comunicación de la RSC, la reputación, la innovación, la transparencia, los RRHH, las compras, la acción social, las Memorias de Sostenibilidad, el patrocinio y el mecenazgo, o las finanzas éticas.
En palabras de Olcese, que consideró la RSC como "una reformulación del capitalismo liberal", precisamente la responsabilidad social corporativa "es la incógnita que despeja la ecuación entre liberalismo y globalización", y este estudio sobre ella será "un tratado para los estudiantes, pero a la vez un manual para los dirigentes empresariales".
De él se hará una edición comercial --con los indicadores de medición y las recomendaciones en una 'separata'--, y será "una investigación aplicada", superando el ámbito teórico, que tanto gusta a las Academias y con una aplicación eminentemente "práctica y didáctica". Hasta la fecha, según han podido comprobar, "no existe a nivel ni europeo ni mundial un trabajo de investigación multidisciplinar de esta índole".

Precisamente es la transversalidad lo que lleva a defender a los responsables del estudio la idea de que la RSC a nivel público debe ir más allá de las responsabilidades del Ministerio de Trabajo --por incluir temas como el Medio Ambiente, el buen gobierno, etc-- y pasar a depender de la Presidencia, con la creación de un órgano de tutela: un consejo asesor estatal en el que estén representados todos los 'stakeholders' y que el Observatorio de medición y seguimiento dependa de este consejo.
Entre las conclusiones del estudio destacan algunas ideas como que la problemática económica, social y ambiental actual hacen que la concepción de empresa sea ya "insuficiente", que el mayor poder de las empresas conlleva una mayor responsabilidad en el entorno en el que operan, o que la sostenibilidad de la empresa es clave si ésta desea permanecer en el tiempo de forma ilimitada y crear valor para sí misma y para su entorno.

Asimismo, se destaca en estas conclusiones que la empresa es una de las instituciones sociales con mayor poder de influencia, positiva o negativa, y que las empresas del futuro son, sin duda, "empresas vivas e inteligentes", paradigma de las empresas responsables. Así, éstas se caracterizarán por lo tanto por la apertura, la sensibilidad hacia el entorno, el sentido de la comunidad, la capacidad innovadora, la consideración del largo plazo y la creación de valor.
Entre los 120 expertos que han participado en el Grupo de Consulta para la elaboración del trabajo se encuentra el director de RSC de Santander, Borja Baselga, de Red Eléctrica de España, Angel Ibisate, el director general de la Fundación Empresa y Sociedad, Francisco Abad, el secretario general de la Asociación Española del Pacto Mundial (ASEPAM), Joaquín Garralda, el presidente de Novartis, Jesús Acebillo, de Bankinter, Juan Arena, de Repsol, Antonio Brufau, o el director de Economía Social del Ministerio de Trabajo, Juan José Barrera.

Asimismo, forman parte de este Grupo el presidente de Iberia, Fernando Conte, de HP España, Santiago Cortés, de la Fundación ONCE, Alberto Durán, el Primer Secretario General Iberoamericano, Enrique Iglesias, el diputado del PSOE Ramón Jáuregui, el filósofo y escritor José Antonio Marina, el consejero delegado de Europa Press, Asís Martín de Cabiedes, la presidenta de IBM España, Amparo Moraleda, la secretaria de Estado para la Cooperación Internacional, Leire Pajín, el presidente de Fundación Entorno-BCSD España, Javier Salas o el presidente de Forética, José Manuel Velasco.