RSE y sindicatos en Argentina

20.07.2011 | Destacadas

La práctica de la responsabilidad social empresaria encontró hace tiempo en el vínculo con los grupos de interés uno de sus cimientos más sólidos. Dentro del universo de estos grupos, está también el sindical. ¿Cómo percibe el sector sindical en Argentina el fenómeno de la RSE? Desde la desconfianza hasta la cooperación, pasando por la verificación de los reportes de sustentabilidad y su incidencia en la ISO 26000, el sindicalismo comienza a hacer pie en la RSE.


- ¿Qué es la RSE para los sindicatos?

El sindicalismo internacional ha tomado en los últimos años el desafío de reinterpretar el concepto empresario de RSE para integrarlo a su defensa tradicional de las relaciones laborales en la empresa, mediante un enfoque que integra la responsabilidad “externa” (con las comunidades locales y consumidores), que es el eje del enfoque tradicional, con la “interna”, en el lugar de trabajo.

En un documento de 2006 titulado “Estrategia de CSI y CSA sobre RSE y Multinacionales”, la confederación Sindical Internacional (CSI) expresa que no puede permitirse que la Responsabilidad Social Empresaria se utilice para sustituir el papel legítimo de los gobiernos o de los sindicatos.

La CSI llama a los trabajadores a asumir un papel protagónico en el debate político público a fin de asegurarse de que las iniciativas de Responsabilidad Social complementen la regulación y la negociación y los convenios colectivos.

“La responsabilidad social ha sido inicialmente una fuente de inquietud en el sindicalismo, en particular, por la ausencia de una noción consensuada por todos sobre el significado y alcance de la RSE, y por la participación de las ONG en ámbitos que hasta la fecha eran considerados propios de los actores del proceso productivo. En aquellos países donde las normativas son débiles, donde prevalece la evasión y la elusión regulatoria, la responsabilidad social es tomada por algunas empresas inescrupulosas como herramientas para eludir sus compromisos primarios”, afirma  Antonio Jara, del Departamento de Relaciones Internacionales de la Confederación General del Trabajo (CGT) y activo participante del proceso de la ISO 26000 representando al sector sindical argentino.

“A mi criterio, el sindicalismo sigue escéptico y desconfiado de la temática, estimando que RSE tiene que ver mucho más con maquillaje empresario que con actitudes de valor. Ello a pesar que la Central Internacional, ente sindical unificado, promueve la participación de los sindicatos en temas de RSE”, opina Adalberto Steinfeld, mentor de Intersindical, uno de los primeros espacios que exploró el vínculo entre RSE y sindicato en Argentina.

“Sin perjuicio de no ser invitado por las empresas, a participar activamente en alguna de las actividades que llevan adelante, dado que prefieren a los trabajadores independizados de toda organización sindical, su cometido está en la búsqueda de distribución y condiciones salariales más que en otro tipo de participación con la empresa”, agrega Steinfeld.

Desde su visión, Gustavo Gándara, Director Ejecutivo de la Fundación de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA)  para las organizaciones sindicales “es imprescindible desnaturalizar la perspectiva empresarial sobre RSE y convocar a las empresas a mesas de concertación para construir colectivamente los componentes del concepto, los cuales indudablemente, no pueden soslayar cuestiones como los impactos sociales y ambientales de las inversiones, los códigos de ética, la sustentabilidad de las acciones solidarias en las comunidades de pertenencia, la formación ciudadana, etc.”.

“En América Latina, la RSE lejos se encuentra de ser incorporada y alineada con los objetivos generales de las empresas. En los casos en que se ha incursionado en el campo de la RSE, más que un compromiso fecundo con la comunidad, es la preocupación por la imagen corporativa la que ha motivado aquella iniciativa”, observa Gándara.

“Desde mi visión, mezquinamente la burocracia sindical, pretende conservar para si la incumbencia con las necesidades que por lo general las organizaciones  brindan a sus afiliados, más que involucrarse en temas que hagan al desarrollo y libertad de las personas, como al combate del trabajo infantil, el trabajo esclavo, y hasta el no registrado, el cual, lamentablemente, tampoco desde el Estado se encuentran medidas concretas para su eliminación”, critica Steinfeld.

- Control sindical de los reportes de RSE

El aseguramiento de la información contenida en los reportes de sustentabiliadad mediante el diálogo y validación con los grupos de interés, es una práctica ampliamente recomendada y practicada en muchos países. En Argentina es aún incipiente.

Una investigación realizada por ComunicaRSE en 2010 reveló que apenas 2 empresas dentro de una muestra de casi 40 compartieron su reporte de RSE con su sindicato. El mismo trabajo mostraba que el 68% de los reportes no hacía ninguna mención a la cuestión sindical.

En 2008, la Confederación Sindical Internacional (CSI) lanzó una guía sindical sobre la elaboración de reportes de sustentabilidad titulada 'A Union Guide to the GRI Sustainability Reporting Guidelines'. La finalidad de la Guía es proporcionar a los sindicalistas una orientación para analizar los informes.

“Los sindicatos deben velar para que se explique de forma apropiada en el informe cómo se han equilibrado las opiniones divergentes y cómo se ha dado prioridad a los diversos intereses a la hora de elaborar la memoria o informe.  La función sindical consiste en interrogar a las empresas cuando éstas den prioridad a intereses que carecen de fundamento jurídico nacional o internacional por encima de aquellos que sí lo tienen. Los sindicatos deben cerciorarse de que el informe cubra los temas que son importantes, incluidas las relaciones laborales, la negociación colectiva, los impactos sociales y ambientales de sus inversiones, el cumplimiento de la normativa por parte de su cadena de proveedores y subcontratistas, y muy en particular los sindicatos deberán exigir a las empresas que informen sobre las tendencias negativas de su desempeño así como los resultados desfavorables, y no solamente los éxitos  conseguidos”, considera Antonio Jara.

Hace algunos días se presentó el II Reporte de RSE de MAPFRE Argentina. Entre los presentes se encontraba  el delegado gremial de Mapfre, y Secretario Pro tesorero del Sindicato del Seguro de la República Argentina, Salvador Bianco.

Consultado sobre el valor del reporte desde una mirada sindical Bianco expresó que "es una cosa muy importante y hecha con mucho criterio. Ojalá todas las empresas lo hicieran. Nos parece importante que Mapfre tenga esto. Son muy pocas las compañías las que lo hacen. Hacer las cosas bien en beneficio de la gente y de la comunidad”. 

- El Rol sindical en la ISO 26000

El marco de negociación de la norma ISO26000 de Responsabilidad Social dio la posibilidad de representación igualitaria a diversos grupos de interés, incluidos los sindicatos.

Al momento de aprobarse la norma la propia Secretaria General de la CSI Sharon Burrow, expresó su apoyo a la norma: "esta fue la decisión correcta. La CSI participado en el Grupo de Trabajo que elaboró la norma, así como en el comité de redacción. Estamos satisfechos con el texto".

“Apoyamos el énfasis dado a los instrumentos internacionales de autoridad en este texto, así como el reconocimiento de que las empresas, como organizaciones, no deben definir unilateralmente los intereses de la sociedad. Sólo la OIT tiene el mandato de establecer normas internacionales que repercuten en el mundo del trabajo ", dijo Burrow.

Sin embargo, otras voces sindicales advirtieron que la representación sindical fue escasa, por las limitaciones que el propio proceso impuso, como ser el uso exclusivo del inglés, sin traducciones en los encuentros y documentos y la falta de financiamiento para la participación de las Centrales nacionales de varios de los países en desarrollo.

Antonio Jara, quien representó al sindicalismo argentino en el proceso, cita para clarificar su posición, a quien considera uno de los más importantes académicos del Cono Sur, Oscar Ermida Uriarte, profesor de la Universidad de la República, de Uruguay, quien en su parecer sintetizó el proceso de la ISO 26.000 con lucidez: “las reglas del mercado, generaron un mercado de reglas y ello hace que algunos empleadores recurran a organismos privados a comprar reglas”.

La posición de la central sindical argentina fue crítica y advirtió sobre “los riesgos no justificados de apoyar la creación de una norma ‘blanda’”. En 2009, incluso,  recomendó que el sector se retire de las negociaciones.

Para los sindicatos, el alcance en derechos laborales de la ISO 26000 se trata, en realidad, de derechos y obligaciones y por lo tanto no deben ni pueden quedar librados a la “voluntad” de respetarlos”.

- La cooperación empresa sindicato en un marco de RSE

En Argentina se ha estructurado una ruta de acción que convoca a las empresas y a los sindicatos a desarrollar una agenda público-privada que se estructura en la Red por la Responsabilidad Social y el Trabajo Decente que opera en el ámbito del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, apoyado por las Agencias del Sistema de las Naciones Unidas en la Argentina mediante el acuerdo firmado en el marco del Programa Conjunto PNUD/CEPAL/OIT.

Una de las mesas de diálogo tuvo como objeto debatir sobre  el poder de la negociación colectiva para incluir contenidos de responsabilidad social.

Las prácticas de este grupo tuvieron una doble connotación: la negociación colectiva como objetivo del ejercicio de la responsabilidad social y la negociación colectiva como mecanismo y requisito para el ejercicio de la responsabilidad social. 

Las empresas Acindar GrupoArcelorMittal, Acerbrag, Manpower, Lanxess, Novartis, PSA-Peugeot, Telefé, Telefónica e YPF formaron parte de la mesa de diálogo.

En todas las prácticas, el origen de las acciones fue el diálogo social que se presentó al interior de la organización entre la empresa y los trabajadores. Este diálogo no necesariamente sucedió como parte de un proceso convencional, sino que se dio paralelo a él, o a través de otros mecanismos de diálogo estructurado con los trabajadores, como por ejemplo los convenios colectivos de trabajo.

Las prácticas fueron diversas e incluyeron el mejoramiento de la vida laboral, por iniciativa propia de la empresa en diálogocon los trabajadores, la incorporación de elementos de responsabilidad social en la negociación colectiva propiamente dicha, el seguimiento de un acuerdo marco global de la empresa, hasta la gestión compartida entre la empresa y el sindicato, para el mejoramiento de las situaciones laborales.

- El futuro

 “Esta nueva realidad pone de presente la necesidad de lograr que tanto los trabajadores como los sindicatos tengan una formación en RSE. De esta manera, se incrementará la calidad del diálogo social y la RSE podrá actuar a modo de argumento de convergencia de los intereses de los trabajadores con los de la empresa. Adicionalmente, genera la obligación de que los sindicatos -en tanto que organizaciones- asuman también comportamientos responsables, y ésta es todavía una agenda pendiente reconocida incluso entre los más altos niveles de la OIT”, dice Luis Ernesto Salinas, Consultor de Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)

“Los sindicatos deben seguir participando activamente para que una verdadera responsabilidad social se instale como comportamiento sistemático en todas las organizaciones, incluyendo el desarrollo de una responsabilidad de mirada propia, complementaria a otras. La construcción de una mirada sindical sobre la RSE en base al dialogo social, la concertación y la definición de objetivos comunes, hace a la esencia de una visión colectiva donde cada actor contribuya al desarrollo de una sociedad más justa e igualitaria”, propone Gustavo Gándara.

"La RSE,  siempre que sea para sumar está bien. Si bien desde los sindicatos nos diferencian algunas cosas con las empresas, perseguimos lo mismo que es el beneficio para la gente. No nos ponemos en contra de eso, sino a favor”, añade Salvador Bianco, del sindicato del seguro.

(Autor: Alejandro Langlois)