Trabajar más, producir menos

13.07.2011 | Gestión

Evitar y combatir el "presentismo" es uno de los principios que recoge el Decálogo para la racionalización de horarios en el mercado laboral que ha presentado la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles, con el fin de facilitar la conciliación entre vida laboral y profesional. Aprender a decir "no", ser puntual y celebrar reuniones eficaces son sólo algunas de las propuestas de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles (Arhoe) para facilitar la conciliación entre vida personal, familiar y laboral.


 

Coincidiendo con la celebración del día del trabajador el próximo 1 de mayo, la Comisión presenta su Decálogo para la racionalización de horarios en el mercado laboral. El objetivo, tal y como explica su presidente Ignacio Buqueras y Bach, es ayudar a erradicar una serie de vicios adquiridos que perjudican la productividad y la racionalización de horarios.
Decálogo
1. Separe lo personal de lo laboral. 
Intente seguir la regla de los tres ochos: ocho horas de trabajo, ocho de descanso y ocho de tiempo libre.
2. Priorice. 
No todas las tareas pendientes son urgentes y, dentro de éstas, unas son más apremiantes que otras.
3. Aprenda a decir "no". 
Le ayudará a gestionar adecuadamente el tiempo y a evitar tareas que no le corresponden dentro de la empresa.
4. Planifíquese. 
Es la piedra angular de la gestión del tiempo. Algo tan simple como escribir un listado de tareas es extremadamente útil.
5. Sea respetuoso con su tiempo y con el de los demás. 
Si se ha comprometido a no extenderse más allá de un tiempo en una determinada tarea, sea escrupuloso con su cumplimiento y exija a los demás que también lo sean.
6. Sea puntual.
Es una señal de respeto hacia el tiempo de los demás. Si respeta los horarios de sus citas o de comienzo de jornada estará más legitimado para salir puntualmente a su hora.
7. Evite y combata, dentro de lo posible, el "presentismo". 
Las empresas cada vez evalúan más a sus trabajadores de acuerdo a sus resultados. Pasar 12 horas al día en la oficina no nos ayudará a ser más valorados en el trabajo, ni más productivos.
8. Convoque reuniones sólo cuando sea necesario. 
Las reuniones son una excelente herramienta para alimentar la comunicación pero, a menudo, se pueden sustituir por una simple conversación telefónica.
9. Organice sus reuniones para que no se extiendan más allá de lo debido.
Hay que fijar no sólo hora de inicio, sino también de finalización. Previamente, envíe a los participantes un orden del día con los puntos a tratar y encauce el tema si se desvía de dichos puntos.
10. Sustituya las comidas de trabajo por desayunos de trabajo. 
Son igual de efectivos para la toma de decisiones, pero mucho más breves.
(Expansión & Empleo)

Coincidiendo con la celebración del día del trabajador el próximo 1 de mayo, la Comisión presenta su Decálogo para la racionalización de horarios en el mercado laboral. El objetivo, tal y como explica su presidente Ignacio Buqueras y Bach, es ayudar a erradicar una serie de vicios adquiridos que perjudican la productividad y la racionalización de horarios.

Decálogo
1. Separe lo personal de lo laboral. 
Intente seguir la regla de los tres ochos: ocho horas de trabajo, ocho de descanso y ocho de tiempo libre.
2. Priorice. 
No todas las tareas pendientes son urgentes y, dentro de éstas, unas son más apremiantes que otras.
3. Aprenda a decir "no". 
Le ayudará a gestionar adecuadamente el tiempo y a evitar tareas que no le corresponden dentro de la empresa.
4. Planifíquese.
 Es la piedra angular de la gestión del tiempo. Algo tan simple como escribir un listado de tareas es extremadamente útil.
5. Sea respetuoso con su tiempo y con el de los demás. 
Si se ha comprometido a no extenderse más allá de un tiempo en una determinada tarea, sea escrupuloso con su cumplimiento y exija a los demás que también lo sean.
6. Sea puntual.
Es una señal de respeto hacia el tiempo de los demás. Si respeta los horarios de sus citas o de comienzo de jornada estará más legitimado para salir puntualmente a su hora.
7. Evite y combata, dentro de lo posible, el "presentismo".
 Las empresas cada vez evalúan más a sus trabajadores de acuerdo a sus resultados. Pasar 12 horas al día en la oficina no nos ayudará a ser más valorados en el trabajo, ni más productivos.
8. Convoque reuniones sólo cuando sea necesario. 
Las reuniones son una excelente herramienta para alimentar la comunicación pero, a menudo, se pueden sustituir por una simple conversación telefónica.
9. Organice sus reuniones para que no se extiendan más allá de lo debido.
Hay que fijar no sólo hora de inicio, sino también de finalización. Previamente, envíe a los participantes un orden del día con los puntos a tratar y encauce el tema si se desvía de dichos puntos.
10. Sustituya las comidas de trabajo por desayunos de trabajo. 
Son igual de efectivos para la toma de decisiones, pero mucho más breves.

(Expansión & Empleo)