Transparencia de las industrias extractivas

15.07.2011 | Contratapa

Cada vez existe una mayor preocupación por la contradicción que hay entre la riqueza natural de muchos países y la pobreza de sus ciudadanos, según explican los autores, miembros de la Iniciativa por la Transparencia de las Industrias Extractivas. En los últimos años, la espectacular subida del precio del petróleo, la creciente inseguridad respecto al suministro de materias primas procedentes de Oriente Medio y el aumento en la demanda de energía y materias primas de China e India, están llevando a los países industrializados a buscar nuevos mercados energéticos, fuera de los lugares de suministro tradicionales.


 

Con esto, la aceleración en los últimos años de la exploración y extracción de recursos energéticos está poniendo aún más de manifiesto la paradójica relación que sufren países en vías de desarrollo entre riqueza de recursos naturales, gobernabilidad y pobreza. Se estima que actualmente unas 3.500 millones de personas viven en más de 50 países donde la principal actividad económica esta relacionada con industrias extractoras de petróleo, gas y minerales, que proporcionan enormes ingresos a sus Gobiernos pero lamentablemente, en muchos de ellos se siguen registrando bajos índices de desarrollo humano.
Algunos países de África han recibido en los últimos años cientos de millones de dólares de ingresos petrolíferos, sin embargo más de la mitad de su población vive con menos de un dólar al día. La explotación de estos recursos podría generar enormes ingresos públicos que fomenten el crecimiento económico y el desarrollo humano. Sin embargo la realidad revela una preocupante relación entre la dotación de recursos naturales y pobreza, corrupción y conflictos, definida como la ?Paradoja de la Abundancia?.
En la reciente reunión que ha celebrado en Madrid el Consejo Directivo Global de la Iniciativa por la Transparencia de las Industrias Extractivas (EITI), se ha puesto de manifiesto el interés de España por sumarse de forma destacada a los esfuerzos internacionales para la mejora de la gobernabilidad en los países en vías de desarrollo, a través de la transparencia en el sector extractivo.
EITI fue creada en 2002 con el objetivo de fortalecer la gobernabilidad de los países, mediante la mejora de la transparencia y la rendición de cuentas en el sector de las industrias extractivas. Desde entonces, la iniciativa se está consolidando como un código de conducta en transparencia y rendición de cuentas en el sector de las industrias extractivas, basado en tres aspectos clave: que las compañías publiquen lo que pagan y a quién le pagan; que los Gobiernos receptores publiquen lo que reciben de esas compañías y; que la sociedad civil del país controle de cerca el proceso asegurando una publicación completa, comprensible y accesible de los pagos.
Esta iniciativa alberga una multiplicidad de actores, sentando en la misma mesa a Gobiernos, empresas y sociedad civil, lo que le permite actuar como una plataforma flexible, de enorme legitimidad y tratando de buscar el consenso y no la confrontación. Que esta iniciativa sea además apoyada gubernamentalmente por 11 países industrializados, entre los que se encuentra España, 6 organismos internacionales que van desde el Banco Mundial a la OCDE, 70 ONG internacionales y 37 empresas petroleras en el caso español como Repsol-YPF, son una buena señal para seguir trabajando y sumando coordinadamente esfuerzos desde el convencimiento de que sólo a través de un dialogo permanente, lograremos seguir avanzando. Además, en la próxima reunión de la Asamblea General de Naciones Unidas en septiembre se debatirá una resolución de apoyo a la misma, que confiamos que sea aprobada. Son ya 23 los países considerados como candidatos que pueden proceder a la puesta en marcha de las acciones que les llevan a la validación final. Con ello EITI ofrece un apoyo a la estabilidad, mejora de la gestión económica y política junto a un código de buenas prácticas para inversores extranjeros en países en vías de desarrollo.
Para España, la mejora de la gobernabilidad democrática, la participación ciudadana y el desarrollo institucional son sectores prioritarios marcados por el Plan Director de la Cooperación Española. Por eso, el Gobierno, respondiendo a las exigencias de la sociedad civil y del Parlamento, apoya de manera firme y concreta los objetivos y metas de la iniciativa.
Estamos pues dando pasos, aunque queda mucho por hacer y eso tiene que constituir nuestro horizonte diario de trabajo. Un horizonte que debe llevar a países, Gobiernos e instituciones a seguir haciendo progresos decisivos para lograr que cada vez haya más ciudadanos que se beneficien del desarrollo que generan las industrias extractivas en sus países.
Pajín es secretaria de Estado de Cooperación Internacional y Eigen es presidente del Consejo Directivo de la Iniciativa por la Transparencia de las Industrias Extractivas.
(Cinco Días)

Con esto, la aceleración en los últimos años de la exploración y extracción de recursos energéticos está poniendo aún más de manifiesto la paradójica relación que sufren países en vías de desarrollo entre riqueza de recursos naturales, gobernabilidad y pobreza. Se estima que actualmente unas 3.500 millones de personas viven en más de 50 países donde la principal actividad económica esta relacionada con industrias extractoras de petróleo, gas y minerales, que proporcionan enormes ingresos a sus Gobiernos pero lamentablemente, en muchos de ellos se siguen registrando bajos índices de desarrollo humano.

Algunos países de África han recibido en los últimos años cientos de millones de dólares de ingresos petrolíferos, sin embargo más de la mitad de su población vive con menos de un dólar al día. La explotación de estos recursos podría generar enormes ingresos públicos que fomenten el crecimiento económico y el desarrollo humano. Sin embargo la realidad revela una preocupante relación entre la dotación de recursos naturales y pobreza, corrupción y conflictos, definida como la ?Paradoja de la Abundancia?.

En la reciente reunión que ha celebrado en Madrid el Consejo Directivo Global de la Iniciativa por la Transparencia de las Industrias Extractivas (EITI), se ha puesto de manifiesto el interés de España por sumarse de forma destacada a los esfuerzos internacionales para la mejora de la gobernabilidad en los países en vías de desarrollo, a través de la transparencia en el sector extractivo.
EITI fue creada en 2002 con el objetivo de fortalecer la gobernabilidad de los países, mediante la mejora de la transparencia y la rendición de cuentas en el sector de las industrias extractivas. Desde entonces, la iniciativa se está consolidando como un código de conducta en transparencia y rendición de cuentas en el sector de las industrias extractivas, basado en tres aspectos clave: que las compañías publiquen lo que pagan y a quién le pagan; que los Gobiernos receptores publiquen lo que reciben de esas compañías y; que la sociedad civil del país controle de cerca el proceso asegurando una publicación completa, comprensible y accesible de los pagos.

Esta iniciativa alberga una multiplicidad de actores, sentando en la misma mesa a Gobiernos, empresas y sociedad civil, lo que le permite actuar como una plataforma flexible, de enorme legitimidad y tratando de buscar el consenso y no la confrontación. Que esta iniciativa sea además apoyada gubernamentalmente por 11 países industrializados, entre los que se encuentra España, 6 organismos internacionales que van desde el Banco Mundial a la OCDE, 70 ONG internacionales y 37 empresas petroleras en el caso español como Repsol-YPF, son una buena señal para seguir trabajando y sumando coordinadamente esfuerzos desde el convencimiento de que sólo a través de un dialogo permanente, lograremos seguir avanzando. Además, en la próxima reunión de la Asamblea General de Naciones Unidas en septiembre se debatirá una resolución de apoyo a la misma, que confiamos que sea aprobada. Son ya 23 los países considerados como candidatos que pueden proceder a la puesta en marcha de las acciones que les llevan a la validación final. Con ello EITI ofrece un apoyo a la estabilidad, mejora de la gestión económica y política junto a un código de buenas prácticas para inversores extranjeros en países en vías de desarrollo.

Para España, la mejora de la gobernabilidad democrática, la participación ciudadana y el desarrollo institucional son sectores prioritarios marcados por el Plan Director de la Cooperación Española. Por eso, el Gobierno, respondiendo a las exigencias de la sociedad civil y del Parlamento, apoya de manera firme y concreta los objetivos y metas de la iniciativa.
Estamos pues dando pasos, aunque queda mucho por hacer y eso tiene que constituir nuestro horizonte diario de trabajo. Un horizonte que debe llevar a países, Gobiernos e instituciones a seguir haciendo progresos decisivos para lograr que cada vez haya más ciudadanos que se beneficien del desarrollo que generan las industrias extractivas en sus países.
Pajín es secretaria de Estado de Cooperación Internacional y Eigen es presidente del Consejo Directivo de la Iniciativa por la Transparencia de las Industrias Extractivas.
(Cinco Días)