Francia prohíbe a los supermercados desperdiciar alimentos

15.02.2016 | Alimentos

Los supermercados franceses tendrán prohibido tirar o destruir los alimentos que queden sin vender y en su lugar deberán donarlos a organizaciones benéficas o para la alimentación animal, luego de la aprobación de una ley para acabar con el desperdicio de alimentos.


La Asamblea Nacional Francesa votó de manera unánime la aprobación de una legislación que busca eliminar el desperdicio de comida en las grandes empresas de alimentos. Estas enmiendas han sido presentadas en el proyecto de ley sobre la transición energética.

El diputado de centro-derecha Yves Jégo comentó sobre lo destacado de este consenso que unió a parlamentarios de distintos tonos políticos: "La parte más conmovedora de esta ley es que nos abre a ayudar otros que están sufriendo. A partir de ahora los supermercados tendrán prohibido desechar deliberadamente la comida sin vender. Una acción que puede ser considerada inhumana cuando hay miles de personas que sufren y mueren de hambre”.

Aquellos supermercados con una superficie de 4.305 pies cuadrados (400 metros cuadrados) o más tendrán que firmar contratos con organizaciones benéficas a partir de julio del año siguiente o afrontan penas que incluyen multas de hasta € 75,000 (£ 53,000) o dos años de cárcel.

En los últimos años, los medios de comunicación franceses y del mundo han puesto en evidencia cómo familias pobres, desempleados o personas sin hogar a menudo se alimentan furtivamente en los contenedores de los supermercados. Los alimentos se desechan cuando se acercan sus fechas de caducidad, y no necesariamente por estar en mal estado. Muchos son todavía aptos para el consumo pero son neutralizados para este fin ya que se les rocía lavandina para evitar que sea consumido en los basureros.

La ley también establece sensibilizar y educar sobre desperdicio de alimentos en las escuelas, se prevé integrar este tema en la escolarización. Los supermercados sólo son responsables de un 5% de este desperdicio de alimentos. Cada familia francesa desperdicia un promedio de 20 a 30 kg de alimentos al año, 7 kg de residuos de alimentos.

La Federación de Comercio y Distribución de Francia, que representa a los grandes supermercados, criticó la ley:

"La ley está mal en sus objetivos e intención, dado que las grandes tiendas sólo generan el 5% de los residuos de alimentos, y ahora tienen estas nuevas obligaciones," dijo Jacques Creyssels, jefe de la organización. 

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