El centro busca ir más allá del reciclaje tradicional y aplicar un enfoque de economía circular que contempla varias etapas: primero, la reubicación interna de equipos en otras plantas; luego, la donación o venta externa de lo que aún pueda utilizarse; y, finalmente, el desarme para recuperar materiales que puedan volver a entrar en los procesos productivos.

Entre los elementos a reacondicionar se incluyen herramientas industriales, robots, mobiliario de oficina y componentes como ruedas de aluminio. La compañía también está explorando nuevas aplicaciones para subproductos como el cuero residual de los asientos, que podría convertirse en artículos de menor escala, como etiquetas de equipaje.

“Una economía circular no es solo reciclar; se trata de que Honda aproveche cada recurso el mayor tiempo posible, hasta que ya no sirva para nada viable”, afirmó Matt Daniel, director de sostenibilidad en adquisiciones de American Honda.

Con esta iniciativa, Honda busca reducir residuos industriales y avanzar hacia su meta de neutralidad en carbono para 2050. El centro funcionará como piloto y la empresa ya evalúa la posibilidad de replicar el modelo en otras instalaciones de América del Norte.