Buenos Aires se suma a la Iniciativa "100 Ciudades Resilientes"

"Una ciudad resiliente rompe con el paradigma de las soluciones sectoriales a problemas complejos"

01.03.2017 | Entrevistas

Se lanzó la semana pasada en Buenos Aires la iniciativa "100 Ciudades Resilientes" impulsada por la Fundación Rockefeller. Santa Fe y Buenos Aires son las únicas dos ciudades argentinas seleccionadas para integrar la red internacional de ciudades que apunta a abordar los desafíos de la urbanización de manera transversal, interconectada y sostenible. Eugene Zapata, Director para América Latina y el Caribe de 100 Ciudades Resilientes, conversó con ComunicaRSE sobre la estrategia de tres años que la Fundación Rockefeller financiará para que las 100 ciudades integren la resiliencia a sus estrategias.


¿Qué significa que una ciudad sea resiliente?

La resiliencia es un concepto que viene de las ciencias exactas que describe la capacidad que tiene un cuerpo o un sistema de sobrevivir y de hacerse más fuerte después de un impacto o una tensión crónica. Una ciudad resiliente es aquella que logra prever y anticipar impactos agudos como una inundación, un terremoto o un huracán. Pero también tensiones crónicas como un deterioro silencioso o invisible de elementos que ponen en riesgo la viabilidad de una ciudad, por ejemplo el deterioro de la infraestructura vial. La resiliencia urbana observa los impactos agudos y las tensiones crónicas que pueden poner en peligro la supervivencia de las ciudades. En el plano humano, se trata de una persona que ante una catástrofe o ante una perdida, sobrevive y se fortalece, se adapta.

En los últimos años se han multiplicado las iniciativas que ponen en el centro a las ciudades ¿Cuál es el valor diferencial de "100 Ciudades Resilientes" frente a otras iniciativas sobre ciudades sostenibles?

La sustentabilidad como enfoque de desarrollo tiene que ver con la capacidad de la sociedad de crecer sin comprometer los recursos del mañana. La resiliencia no tiene que ver con eficacia en la administración de recursos, tiene que ver con el tratamiento de la ciudad como un sistema complejo que debe abordar los problemas de manera interconectada. Por ejemplo, un problema de viabilidad y tráfico se ha venido tratando siempre con un enfoque sectorial, es el Ministerio de transporte el responsable de ofrecer soluciones. El enfoque resiliente busca romper con el paradigma de las soluciones unívocas y sectoriales a problemas complejos. Y también significa romper con la visión de que lo público es sólo lo gubernamental. La idea es convertir las políticas públicas en concertación con la ciudadanía basada en el largo plazo, que supere la gestión de un gobierno.
La multiplicación de iniciativas sobre ciudades indica que las ciudades están de moda. Todos sabemos que el mundo se vuelve cada vez más urbano, se esperan 3 mil millones de personas viviendo en ciudades en los próximos 20 años. Las principales megalópolis del 2050 todavía no existen. Yo creo que las muchas iniciativas internacionales, regionales, locales, que abordan el desarrollo urbano sostenible son bienvenidas e insuficientes para la tarea que se nos viene. Parecería que la multiplicidad de iniciativas es cacofónica pero no lo es porque las oficinas que llevan adelante estas iniciativas son las mismas, no creo que haya incompatibilidad. El aporte específico de nuestra iniciativa es el de poner una oficina de resiliencia financiada por 3 años para elaborar la estrategia de resiliencia en coordinación con un modelo integral de la red de 100 ciudades.

¿Cuáles fueron los criterios de selección utilizados para que Buenos Aires forme parte de la red de 100 ciudades resilientes?

Las ciudades deben comprometerse a la creación de una oficina de resiliencia con dos características importantes. Por un lado, la oficina debe tener acceso directo al proceso de toma de decisiones (al Jefe de Gobierno), tiene que tener impacto estratégico. Segundo, la oficina tiene que tener facultades de coordinación interinstitucional.
Para que una ciudad sea elegida debe tener un compromiso para empoderar a esta oficina pero también debe tener algún tipo de capacidad instalada. Es difícil llevar adelante este tipo de estrategia en ciudades que no han tenido experiencia de concertación con la ciudadanía, con el sector privado por ejemplo. Buenos Aires ya venía trabajando de manera transversal e integrada con las distintas partes interesadas. La elegimos porque la consideramos como un laboratorio interesante, por su característica metropolitana, por el hecho de tener una complejidad de actores institucionales trabajando en conjunto, y por la confluencia afortunada entre gobierno nacional y el de la ciudad que ayuda al enfoque transversal de la iniciativa.

¿Cómo se articula con el sector privado? ¿Cuál es el potencial de oportunidades que pueden tener las empresas en este modelo de ciudades resilientes?

Se necesita la articulación con las empresas para llevar adelante una política de Estado a largo plazo. Nuestro modelo propone integrar la participación de las empresas desde el inicio del diseño de los proyectos y no sólo en la etapa de implementación. El desarrollo urbano es uno de los principales objetos de inversión pública en el mundo. Se calcula que de aquí al año 2050 se invertirán 54 mil millones de dólares en desarrollo urbano, esto es una enorme oportunidad para las empresas. Ahora, es muy distinto que un gobierno cocine sus estrategias y prioridades y luego las saque para que las empresas las ejecuten. Nuestro modelo propone involucrarlas desde el inicio para que el proyecto sea más amplio, más legítimo, más integral desde el inicio. Se invitará al sector privado a participar del diseño de los proyectos, a ver cuáles son las oportunidades de crecimiento social y económico.

La iniciativa desarrolló un Marco de Resiliencia para que las 100 ciudades lo usen como guía en sus estrategias. ¿En qué consiste este Marco?

El “City Resilience Framework” es un enfoque de aproximación para trabajar el tema a partir de cuatro componentes: 1. Economía y sociedad; 2. Salud ciudadana; 3. Convivencia ciudadana; y 4. Liderazgo político. Incluye una metodología que arranca con un taller de percepciones de los grandes desafíos de la Ciudad. La semana pasada se realizó en Buenos Aires el primer taller con los distintos actores claves de la ciudad. 
El Marco supone una serie de pasos para convertir esas percepciones en áreas de oportunidad e incluye un mapeo de actores para hacer de la estrategia lo más inclusiva posible. Los hallazgos del taller se plasmarán en un informe y luego se contratará asistencia técnica para activar acciones del plan.

El otro caso argentino es la Ciudad de Santa Fe. En esta ciudad se identificaron algunas áreas de oportunidad  como por ejemplo la creación de empleo para los jóvenes como una forma innovadora de abordar el tema de la delincuencia. Se identificó que uno de los ejes causales de la delincuencia juvenil es el desempleo, por lo que la ciudad se propuso abordar este desafío de manera transversal. Más que lucha contra la inseguridad Santa Fe se propone abordar la competitividad e inclusión laboral.

El Marco te permite pasar de una base de percepciones a ejes de trabajos y proyectos concretos multidimensionales. El resultado es una estrategia de resiliencia para implementarse en tres años de gestión.  Ya tenemos 21 estrategias publicadas, México es la ciudad más avanzado ya que está en etapa de implementación de proyectos. 

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