El Senado de Australia ha votado a favor de rechazar el impuesto especial a las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera, aprobado en 2011 y promulgado en 2012 durante el Gobierno de la laborista Julia Gillard. El impuesto inicialmente obligaba a las grandes empresas contaminantes a pagar unos 23 dólares locales (21,7 dólares estadounidenses, 16,1 euros) por tonelada de CO2 emitida. El plan incluía un aumento de un 2,5 por ciento en términos reales hasta 2015, año en que se daría paso al sistema de comercio de emisiones.

La Campaña “Australia libre de crueldad” (Australia’s Be Cruelty-Free) abrió una consulta pública para exigir al Partido Laborista una ley que prohíba las pruebas de cosméticos en animales, así como la importación y venta de cosméticos que fueron probados en animales. 

Esta es la principal conclusión del informe de la organización ambientalista Amigos de la Tierra Francia que cuestiona a la empresa financiera Société Générale por su apoyo al proyecto minero Alpha Coal en Australia que pondría en peligro la Gran Barrera de Corral australiana.

La mayoría de las principales empresas australianas no facilitan información sobre sus actuaciones en el ámbito de la responsabilidad social corporativa, según una encuesta realizada por la consultoría Grant Thornton de la que se hace eco la prensa local. Según dicha investigación, tan sólo el 52% de las 300 compañías australianas que lideran el mercado bursátil publicaron información sobre sus políticas medioambientales, y solo el 28% facilitaron datos sobre sus actuaciones para la reducción de sus emisiones de gases de efecto invernadero.   

El Senado de Australia aprobó este martes una legislación que allana el camino para establecer un impuesto a las emisiones de carbono. La aprobación del paquete legislativo “Energía del Futuro Limpio” significa que el país podrá fijar un precio del carbono fijo de 23 dólares la tonelada que se aplicará desde el 1 de julio de 2012.

El Secretario del Parlamento para el Tesoro (Ministerio de Economía de Australia), Chris Pearce,  le dio la bienvenida al lanzamiento del reporte realizado por el Comité Asesor de Corporaciones y Mercados (CAMAC) sobre la Responsabilidad Social de las Corporaciones en Australia. "El reporte sobre RSE de CAMAC es una muy valiosa contribución a este importante debate en Australia", expresó Pearce. El informe indaga sobre la manera en la que las compañías manejan sus actividades sociales y ambientales, y tiene consideraciones relevantes sobre cómo esas actividades deberían ser parte de una estrategia para promover que dichas compañías continúen y refuercen este buen camino de generar valor para sus grupos de interés en el largo plazo. De todas formas, el ministro relativizó el alcance de la intervención estatal en materia de RSE.

La ISO ha destacado recientemente el caso de la  Australian Dental Association Victorian Branch (ADAVB)  como ejemplo de que la Guía ISO 26000 de Responsabilidad Social puede ser aplicada por cualquier tipo de organización, no importa su tamaño ni naturaleza. La asociación ha adoptado formalmente la norma ISO 26000 como política en octubre de 2010 y desde entonces desarrolla una serie de acciones ambientales y sociales acorde con sus lineamientos.

El Gobierno australiano anunció este domingo que fijará un impuesto a las emisiones de CO2 a partir de julio de 2012. La tasa se ubicará en los 23 dólares por tonelada e irá aumentando un 2,5 por año hasta que en 2015 será el propio mercado del carbono interno el que fije el precio.

El vino Mobius Marlborough Sauvignon Blanc, el aceite de oliva ALDI y los secadores de cabello Dyson Airblade serán los tres primeros productos que llevarán en su envase la etiqueta de carbono certificado de la organización Carbon Trust.