El laboratorio argentino, Droguería del Sud, ha decidido reemplazar la venta de las tradicionales bolsas de farmacia por unas con plásticos oxi-biodegradables como política de responsabilidad social. Las bolsas clásicas, comúnmente utilizadas por la mayoría de los comercios están fabricadas con polietileno o polipropileno, ambos derivados del petróleo, una fuente de energía no renovable y cada vez más cara. Por otro lado, una vez descartadas, tardan desde décadas hasta milenios en degradarse y si se las quema, generan emisiones de dióxido de carbono, contribuyendo a agravar el cambio climático.