Los bancos de Brasil, en el marco de sus acciones de RSE vinculadas con la igualdad y la no discriminación,  han puesto en marcha un nuevo análisis de la capacidad de pago de préstamos inmobiliarios que permite unificar la composición de los ingresos entre cónyuges o parejas que viven en régimen estable, cualquiera sea el sexo de sus integrantes.

De esta manera, las parejas del mismo sexo que desean tener una casa deben elaborar una declaración de convivencia, de su puño y letra, y participan del resto del proceso en igualdad de condiciones que cualquier pareja heterosexual.

Por otra parte, desde este año, las parejas homosexuales  brasileñas pueden declarar  junto con sus compañeros en el Impuesto sobre el Ingreso Personal (PIT), siempre que prueben la convivencia bajo un mismo techo.

El Banco Do Brasil tiene una historia recorrida al respecto, desde que a la luz de los compromisos asumidos en sus políticas de responsabilidad social empresaria, donde define el respeto de la diversidad como uno de sus principios, en 2004 aceptó a las parejas homosexuales de sus empleados  como beneficiarios de los planes de salud de la institución.  

El Santander desde hace años dejó de hacer distinciones de de género en el momento de evaluar los créditos inmobiliarios.