Cambiar la matriz de iluminación para reducir energía

24.08.2011 | Destacadas

Antonio Duato, presidente de Philips para España y Portugal afirma que la solución más pragmática para avanzar en el objetivo global de ahorrar energía y detener el cambio climático lo mejor es cambiar la tecnología con la que nos alumbramos. Se centra básicamente en el negocio de la iluminación y en el desarrollo y la implantación de la nueva generación de luminarias que responde al nombre de LED. En esta entrevista concedida al semanario 5 Dias, expone su revolucionaria propuesta.


 

Usted asegura que para hacer algo efectivo ante el reto global del ahorro de energía y con el objetivo de parar o, al menos retrasar el cambio climático, lo que tenemos que hacer es cambiar una bombilla.
Dicho de esa manera suena un poco simple, pero es rigurosamente cierto. Hay muchos planes para abordar el reto ineludible de ahorrar energía entre otras cosas para minimizar las emisiones de CO 2 y retrasar el cambio climático. Desde mi punto de vista el programa más eficaz y rápido para ahorrar energía es el cambiar el alumbrado actualmente existente y pasar de la tecnología actual dominante, que es la fluorescente, a un nuevo concepto que denominamos LED. Con este acto simple, como dice usted, de cambiar una bombilla, habremos ahorrado un 20% del gasto total del alumbrado y las correspondientes emisiones de CO 2.
Acláreme en qué consiste la revolución que promete la tecnología de alumbrado LED.
En la historia del alumbrado, desde que Edison inventó la lámpara incandescente ha habido tres grandes saltos tecnológicos. El primero fue el que dio el gran inventor al conseguir iluminación a través de la incandescencia de un filamento. Muchos años después se pasó a la tecnología de la fluorescencia que, en su base, consiste en la combustión de un gas con un componente altamente contaminante de mercurio.
En el año 1969 del pasado siglo apareció en el mercado el primer LED, siglas inglesas que responden al concepto diodo emisor de luz.
Pero ¿qué tipo de luz es LED?
Podríamos decir que es iluminación producida por un transistor. En todos los campos de la tecnología se ha pasado de las soluciones analógicas a las digitales. Podemos decir que LED es la luz digital. La iluminación se consigue por el movimiento de los electrones dentro del material semiconductor al aplicarles una tensión.
¿Cuáles son sus ventajas?
Igual que ocurre en todos los procesos de transición de las tecnologías analógicas a las digitales, las ventajas son incontables. Los equipos, las lámparas, son muchísimo más pequeñas. No tienen ni filamento ni bulbo, ni queman gas contaminante, ni se calientan. Tienen una vida extraordinariamente más larga.
Para mí, no obstante, los principales avances son dos. El primero, que con una mayor intensidad de luz tienen un consumo eléctrico que es un 40% inferior a los elementos de iluminación actualmente dominantes. El segundo, que se trata de una iluminación dinámica, que no sólo se enciende ni se apaga. Los LED pueden cambiar de intensidad de luz a gusto del usuario y también permite variar el color de la emisión. Ello nos sitúa en un concepto del uso particular, empresarial y público de las luminarias que hasta la fecha no podíamos ni imaginar.
Si hoy pudiéramos cambiar de golpe la iluminación de las casas, de las empresas, de los hospitales, de las calles, de las carreteras en toda España para instalar LED, ¿cuánto ahorraríamos?
El total del consumo eléctrico anual en España es de 25.000 millones de euros aproximadamente. De esta cantidad, el coste que puede ser imputado al alumbrado es de un 20% que, traducido a euros sumarían 5.000 millones.
Si nos decidimos a utilizar de golpe las nuevas tecnologías de alumbrado se podría ahorrar, según las estimaciones de Philips, un 40%. Esto es, 2.000 millones de euros al año y, lo que no tiene menos importancia, un equivalente a 11 millones de toneladas de CO 2.
A nivel mundial se considera que el ahorro de electricidad supondría en dinero 60.000 millones de euros cada año y en emisiones de CO2 dejarían de enviarse a la atmósfera unos 300 millones de toneladas.
La migración de la vieja a la nueva tecnología ¿cómo marcha en el mundo?
Las estimaciones que hace Philips es señalan que en la actualidad el 10% de la iluminación que está instalada en el mundo es con tecnología LED. Aproximadamente el 40% se basa en los conceptos de la fluorescencia y el resto en otro tipo de tecnologías. Nuestras previsiones indican que en el plazo de cinco años los LED habrán conseguido una cuota del 25%.
Antonio Duato asegura que la UE dedica importantes cantidades de ayudas para promocionar el cambio de tecnología en iluminación, pero se queja de que muchas instituciones públicas no tienen todavía sensibilidad suficiente para embarcarse en proyectos de sustitución de los actuales alumbrados por LED.
Reconoce, no obstante que en la clase política y empresarial española existe un número importante de personas que comprenden la importancia de la revolución del alumbrado. En España hay un buen ramillete de proyectos en los que la iluminación LED es ya una realidad.
Duato cita entre estos adelantados al banco BBVA y a la Comunidad de Madrid que, entre otras iniciativas, ha dotado de esta tecnología al alumbrado de la vía de circunvalación denominada M-30. Entre las cadenas hoteleras, la más avanzada es Sol Meliá, que tiene un plan para cambiar la iluminación de todas las habitaciones de sus establecimientos. En el mundo hospitalario hay cuatro ejemplos de instituciones que han introducido esta nueva tecnología: Teknon de Barcelona, Clínico San Carlos y La Milagrosa en Madrid y Osatek en San Sebastián.
Duato explica que una aplicación de esta nueva fuente de luz en el ámbito de la sanidad son las iluminaciones de colores cambiantes que se han instalado en las habitaciones donde se realizan exploraciones médicas avanzadas.
'Antes había que sedar al paciente y ahora se logra que la luz actúe como tranquilizante'.
El directivo considera especialmente importante para esta actividad la compra por Philips de la empresa Color Kinetics 'que ha desarrollado y tiene en propiedad el mayor número de patentes sobre aplicaciones LED'.

Usted asegura que para hacer algo efectivo ante el reto global del ahorro de energía y con el objetivo de parar o, al menos retrasar el cambio climático, lo que tenemos que hacer es cambiar una bombilla.
Dicho de esa manera suena un poco simple, pero es rigurosamente cierto. Hay muchos planes para abordar el reto ineludible de ahorrar energía entre otras cosas para minimizar las emisiones de CO 2 y retrasar el cambio climático. Desde mi punto de vista el programa más eficaz y rápido para ahorrar energía es el cambiar el alumbrado actualmente existente y pasar de la tecnología actual dominante, que es la fluorescente, a un nuevo concepto que denominamos LED. Con este acto simple, como dice usted, de cambiar una bombilla, habremos ahorrado un 20% del gasto total del alumbrado y las correspondientes emisiones de CO 2.

Acláreme en qué consiste la revolución que promete la tecnología de alumbrado LED.
En la historia del alumbrado, desde que Edison inventó la lámpara incandescente ha habido tres grandes saltos tecnológicos. El primero fue el que dio el gran inventor al conseguir iluminación a través de la incandescencia de un filamento. Muchos años después se pasó a la tecnología de la fluorescencia que, en su base, consiste en la combustión de un gas con un componente altamente contaminante de mercurio.
En el año 1969 del pasado siglo apareció en el mercado el primer LED, siglas inglesas que responden al concepto diodo emisor de luz.

Pero ¿qué tipo de luz es LED?
Podríamos decir que es iluminación producida por un transistor. En todos los campos de la tecnología se ha pasado de las soluciones analógicas a las digitales. Podemos decir que LED es la luz digital. La iluminación se consigue por el movimiento de los electrones dentro del material semiconductor al aplicarles una tensión.

¿Cuáles son sus ventajas?
Igual que ocurre en todos los procesos de transición de las tecnologías analógicas a las digitales, las ventajas son incontables. Los equipos, las lámparas, son muchísimo más pequeñas. No tienen ni filamento ni bulbo, ni queman gas contaminante, ni se calientan. Tienen una vida extraordinariamente más larga.
Para mí, no obstante, los principales avances son dos. El primero, que con una mayor intensidad de luz tienen un consumo eléctrico que es un 40% inferior a los elementos de iluminación actualmente dominantes. El segundo, que se trata de una iluminación dinámica, que no sólo se enciende ni se apaga. Los LED pueden cambiar de intensidad de luz a gusto del usuario y también permite variar el color de la emisión. Ello nos sitúa en un concepto del uso particular, empresarial y público de las luminarias que hasta la fecha no podíamos ni imaginar.

Si hoy pudiéramos cambiar de golpe la iluminación de las casas, de las empresas, de los hospitales, de las calles, de las carreteras en toda España para instalar LED, ¿cuánto ahorraríamos?
El total del consumo eléctrico anual en España es de 25.000 millones de euros aproximadamente. De esta cantidad, el coste que puede ser imputado al alumbrado es de un 20% que, traducido a euros sumarían 5.000 millones.
Si nos decidimos a utilizar de golpe las nuevas tecnologías de alumbrado se podría ahorrar, según las estimaciones de Philips, un 40%. Esto es, 2.000 millones de euros al año y, lo que no tiene menos importancia, un equivalente a 11 millones de toneladas de CO 2.
A nivel mundial se considera que el ahorro de electricidad supondría en dinero 60.000 millones de euros cada año y en emisiones de CO2 dejarían de enviarse a la atmósfera unos 300 millones de toneladas.

La migración de la vieja a la nueva tecnología ¿cómo marcha en el mundo?
Las estimaciones que hace Philips es señalan que en la actualidad el 10% de la iluminación que está instalada en el mundo es con tecnología LED. Aproximadamente el 40% se basa en los conceptos de la fluorescencia y el resto en otro tipo de tecnologías. Nuestras previsiones indican que en el plazo de cinco años los LED habrán conseguido una cuota del 25%.
Antonio Duato asegura que la UE dedica importantes cantidades de ayudas para promocionar el cambio de tecnología en iluminación, pero se queja de que muchas instituciones públicas no tienen todavía sensibilidad suficiente para embarcarse en proyectos de sustitución de los actuales alumbrados por LED.
Reconoce, no obstante que en la clase política y empresarial española existe un número importante de personas que comprenden la importancia de la revolución del alumbrado. En España hay un buen ramillete de proyectos en los que la iluminación LED es ya una realidad.

Duato cita entre estos adelantados al banco BBVA y a la Comunidad de Madrid que, entre otras iniciativas, ha dotado de esta tecnología al alumbrado de la vía de circunvalación denominada M-30. Entre las cadenas hoteleras, la más avanzada es Sol Meliá, que tiene un plan para cambiar la iluminación de todas las habitaciones de sus establecimientos. En el mundo hospitalario hay cuatro ejemplos de instituciones que han introducido esta nueva tecnología: Teknon de Barcelona, Clínico San Carlos y La Milagrosa en Madrid y Osatek en San Sebastián.
Duato explica que una aplicación de esta nueva fuente de luz en el ámbito de la sanidad son las iluminaciones de colores cambiantes que se han instalado en las habitaciones donde se realizan exploraciones médicas avanzadas.
'Antes había que sedar al paciente y ahora se logra que la luz actúe como tranquilizante'.
El directivo considera especialmente importante para esta actividad la compra por Philips de la empresa Color Kinetics 'que ha desarrollado y tiene en propiedad el mayor número de patentes sobre aplicaciones LED'.