Campaña para exigir salarios dignos en la industria textil de Bangladesh

23.10.2013 | Mundo

La Campaña Salarios Dignos se desarrollará de forma simultánea en quince países europeos y se basará en 3 pedidos claves: a las marcas para que hagan cambios en su cadena de suministro, a los gobiernos de los países productores del sector textil y a los gobiernos europeos para que garanticen que las compañías cumplan con sus responsabilidades. Es una iniciativa de la CAMPAÑA ROPA LIMPIA.


La Campaña denuncia los bajos salarios pagados por la industria textil de Bangladesh, donde unas 4 millones de personas reciben un salario mínimo de 28,60€ al mes (3.000 takas). Es decir, solo el 11% de los 259,58€ (25,687 takas) que Asia Floor Wage Alliance, socia de la Campaña Ropa Limpia, calcula que es el salario digno que corresponde a ese país.

Además de la iniciativa para mejorar las condiciones de seguridad de las fabricas para evitar derrumbes e incendios como los sucedidos en el edificio Rana Plaza de Bangladesh donde murieron 1.133 trabajadores textiles, la campaña busca mejorar los salarios para evitar las horas extras y la explotación laboral.

La Campaña Salarios Dignos tiene como objetivo revertir esta situación con el apoyo de las miles de activistas de la Campaña Ropa Limpia y de los consumidores y consumidoras europeas. Comienza con una semana de acción global, durante la cual activistas de toda Europa difundirán la petición de un salario digno. 

Durante la campaña, se ejercerá presión social en tres direcciones: 

A las marcas de ropa y a las compañías, para que adopten las medidas necesarias para garantizar que las trabajadoras de toda su cadena de suministro reciben un salario digno, dando pasos concretos y que se puedan medir.

A los gobiernos de los países productores del sector textil, para que garanticen que los salarios mínimos que establezcan cumplen los estándares del salario digno.

A los gobiernos europeos, para que desarrollen regulaciones que garanticen que las compañías europeas asuman sus responsabilidades por el impacto que tienen sobre la vida de las trabajadoras de sus cadenas de suministro, incluyendo su derecho a un salario digno.