Cerco al dióxido de carbono

26.07.2011 | Mundo

El Reino Unido ha lanzado la primera iniciativa a nivel mundial para auditar las emisiones de carbono que se realizan en la cadena de producción de bienes. El sistema se llama PAS 2050 y contabiliza la incidencia de gases de efecto invernadero en todo el ciclo productivo desde la obtención de materias primas hasta el tratamiento de desperdicios, pasando por la manufacturación y el transporte.


 

El PAS2050 tiene como objetivo permitir a las empresas reducir los niveles de contaminación mediante un cálculo estandarizado de las emisiones que tienen lugar no sólo en la elaboración final del producto sino en todo su procesamiento. El sistema permite identificar la llamada huella de carbono de un producto determinado.
En la actual economía global, con la presencia cada vez más dominante de multinacionales que externalizan parte de su producción y usan una variadísima cantidad de suministros de distintas fuentes, la evaluación de esta huella a lo largo de todo el proceso productivo se vuelve indispensable para una política ecológica eficaz.
El nuevo sistema es obra de tres organizaciones gubernamentales -el Carbon Trust, el Departamento de Asuntos Rurales y Medio Ambiente, y el BSI- y se basó en los ensayos con unos 75 productos de compañías que representan una amplia variedad de la actividad económica, desde bebidas como Coca Cola hasta textiles o servicios financieros.
Según el artífice del PAS 2050, el doctor Graham Sinden, los proyectos piloto dieron algunos resultados sorprendentes. «Comparamos, por ejemplo, las rosas de Kenia y Holanda que se venden en el Reino Unido. Partíamos del supuesto intuitivo que la holandesa sería menos contaminante. En la práctica no resultó así. Encontramos que la rosa de Kenia contaminaba menos porque no se usaban invernaderos para su cultivo», explicó Sinden a ABC.
Otro caso fue el de la popular marca de patatas Walkers que basa su campaña publicitaria en torno al ex astro del futbol inglés y ex jugador del Barcelona Gary Lineker. El Carbon Trust hizo un detallado estudio de toda la cadena productiva que le permitió a Walkers reducir en un 33% sus emisiones de dióxido de carbono.
El PAS2050 toma en cuenta los gases invernadero identificados por el Panel Intergubernamental del Cambio Climático. «Algunos de esos gases son extremadamente inusuales o muy específicos para determinados productos. En la mayoría el foco está centrado en el más conocido de los gases el CO2, pero en agricultura, por ejemplo, hay otros componentes que son más importantes», puntualiza Sinden.
En el caso de la agricultura el PAS2050 hace un detallado análisis del uso de energía que se hace tanto en el cultivo como en la ganadería y crianza animal, midiendo el gasto concreto en el trabajo cada vez más tecnificado que se hace en el campo, la refrigeración, luz, ventilación y calefacción. Pero lo cierto es que este modelo de análisis se aplica en cualquier sector de la vida económica.
El Carbon Trust realizó seis casos testigo de este proceso para demostrar su aplicación práctica. Un gigante de supermercados como Tesco, la cadena de farmacias más grande de Inglaterra, Boots, el banco HBOS, Continental Clothing por la industria textil e Innocent para zumos demostraron, según el Carbon Trust, que su aplicación permite reducir las emisiones y ahorrar dinero.
El etiquetado ecológico
El PAS2050 no es obligatorio, pero muchas compañías ya lo han llevado a una segunda fase: el etiquetado para la venta en los negocios. Walkers fue el primer producto que pudo exhibir un etiquetado del Carbon Trust certificando la huella de Carbono. Esta información se añade a los recuadros que hay sobre valores nutritivos y componentes de todos los productos alimenticios.
En el caso de un paquete de 34,5 gramos de Walkers, el etiquetado certifica que la huella de carbono es de 75 gramos por paquete y que la compañía se compromete a trabajar para reducir este porcentaje. En el supermercado Tesco se pueden comprar los zumos de Innocent con una información similar.
El etiquetado es una manera de completar el proceso iniciado por el PAS2050 incorporando al consumidor que, una vez que se generalice esta metodología, podría optar por los productos más ecológicos.
(ABC)

El PAS2050 tiene como objetivo permitir a las empresas reducir los niveles de contaminación mediante un cálculo estandarizado de las emisiones que tienen lugar no sólo en la elaboración final del producto sino en todo su procesamiento. El sistema permite identificar la llamada huella de carbono de un producto determinado.
En la actual economía global, con la presencia cada vez más dominante de multinacionales que externalizan parte de su producción y usan una variadísima cantidad de suministros de distintas fuentes, la evaluación de esta huella a lo largo de todo el proceso productivo se vuelve indispensable para una política ecológica eficaz.

El nuevo sistema es obra de tres organizaciones gubernamentales -el Carbon Trust, el Departamento de Asuntos Rurales y Medio Ambiente, y el BSI- y se basó en los ensayos con unos 75 productos de compañías que representan una amplia variedad de la actividad económica, desde bebidas como Coca Cola hasta textiles o servicios financieros.
Según el artífice del PAS 2050, el doctor Graham Sinden, los proyectos piloto dieron algunos resultados sorprendentes. «Comparamos, por ejemplo, las rosas de Kenia y Holanda que se venden en el Reino Unido. Partíamos del supuesto intuitivo que la holandesa sería menos contaminante. En la práctica no resultó así. Encontramos que la rosa de Kenia contaminaba menos porque no se usaban invernaderos para su cultivo», explicó Sinden a ABC.
Otro caso fue el de la popular marca de patatas Walkers que basa su campaña publicitaria en torno al ex astro del futbol inglés y ex jugador del Barcelona Gary Lineker. El Carbon Trust hizo un detallado estudio de toda la cadena productiva que le permitió a Walkers reducir en un 33% sus emisiones de dióxido de carbono.

El PAS2050 toma en cuenta los gases invernadero identificados por el Panel Intergubernamental del Cambio Climático. «Algunos de esos gases son extremadamente inusuales o muy específicos para determinados productos. En la mayoría el foco está centrado en el más conocido de los gases el CO2, pero en agricultura, por ejemplo, hay otros componentes que son más importantes», puntualiza Sinden.
En el caso de la agricultura el PAS2050 hace un detallado análisis del uso de energía que se hace tanto en el cultivo como en la ganadería y crianza animal, midiendo el gasto concreto en el trabajo cada vez más tecnificado que se hace en el campo, la refrigeración, luz, ventilación y calefacción. Pero lo cierto es que este modelo de análisis se aplica en cualquier sector de la vida económica.

El Carbon Trust realizó seis casos testigo de este proceso para demostrar su aplicación práctica. Un gigante de supermercados como Tesco, la cadena de farmacias más grande de Inglaterra, Boots, el banco HBOS, Continental Clothing por la industria textil e Innocent para zumos demostraron, según el Carbon Trust, que su aplicación permite reducir las emisiones y ahorrar dinero.
El etiquetado ecológico
El PAS2050 no es obligatorio, pero muchas compañías ya lo han llevado a una segunda fase: el etiquetado para la venta en los negocios. Walkers fue el primer producto que pudo exhibir un etiquetado del Carbon Trust certificando la huella de Carbono. Esta información se añade a los recuadros que hay sobre valores nutritivos y componentes de todos los productos alimenticios.

En el caso de un paquete de 34,5 gramos de Walkers, el etiquetado certifica que la huella de carbono es de 75 gramos por paquete y que la compañía se compromete a trabajar para reducir este porcentaje. En el supermercado Tesco se pueden comprar los zumos de Innocent con una información similar.
El etiquetado es una manera de completar el proceso iniciado por el PAS2050 incorporando al consumidor que, una vez que se generalice esta metodología, podría optar por los productos más ecológicos.
(ABC)