La Comisión Europea impulsa la RSE en las pymes

22.08.2011 | Mundo

La CE aboga en un informe por convencer a las pymes de que la RSC, lejos de suponer barreras y dificultades, puede ser un elemento de competitividad a medio y largo plazo. El documento recomienda a estas compañías el intercambio de experiencias y la elaboración de informes sectoriales en lugar de individuales.


 

La Comisión Europea pretende hacer llegar a las compañías medianas y pequeñas la idea de que la responsabilidad empresarial es una oportunidad tanto para ellas mismas como para sus grupos de interés y para la sociedad en general.
Así lo asegura el vicepresidente de la CE, Günter Verheugen, en la introducción del estudio que se acaba de presentar en Bruselas y que bajo el título de Oportunidad y Responsabilidad tiene la intención de trasladar a las pymes una serie de pautas a través de las que integrar la responsabilidad corporativa en el día a día de sus negocios como elemento fundamental en el desarrollo empresarial.
Verheugen afirma asimismo en la introducción del informe que las empresas medianas y pequeñas han estado siempre muy cercanas a lo que hoy se conoce como responsabilidad social corporativa.
'Las pymes están especialmente bien situadas para realizar una importante contribución al desarrollo socio económico a nivel local y para actuar como miembros responsables de la comunidad', asegura el vicepresidente de la CE. El informe, que ha sido elaborado por un grupo de expertos en RSC creado por la Comisión Europea en 2005, tiene como objetivo incrementar la cantidad y la calidad de las iniciativas que llevan a cabo las pymes en el terreno de la RSC que, según los autores del documento, por lo general se desarrolla de manera 'informal e intuitiva'.
El estudio también refleja el hecho de que mientras que para las grandes empresas la elaboración y publicación de un informe de sus actividades de RSC se ha convertido en un aspecto casi fundamental de su política, para las pymes, especialmente para las más pequeñas no es más que un dolor de cabeza añadido a los generados por el propio negocio. A esta razón que hace que los informes de RSC de pymes sean más bien escasos, se unen otras como la de la percepción de los altos costes que generaría la redacción y publicación de una memoria de este tipo, la escasa demanda de los grupos de interés comparado con la de las grandes empresas y, en algunos casos, con el temor de que atraer la atención de los medios de comunicación pueda afectarles negativamente.
Por eso la CE recomienda a este tipo de empresas que además de aliarse para el intercambio de iniciativas, lo haga también para informar de sus actividades en materia de RSC. En este sentido recuerda el informe de sostenibilidad publicado por los productores de vino chilenos. Algo parecido han hecho recientemente las farmacias españolas, que han redactado con la ayuda del GRI unos indicadores específicos relacionados con su actividad para verificar su acciones de responsabilidad social.
Otro de los asuntos que se abordan en el informe es el de la terminología. El concepto de responsabilidad corporativa se ha gestado en el seno de las grandes empresas. Pero ni siquiera entre ellas está claro cómo debe llamarse. 'El concepto sí está claro, pero su definición no tanto. Se habla de responsabilidad social corporativa, de responsabilidad social empresarial, de responsabilidad corporativa... No hay consenso en el término', decía hace pocos días Begoña Beneytez, directora técnica del master internacional en desarrollo sostenible de la escuela de negocios EOI.
El informe de la CE abunda en la dificultad de consensuar un término que defina la responsabilidad empresarial de las pymes referido una serie de prácticas que suelen llevar a cabo con frecuencia a pesar de que nunca las hayan denominado RSC. El informe recoge alguna opción de denominación aplicable a este tipo de empresas como el de competitividad responsable.
El informe elaborado por un grupo de expertos en materia de RSC para la Comisión Europea reconoce la cada vez más frecuente inclusión de criterios responsables a la hora de elegir proveedores tanto por parte de otras empresas como de las distintas administraciones públicas. La inclusión de requisitos sociales y medioambientales en muchos pliegos de condiciones está impulsando de forma importante la adopción de criterios responsables también entre las empresas medianas y pequeñas.
En España el Libro Blanco de la RSC, que fue el resultado de las reuniones de la subcomisión de estudio creada en el Congreso, incluye recomendaciones relativas a la aplicación de criterios de RSC a la hora de que las administraciones elijan a sus proveedores. Sugieren que se incluyan en los pliegos públicos de compras y contrataciones aspectos que primen el comportamiento responsable. Sin embargo, la patronal se ha opuesto a la medida.
En su documento sobre RSC, la CEOE critica la introducción de criterios responsables en la contratación de proveedores. La patronal cree que, aunque estas propuestas se presentan formalmente como voluntarias, 'en la práctica pueden excluir automáticamente del mercado a aquellas empresas -normalmente las más pequeñas- que no pueden asumirlas'.
(Cinco Días)

La Comisión Europea pretende hacer llegar a las compañías medianas y pequeñas la idea de que la responsabilidad empresarial es una oportunidad tanto para ellas mismas como para sus grupos de interés y para la sociedad en general.
Así lo asegura el vicepresidente de la CE, Günter Verheugen, en la introducción del estudio que se acaba de presentar en Bruselas y que bajo el título de Oportunidad y Responsabilidad tiene la intención de trasladar a las pymes una serie de pautas a través de las que integrar la responsabilidad corporativa en el día a día de sus negocios como elemento fundamental en el desarrollo empresarial.

Verheugen afirma asimismo en la introducción del informe que las empresas medianas y pequeñas han estado siempre muy cercanas a lo que hoy se conoce como responsabilidad social corporativa.
'Las pymes están especialmente bien situadas para realizar una importante contribución al desarrollo socio económico a nivel local y para actuar como miembros responsables de la comunidad', asegura el vicepresidente de la CE. El informe, que ha sido elaborado por un grupo de expertos en RSC creado por la Comisión Europea en 2005, tiene como objetivo incrementar la cantidad y la calidad de las iniciativas que llevan a cabo las pymes en el terreno de la RSC que, según los autores del documento, por lo general se desarrolla de manera 'informal e intuitiva'.

El estudio también refleja el hecho de que mientras que para las grandes empresas la elaboración y publicación de un informe de sus actividades de RSC se ha convertido en un aspecto casi fundamental de su política, para las pymes, especialmente para las más pequeñas no es más que un dolor de cabeza añadido a los generados por el propio negocio. A esta razón que hace que los informes de RSC de pymes sean más bien escasos, se unen otras como la de la percepción de los altos costes que generaría la redacción y publicación de una memoria de este tipo, la escasa demanda de los grupos de interés comparado con la de las grandes empresas y, en algunos casos, con el temor de que atraer la atención de los medios de comunicación pueda afectarles negativamente.

Por eso la CE recomienda a este tipo de empresas que además de aliarse para el intercambio de iniciativas, lo haga también para informar de sus actividades en materia de RSC. En este sentido recuerda el informe de sostenibilidad publicado por los productores de vino chilenos. Algo parecido han hecho recientemente las farmacias españolas, que han redactado con la ayuda del GRI unos indicadores específicos relacionados con su actividad para verificar su acciones de responsabilidad social.
Otro de los asuntos que se abordan en el informe es el de la terminología. El concepto de responsabilidad corporativa se ha gestado en el seno de las grandes empresas. Pero ni siquiera entre ellas está claro cómo debe llamarse. 'El concepto sí está claro, pero su definición no tanto. Se habla de responsabilidad social corporativa, de responsabilidad social empresarial, de responsabilidad corporativa... No hay consenso en el término', decía hace pocos días Begoña Beneytez, directora técnica del master internacional en desarrollo sostenible de la escuela de negocios EOI.

El informe de la CE abunda en la dificultad de consensuar un término que defina la responsabilidad empresarial de las pymes referido una serie de prácticas que suelen llevar a cabo con frecuencia a pesar de que nunca las hayan denominado RSC. El informe recoge alguna opción de denominación aplicable a este tipo de empresas como el de competitividad responsable.
El informe elaborado por un grupo de expertos en materia de RSC para la Comisión Europea reconoce la cada vez más frecuente inclusión de criterios responsables a la hora de elegir proveedores tanto por parte de otras empresas como de las distintas administraciones públicas. La inclusión de requisitos sociales y medioambientales en muchos pliegos de condiciones está impulsando de forma importante la adopción de criterios responsables también entre las empresas medianas y pequeñas.

En España el Libro Blanco de la RSC, que fue el resultado de las reuniones de la subcomisión de estudio creada en el Congreso, incluye recomendaciones relativas a la aplicación de criterios de RSC a la hora de que las administraciones elijan a sus proveedores. Sugieren que se incluyan en los pliegos públicos de compras y contrataciones aspectos que primen el comportamiento responsable. Sin embargo, la patronal se ha opuesto a la medida.
En su documento sobre RSC, la CEOE critica la introducción de criterios responsables en la contratación de proveedores. La patronal cree que, aunque estas propuestas se presentan formalmente como voluntarias, 'en la práctica pueden excluir automáticamente del mercado a aquellas empresas -normalmente las más pequeñas- que no pueden asumirlas'.
(Cinco Días)