Manual de Buenas Prácticas incluye consejos para la interacción con personas con discapacidad

21.08.2013 | Europa

La Agencia Navarra para la Autonomía de las Personas (ANAP) ha elaborado, con la colaboración del Comité de representantes de personas con discapacidad de Navarra (CORMIN), un manual de buenas prácticas que recoge una serie de consejos para interactuar con las personas con discapacidad.


El Manual ofrece a la ciudadanía un conjunto de recomendaciones que facilitan el acceso de las personas con discapacidad sensorial, motora, intelectual o con enfermedad mental a determinados entornos, bienes o servicios.

Como consejos generales, la ANAP pide que se preste una especial atención a la persona y no a su discapacidad; que se hable directamente con ella y no con su acompañante; y que se trate a los adultos como adultos.

El Manual presenta recomendaciones particulares para cada tipo de discapacidad. Reproducimos algunos ejemplos a continuación. 

Respecto a las personas con discapacidad intelectual o con trastornos del desarrollo, la Agencia Navarra para la Autonomía de las Personas recuerda que pueden tener algunas dificultades para expresarse aunque ello no significa que sean incapaces de comunicarse.

Por este motivo recomienda dirigirse a ellas de acuerdo a su edad cronológica, evitando infantilizar el lenguaje si no es un niño y mostrando respeto ante sus opiniones. Para ello es conveniente emplear frases cortas, claras y sencillas.

Para la relación con personas con discapacidad visual se  recomienda hablarles mirando a la cara y dirigirse directamente a ellas y no a su acompañante.

Asimismo, pide sustituir durante las conversaciones términos como “aquí”, “allí”, “esto” o “aquello” por otros más orientativos como “a tu izquierda”, “detrás de ti”. También recuerda que pueden emplearse sin problemas las expresiones “mirar” o “ver” ya que las personas con discapacidad visual las utilizan habitualmente en sus conversaciones y no las consideran palabras tabúes.

Ante un riesgo, como obstáculos en la ruta de una persona con discapacidad visual, la ANAP recomienda no avisarles con exclamaciones que puedan provocarles ansiedad, como “¡ay!” o “¡cuidado!”, sino con otras más informativas como “¡alto!”. Posteriormente es necesario explicarles verbalmente el peligro o ayudarles para que puedan evitarlo.

Si solicitan ayuda es conveniente situarse delante de ellas (a un paso más o menos), en el lado contrario al bastón o al perro guía, si los hubiera; y ofrecerles el brazo para que se agarren a él. La ANAP recuerda que es “imprescindible” que las personas con discapacidad visual “sientan que están gestionando la ayuda prestada y no que se tira de ellas”.

En cuanto a las personas sordas o hipoacúsicas, la ANAP recomienda facilitarles ayudas que complementen, aumenten o supongan una alternativa al lenguaje verbal. Para ello es conveniente evitar hablarles sin que nos miren, avisarles cuando queramos conversar con ellas y vocalizar bien, sin exagerar ni elevar el volumen de voz. En el caso de que no comprendan el mensaje es necesario repetírselo ayudándonos de gestos naturales que sirvan de apoyo, pero sin sobre actuar.

Según la Agencia Navarra para la Autonomía de las Personas, las personas con discapacidad motora presentan una alteración en la marcha y suelen requerir ayuda para su desplazamiento, su capacidad manipulativa o circunstancias propias de su autocuidado.

Por este motivo la ANAP recomienda poner las cosas a su alcance y colaborar en sus desplazamientos en silla de ruedas una vez lo hayan solicitado. 

Finalmente, en cuanto a las personas con enfermedad mental la ANAP recomienda tratarlas de igual a igual, de forma natural y con respeto y discreción. En este sentido, también es aconsejable dirigirse a ellas de acuerdo a su edad cronológica, evitando infantilizar nuestro lenguaje si no es un niño y mostrando respeto ante sus opiniones.