Los puntos contra el acoso y la violencia laboral se basan en la traslación a España del pacto suscrito por la patronal europea –BusinessEurope– y la Confederación Europea de sindicatos (CES) el pasado 26 de abril. Y, en este sentido, el acuerdo señala que "las empresas deben tener una declaración clara e inequívoca de que no tolerarán el acoso y la violencia en el trabajo". De esta forma, la patronal y los sindicatos plantean en su acuerdo uno de los problemas laborales que más ha aumentado en los últimos años, relacionado, en parte, con la discriminación que, en algunos casos, padece la mujer en el trabajo.

En consecuencia con este llamamiento, el texto, al que ha tenido acceso EXPANSIÓN, requiere a las empresas para que tomen medidas disciplinarias, "incluso llegando al despido", con la persona que haya cometido acoso laboral. De la misma forma, se emplaza a las compañías a "que no toleren las acusaciones falsas", empleando también, y en su caso" medidas disciplinarias".

Para evitar el conflicto, la patronal y los sindicatos incluyen también un nuevo anexo en el que emplazan a la negociación colectiva a que cumpla con la Ley de Igualdad entre la Mujer y el Hombre, con una explicación minuciosa de los apartados que afectan a las relaciones laborales, sin introducir ninguna aportación propia.

Además, CEOE, UGT y CCOO trazan un panorama preocupante para la economía española, debido al crecimiento de los tipos de interés, su impacto sobre los créditos hipotecarios, y el encarecimiento del petróleo y de los alimentos básicos.
Todos estos factores, señalan los agentes sociales, han terminado por "erosionar la renta de los consumidores y la fortaleza de aquellos sectores productivos [como la construcción] que más se habían beneficiado de las condiciones financieras más holgadas que ha tenido la economía española desde la entrada en la UE".

Por todos estos factores, y las "turbulencias financieras" de Estados Unidos, la patronal y los sindicatos vaticinan que "la fase expansiva del ciclo económico que ha vivido España hasta ahora, con el consiguiente incremento de la renta y el empleo, puede invertirse en el futuro". Es más, el acuerdo subraya que "si no logramos aumentar la productividad en España las consecuencias, a medio plazo, podrían ser negativas para la economía y el empleo". La mejora de este factor pasa por un cambio del modelo productivo, en el que la inversión tecnológica, la industria y las exportaciones releven a la construcción y al consumo familiar.
(Expansión & Empleo)